Only you - [Seriham] || 𝗖𝗥𝗔𝗩𝗜𝗧𝗬

𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟐𝟎

Serim había aceptado.

Había recibido una respuesta casi al segundo después de que la envió y se sintió tan aliviado por ello que casi deja salir un grito al ver la notificación.

Y ahora, después de haber recibido el mensaje, una invitación a salir (como amigos), un momento de fangirleo y demasiado tiempo eligiendo el atuendo adecuado, finalmente estaban frente a frente en una mesa de un restaurante de comida rápida riendo de una estúpida anécdota que  Serim había contado, y si Wonjin era sincero, nunca habría pensado que Serim tenía una faceta de chico divertido y, definitivamente, esa era la primera vez que salían y ambos la estaban pasando bien.

—¿Es en serio?

—Lo juro, tuve una época donde quería ser cantante y créeme, because of you no suena muy bien con mi voz demasiado autotuneada, pero en mi defensa, aún no sabía usar muy bien autotune y exageraba un poco.

Wonjin volvió a reír e hizo una nota mental para buscar el canal de Youtube donde Serim había subido esos covers para poder escucharlos y burlarse un poco más de él.

—¿Y tú? ¿Nunca quisiste ser parte del mundo de las celebridades?

—Sí, en realidad también quería ser cantante, pero yo nunca subí nada y de hecho nunca canté frente a alguien.

—¿Por qué?

—Porque me gustaba cantar pero no sabía si lo hacía bien.

—Apuesto a que cantas increíble, algún día voy a escucharte cantar y te diré qué tan mal o qué tan bien lo haces.

—Sí, eso no va a pasar.

—¿Por qué no?

—Me daría pena.

—Verás que cantarás frente a mí en algún momento.

—Sigue soñando, Serim.

[...]

La verdad era que... ambos estaban demasiado felices, Wonjin tenía su labio entre los dientes intentando no sonreír mientras caminaba a la par de Serim, el Alfa iba en silencio sintiendo su cuerpo temblar de felicidad, las manos estaban en sus bolsillos y tarareaba una canción que Wonjin no conocía, pero estaba seguro era increíble, o tal vez sonaba increíble porque salía con el sonido de la voz de Serim.

—Lamento no haber traído el auto—dijo Serim en un intento de iniciar una conversación y no es que el silencio en el que estaban estuviera siendo incómodo, era sólo que Serim prefería escuchar la voz del Omega.

—No te preocupes, no era necesario.

—Pero ahora debemos caminar a tu casa y está haciendo un poco de frío.

—De hecho amo el frío, es... algo que simplemente me hace feliz, ¿a ti no?

—No, no soy muy fan del frío, aunque tampoco del calor, me gustan los días que hay sol pero no calor.

—A mí me gusta el frío porque... no lo sé, son días en los que reflexionas y agradeces que tienes un hogar y un par de cobijas para envolverte en ellas y recostarte mientras piensas en mil cosas en las que no pensarías si el día fuera caluroso, ¿lo entiendes? Pero, si me preguntas, también me gustan los días soleados, esos en los que puedes salir con tus amigos y comer un helado o pasar tiempo en algún balneario y divirtiéndote.

—Nunca lo había pensado, aunque cuando el día está nublado me gusta leer un libro frente a la chimenea con una taza de café caliente y los días soleados me gusta una bebida refrescante, es... tiene mucho sentido lo que dices.

Wonjin sonrió asintiendo y miró a lo lejos la calle de su casa (aunque no lo suficiente), carraspeó y se quedó en silencio nuevamente.

¿Qué se suponía que iba a hacer? ¿Cómo iba a despedirse? ¿Tenía que darle un golpe de puños, un abrazo o sólo irse? ¿Por qué tenía que ser todo tan difícil? Las cosas con Jungwon eran más sencillas, con su amigo sólo le daba un abrazo rápido y listo, o a veces Jungwon sólo daba dos palmadas en su hombro y se iba, pero no sabía qué debía hacer con Serim.

Mordió su labio con fuerza cuando estuvieron frente a su casa y giró para mirar de frente al Alfa, sonrió de lado y carraspeó.

—Entonces... la pasé bien—susurró, Serim sonrió y miró a un lugar diferente.

—También yo, fue muy divertido pasar la tarde contigo.

—Sí, eso creo.

—¿Te... te gustaría salir el jueves? Podemos ir al cine o sólo comer, o podríamos ir a la pista de hielo y des–

—Me encantaría—interrumpió el Omega riendo.

Serim parecía nervioso y había empezado a hablar tan rápido que Wonjin apenas podía entenderle por su acento. Y si Wonjin no pensara que Serim era de los Alfas más rudos y varoniles que él haya conocido jamás, habría pensado que era muy tierno, como un bebé erizo.

—Sí, claro. Entonces, ¿hablamos luego? Para ponernos de acuerdo y todo eso.

—Vale—sonrió recibiendo una sonrisa de Serim.

Ninguno habló luego de eso, Wonjin miraba a cualquier parte que no fuera Serim y el Alfa miraba fijamente el rostro del Omega pensando en lo linda que lucía su piel con la luz de la Luna y los reflejos de las luces que adornaban todo el jardín de la Familia Ham.

—Sí, te veo luego, entonces—susurró el Omega pero no se movió de su lugar.

Serim soltó una pequeña risa al ver al pequeño Omega tan nervioso y fue él quien se acercó a depositar un suave beso en la mejilla derecha de Wonjin, el rizado sonrió ladeado despidiéndose con la mano del Alfa para luego entrar a su casa.

Cuando estuvo adentro, se recargó en la puerta tal y como lo harían en las películas románticas, soltó una pequeña risa y subió rápidamente las escaleras a su habitación, entró lo más rápido que pudo y cerró la puerta con el seguro, se dejó caer en la cama con los ojos cerrados y si su familia no estuviera en la casa, él probablemente habría gritado de toda la emoción que había estado sintiendo todo el día.

Serim no era un Alfa tan idiota al final del día, aunque Wonjin no iba a olvidar tan rápido todos los malos tratos que había recibido del Alfa, era sólo que... muy dentro de él estaba su Omega chillando de emoción y pidiéndole a gritos que se dejara llevar porque ambos sabían que Serim no era malo, pero la parte humana de Wonjin le decía que esperara un poco, que Serim debía esforzarse si era cierto todo lo que decía, además de que era demasiado tierno ver a Serim nervioso pidiéndole salir y aunque no fueran citas, eran salidas que Wonjin iba a apreciar, y si ellos no llegaban a ser algo como Wonjin deseaba, entonces estaría feliz por tenerlo de amigo.

Pero dejaría que las cosas fluyeran solas.