Diez

104 16 1
                                    

-N

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-N. O.-

Vegetta abrió los ojos rápidamente y se levantó exaltado... Había tenido una pesadilla. Miró a su alrededor aún con miedo, sintiendo su rostro algo mojado, percatandose de que había incluso llorado... Se quedó un momento en silencio tratando de tranquilizarse, diciéndose a sí mismo que todo estaba bien, que aquello había sido solo una pesadilla, pero realmente le era difícil poder relajarse después de tener aquellos sueños. Su respiración era algo pesada y entrecortada, se estaba empezando a sentir nervioso, y no quería entrar en pánico, no ahora, no ahí, no quería hacer ruido y molestar a Luzu ni a Raúl, antes, cuando estaba en Oasis, lloraba cuando no había nadie con él, porque no quería darles más preocupaciones de las que ya tenían, siempre procuraba tener una sonrisa frente a sus amigos para darles ánimos y aquella felicidad que sabía que necesitaban. No pudo contenerse mas y dejó salir un ligero sollozo, mordió su labio con la intención de callarlo, procurando no hacer demasiado ruido, sin embargo, unos segundos después escuchó la voz de Luzu.

Luzu.- ¿Veg...? ¿Sucede algo?

El híbrido se asustó un poco y giró a su derecha, encontrándose con la mirada adormilada del castaño, quién estaba sentado en el piso recargado en la cama.

Luzu.- Por los dioses, Veg ¿Por qué lloras? ¿Qué pasó?.- Dice, levantándose al instante y acercándose al pelinegro, pero al no recibir respuesta, vuelve a hablar.- Está bien, no tienes que contarmelo si no quieres ¿De acuerdo? Ven aquí.- Se acerca con tranquilidad y, sin aviso, envuelve a Vegetta en un abrazo.

El híbrido se queda quieto, tratando de mantener la calma, pero cuando escucha la suave voz de Luzu diciéndole que todo estará bien, y que no está solo, se rompe.

Lo había intentado, de verdad que sí, siempre había sido fuerte y Elyas siempre le felicitaba por sonreír y estar alegre a pesar de todo, y aunque también le decía que estaba bien sentir miedo o ganas de llorar, evitaba hacerlo a toda costa, porque entonces ellos también se sentirían igual, y Vegetta no quería eso. Pero ahora que no estaba con ellos, ahora que estaban lejos, ahora que no sabía cómo estaban... Simplemente no pudo más. La amabilidad de Luzu tampoco ayudaba, porque lo hacía sentir cómodo y le daba calidez escuchar su voz con aquél tono tan agradable... Así que por esta vez, y sólo por esta vez, se permitiría llorar y quebrarse frente a alguien, realmente lo necesitaba...

Luzu se encargó de consolarlo durante aquella noche, poco después Auron se unió a ellos e hizo un par de bromas que habían hecho finalmente reír a Vegetta, estuvieron jugando por unas horas hasta que finalmente y debido a lo poco que había podido descansar, cayó dormido.

Luzu.- No es sano que se guarde tantas cosas para él solo...
Auron.- Hay que darle tiempo... Ya es algo que se haya desahogado un poco hoy
Luzu.- Debe estar exhausto... Espero que esta vez pueda dormir bien...
Auron.- ¿Te quedarás aquí?

Luzu asiente, mientras sostiene la mano de Vegetta entre la suya, sintiendo el débil agarre del híbrido.

Auron.- Iré por un par de mantas, ya vuelvo
Luzu.- Con una está bien...
Auron.- ¿Piensas que iré a dormir en la otra habitación dejándolos aquí?.- Dice, saliendo de ahí y regresando poco después con un par de mantas, extendiéndole una a Luzu, para después sentarse él a su lado.
Luzu.- *Sonríe* Gracias, Auroncito

El chico tan sólo le sonrió, y así ambos chicos terminaron durmiendose también.

Por primera vez en mucho tiempo Vegetta había podido dormir lejos de sus amigos sin tener otra pesadilla.

La mañana se hizo presente, Vegetta despertó algo confundido, fue entonces que recordó lo que sucedió la noche anterior

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La mañana se hizo presente, Vegetta despertó algo confundido, fue entonces que recordó lo que sucedió la noche anterior. Miró a su alrededor, percatandose de que estaba solo en la habitación. Dejó salir una pequeña sonrisa, no sabía cómo agradecerle a aquellos chicos por lo que estaban haciendo por él.

Aquella era la primera vez que había llorado tanto, se sentía mejor, más tranquilo, más relajado, como si realmente se hubiese quitado un gran peso de encima.

Le encantaría poder agradecerles a Auron y Luzu como merecían, pero tenía que seguir con su papel de personalidad infantil, no podía simplemente ir y hablarles de forma adulta de la nada, porque temía que se molestaran al saber que era más maduro mentalmente de lo que pensaban... Suspira, para luego salir de la habitación y dirigirse a la cocina, en donde escuchó las voces de los chicos.

Se asoma lentamente por la puerta, llamando la atención de Luzu.

Luzu.- Oh, Veg, has despertado, espera en la mesa, el desayuno estará listo en— No termina la oración, pues es interrumpido por un abrazo del híbrido. Lo mira algo confundido, para después sonreír y corresponder el tímido abrazo— ¿Qué sucede, Veg?
Vegetta.- Gracias... Yo... Lamento haberlos molestado anoche...
Luzu.- Oh... No te preocupes por eso, Vegettita, no nos molestaste, estamos encantados de poder ayudarte ¿De acuerdo?
Auron.- Es normal sentirse de esa forma a veces, no está bien que lo guardes todo para tí, a partir de ahora, si necesitas hablar o sientes ganas de llorar, puedes venir con nosotros ¿Bien?

Vegetta asiente, y una vez se separa de Luzu, les dedica una de sus más grandes sonrisas.

Luzu.- Bueno, por qué no vas a sentarte, no tardaremos mucho

El híbrido asiente, y sale del lugar dispuesto a esperarlos.

Luzu sonríe y continúa con lo suyo, sin embargo Auron sigue mirando por donde salió el chico, pensando que aquella sonrisa había sido algo... Falsa. Lo entendía, debía tener miedo, debía sentirse triste, frustrado, austado... Sin embargo no podía obligarlo a contarle todo, no quedaba más que esperar y ayudarlo a afrontar todas esas emociones que no se atrevía a mostrarle a los demás.

Quizá había logrado engañar a todos, pero Auron podía notar algo extraño en él, sabía que había algo más que mantenía al híbrido distraído y agobiado... Suspira, sería cuestión de tiempo para descubrir qué ocultaba el pelinegro.

 Suspira, sería cuestión de tiempo para descubrir qué ocultaba el pelinegro

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Innocent Hybrid // RubegettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora