Cinco

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-N

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-N. O.-

Luzu despertó temprano por la mañana, se levantó un poco desubicado, hasta que vio al chico que seguía durmiendo a su lado.
Sonrió, para después levantarse con cuidado y dirigirse hacia la cocina, para preparar el desayuno.

Había aprendido una cosa más del pelinegro, y eso era que no le gustaba estar solo, al menos no por la noche.

Tras terminar su desayuno, se debatió un momento en si despertar al chico o esperar a que lo hiciera por su cuenta. Decidió dejarlo dormir, pues había dormido demasiado tarde y probablemente estaba cansado.
Guardó lo que pensaba preparar para el chico y se dispuso a tomar su café mientras miraba la televisión.

Un par de horas después el sonido de unos pasos bajando por las escaleras llamaron su atención, dirigió su vista hacia el chico que bajaba lentamente, parecía que recién había despertado

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Un par de horas después el sonido de unos pasos bajando por las escaleras llamaron su atención, dirigió su vista hacia el chico que bajaba lentamente, parecía que recién había despertado. Su cabello negro despeinado le daba un aspecto bastante tierno, que incluso Luzu se preguntó si realmente el chico no era un niño...

Luzu.- Buen día, Veg
Vegetta.- Buen día...
Luzu.- Te serviré el desayuno ¿De acuerdo? Espera en la mesa

El ojimorado tan sólo asintió y siguió la orden del contrario.

Vegetta esperó paciente a que el castaño regresara, pensando en lo agradable que era Luzu, antes no podía tomar si quiera un desayuno, y ahora estaba probando comida deliciosa. Curioso se levantó de la silla y se dirigió a la cocina, en donde Luzu servía el plato.

Luzu.- Oh, Veg ¿Quieres ayudarme? No falta mucho por hacer, simplemente servirlo

El pelinegro asintió, teniendo más ánimos al instante. Se colocó al lado de Luzu y comenzó a hacer lo que le pedía.
Al terminar Vegetta miró el desayuno con bastante emoción. Se veía bien y estaba seguro de que el sabor sería mejor.

Luzu.- Hemos terminado, venga, llevemoslo a la mesa para que puedas probarlo

Asintió y sin más hicieron lo anterior dicho. Al estar ya en la mesa, Vegetta miró con bastante felicidad el plato frente él, y ante la mirada enternecida de Luzu comenzó a comer.

Innocent Hybrid // RubegettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora