𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏

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No estaba seguro de por qué estaba nervioso, si sólo iba a conocer a la persona que sería su Omega para toda la vida.

Seguramente era una bonita chica alta, con piernas largas y delgadas, tez blanca, rubia o castaña que no le importaba nada más que el dinero que su familia tenía. Ugh, él ya la odiaba.

Todas las Omegas que se habían acercado a él a lo largo de sus 22 años sólo buscaban una cosa: su dinero.

La Familia Park había dirigido el Parlamento desde hace bastantes generaciones y la empresa automotriz que tenían era una de las más importantes de todo el mundo. Era por eso que no se sorprendería de ver a una Omega sacada de una revista de moda y belleza porque él había aprendido que las más bonitas eran las más interesadas, y estaba seguro que los Omegas hombres serían igual o peor que las mujeres.

No estaba emocionado, estaba nervioso y quería golpearse por eso.

Él ya tenía Omega; su nombre era Yeji y era la única Omega que no lo había buscado sólo por su dinero. Yeji lo quería y veía lo mejor de él.

¿Por qué sus padres no podían aceptarla? ¡Ella era linda! Además de que sus padres estaban dentro del Parlamento, ¿qué no era eso lo que querían? Serim definitivamente que no entendía a sus padres.

—¿Estás listo, Boo?— preguntó su madre asomando su cabeza por la puerta.

Jeongshi. Su madre era una de las Alfas más bonitas que había visto en su vida, ya entendía por qué había tantos Omegas y Betas detrás de ella, aunque a decir verdad él sólo quería la felicidad de su madre, y a pesar de que su padre (Junjin) era un Beta con un mal carácter de vez en cuando, él la hacía feliz y el Beta ponía orden en la casa rodeada de cuatro Omegas, dos Alfas y dos pequeños que aún no tenían condición. Junjin era bueno, y siempre lo alentaba cuando su madre tomaba decisiones que a Serim no le terminaban de agradar, aunque de vez en cuando Junjin también tomaba decisiones que al mayor de los Park no le parecían la mejor opción.

—Estoy listo— suspiró y giró a verla—. ¿Ya llegaron?

—Sí, Junjin les está contando chistes para entretenerlos mientras bajas-rodó los ojos, pero la sonrisa en su rostro delataba lo enamorada que estaba del Beta—. Anda, bajemos antes de que se arrepientan de tenernos como familia— bromeó.

—¿Por qué no quieren a Jeongshi?— preguntó el castaño. La Alfa gruñó quedo y se adentró a la habitación.

—Te he dicho que la Srita. Yeji no termina de gustarme.

—No debe gustarte a ti. Tú no vas a casarte con ella y marcarla.

—A ver, Serim, yo sé que no voy a casarme con ella, pero tú no la conoces bien, sólo estás con ella porque a toda la familia le molesta y estás tan obsesionado con hacernos pasar un mal rato que estarías con ella toda tu vida si eso nos molesta, pero eso ya no importa porque tú vas a estar con el Omega que ya elegimos para ti porque es la mejor opción y tú vas a hacer lo que sea mejor para la familia.

Serim rodó los ojos y bufó.

Ella ni siquiera se había tomado el tiempo para conocer a Yeji y siempre terminaba diciendo que no le gustaba, ¿cómo iba a gustarle si no le dedicaba más de dos palabras cada vez que se encontraban?

—Cuando me vaya de tu casa voy a dejar a esa Omega y marcaré a Yeji.

—Cuando te vayas de mi casa, mientras vives aquí te quedas con ese Omega y lo respetarás como quieras que respeten a Yuna, a Lia o a las gemelas, ¿bien?

—Bien.

—Ahora bajemos, cariño, que nos están esperando- sonrió dulcemente y salió de la habitación.

Serim soltó un suspiro y salió de su recámara. Bien, sólo necesitaba trabajar un par de meses más para juntar el dinero suficiente para poder rentar un apartamento en el centro de la ciudad y estar con Yeji.

Todo estaría bien dentro de unos meses, él no tendría ni un compromiso con esa Omega y Yeji y él podrían tener la vida que siempre planearon juntos.

—Oh, aquí está el susodicho— escuchó la voz de su padre y fingió una sonrisa.

Alzó la mirada con elegancia y sintió su sonrisa congelarse en su rostro al ver a ese chico; el bonito Omega de rizos castaños estaba parado frente a él, con la miraba gacha y jugaba con sus dedos.

Ese Omega.

El Omega con el que había estado soñando desde hace tres años desde que lo vió por primera vez.

Estaría comprometido con él y podría besarlo, tocarlo, pasar sus celos y marca-podría hacer todo lo que quisiera con él porque ahora era suyo; su Omega, su compañero de vida, suyo.

¿Por qué nadie le dijo de quién se trataba? ¿Por qué nadie le dijo que era un Omega y no una Omega?

Él no habría protestado tanto, o tal vez sí para no levantar sospechas, daba igual.

Carraspeó y con pasos seguros se acercó al Omega.

—Tú debes ser mi Omega— murmuró arrastrando las palabras. El Omega frente a él se estremeció y lo miró por entre sus pestañas.

—Lo soy, supongo— respondió bajo.

—Mucho gusto. Soy Park Serim.

—Soy Ham Wonjin.

—Es un placer conocerte al fin, Wonjin.






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Adivinen quién regresó para actualizar esta historia :'D

Only you - [Seriham]  || 𝗖𝗥𝗔𝗩𝗜𝗧𝗬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora