TARDE PARA AMAR

Capitulo 16

Dicen que el amor es mariposas que revolotean en tú estómago, que sientes como tú corazón se quiere salir de tú pecho y como se agita al estar cerca a la persona que quieres. Y ambos chicos no estaban lejos de sentir aquello. Tan sincronizados y palpitantes que se escuchaba el resonar de un solo corazón.

- no sabes lo feliz que me haces, y-yo pensé que no sentías lo mismo - mencionó el mayor quién sentía a cada minuto la felicidad subir a su pecho.

- y yo creía que aún estabas enamorado de esa mujer - dice bajando su mirada, Mew rápida mente levanta el mentón de Gulf, tenía que dejarle en claro que Jai, solo era un triste error en su vida.

- no tengo nada que ver con Jai, ella quedó enterrada en el pasado. - lo miro con cariño, tomando su rostro - escúchame Gulf, me gustas yo sé que es muy pronto para decírtelo pero es lo que siento aquí - tocando su propio corazón - siento que te quiero - y para Gulf, fue como tocar el cielo con las manos y bajar en una nube Mew, le estaba diciendo que le quería y podía ver la sinceridad en sus ojos, sentía su corazón agitarse cuál ave desesperado por volar estaba feliz y sentía que el también quería al mayor diablos, a quien quería mentir claro que le quería lo comprendió ese momento que las manos de Mew, tocaban con tanta delicadeza su rostro como si el solo tacto pudiera dañarle, y las sensaciones de felicidad eran una sola que cada ves aumentaba más, - yo sé que fui un idiota contigo que te trate mal y te pido disculpas por ello, cuando me di cuenta que me gustabas simplemente no supe cómo actuar, - trago el nudo de nervios que se había acumulado en su garganta y una ves más fue sincero-  no te pido que aceptes todos mis sentimientos ahora mismo, pero si que me dejes porfavor conquistarte todos los días, cada segundo y cada hora déjame ganarme tú cariño y sobre todo tú confianza, déjame demostrarte que no soy tan malo como te hice creer.

Mew, pedía la confianza de Gulf, cuando el mismo fue herido por confiar tanto, pero ante el tenía y podía ver los ojos más sinceros y rogaba al cielo porque así fuera. Gulf, por otra parte solo quería lo mismo algo que fuera único pero sobre todo equivalente. No quería ser el que solo recibiera el también quería dar todo lo que en el estubiera.

- Mew, Y-yo, quiero que lo hagas pero también te pido que me permitas a mi hacerlo, yo también quiero ganarme tú confianza - le sonrió con cariño -que no te arrepientas de nada. No conozco tú pasado ni tú historia de amor con esa mujer pero lo ví en tus ojos esa noche - tomando con sus dos manos su rostro - ambos sentían que volaban en un mar de emociones, mientras se propinaban suaves y lentas caricias,  - ví dolor, desilución y rabia, no se si sea el perfecto para cambiar todo lo malo pero quiero intentarlo y ser quien te ayude a sanar cada herida.

Mew, no pudo evitar estrechar a Gulf, en sus brazos, sentía tanta felicidad que sentía sus ojos humedecerse nunca había sentido la felicidad correrle por la sangre y si, era muy pronto pero para su corazón simplemente era el momento perfecto, y sabía que dentro de este había perdido, se había enamorado de Gulf, y muy pronto ese amor se saldría hasta por sus poros. Y es que sin el esperarlo desde el momento que Gulf, calo en su vida fue sanando lo, y sin el menor saberlo había reparado cada herida. Era increíble como alguien se mete en tú alma y corazón tan de repente y ambos ya habían entrado en la vida del otro como si de un medicamento en las venas se tratace siendo que este era dulce y no dolía por el contrarió les hacía feliz.

Y Mew, ahí pudo entender que las personas pueden dañarte una y mil veces pero siempre habrá una que llegará a reparar cada herida, pueden decir que el amor es un trago amargo que se toma con creces pero también es un trago dulce con inexplicables sabores. Nadie puede decir que viviremos sin conocer el dolor ya que en ocasiones es tan necesario como respirar, pero si alguna ves te dicen que habrá alguien que estará hecho para ti que sin explicación y sin manual te ayudará a sanar, creele. En este mundo nadie viene sin conocer el dolor y nadie se va sin saber que es felicidad.