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Pequeña aclaración: No existirá el COVID en esta historia.

19 de marzo 2021. 

En un avión. 

Hacer "swipe up" en mi lista de música de mi teléfono es lo único que he hecho desde que me senté en el avión. Algo ha pasado con un pasajero y el vuelo se ha retrasado. Saco la cuenta de las horas de viaje en mi cabeza, y ya estoy estresada. Organice todo para poder aterrizar tranquila, ir a mi departamento nuevo, tirar las maletas para luego ir a mi primera entrevista oficial de trabajo (que me contrate mi vecina para el cumpleaños de su hijo número uno por dos horas no cuenta).

Me decido por "Hold On" de Garret Merk y miro por la ventana donde debería estar viendo las nubes, pero en cambio veo como hombres corren para todas partes y uno maneja una maquina repleta de maletas.  La canción se pausa abruptamente y miro extrañada mi teléfono. Negro. Aprieto el botón de inicio, y nada. Muerto. Me apunto como recordatorio mental comprar otro, el mío lleva dándome estas sorpresas hace mucho.

-Oh hola -me volteo para encontrarme con una chica rubia mayor que yo si no me falla la intuición. Hago un asentimiento con la cabeza- la fila para embarcar estaba peor que concierto de Justin Bieber -se ríe de su propio chiste, noto su acento británico- soy Charlotte -me extiende la mano-. 

-Emily -estrecho su mano- me gusta tu outfit de viajes -lleva una blusa de mangas largas color blanco dentro del pantalón de vestir gris claro y unos zapatos negros. Yo en cambio estoy con una camiseta manga larga básica color celeste, pantalón de buzo gris y mis zapatillas están debajo del asiento frente a mi-.

-Definitivamente el tuyo es más cómodo, pero tengo que mantener mi imagen de estilista profesional. ¿a que te dedicas tú? -pregunta amablemente-. 

-Soy fotógrafa y voy a probar suerte. -digo decidida-. 

-Pues, suerte -dice Charlotte sacando un libro de su bolso, por lo que la conversación se da por finalizada-. 

. . .

19 de marzo 2021.

Woking, UK.

Las maletas han sido tiradas en la puerta de mi departamento más rápido de lo que pensé.

Me miro por décima vez en el espejo retrovisor del auto que renté, me arreglo un poco el cabello, un poco de máscara de pestañas y rubor. Arreglada la cara de culo. Dios estoy más nerviosa que para mi primar cita. Me bajo del auto con mi bolso colgando de mi hombro y mi carpeta amarilla en mi otra mano con material para enseñar.

En este último tiempo me he centrado en tomar fotografías del mundo de las carreras, ya sea a los niños en el karting, motos, rally. Pero nada profesional.

Ni siquiera están buscando fotógrafa para la escudería de McLaren de fórmula uno, no he visto ningún anuncio en su pagina web. Si es que publican esas cosas ahí. Así que como dije, he venido a probar suerte. Lo que su publican en la pagina web son los horarios de atención al público, por lo que yo misma he organizado una entrevista. Y estoy compartiendo ubicación en tiempo real con mi hermano, que está al tanto de todo. No se si sea útil ya que él esta en Australia, pero peor es nada.

Abro la gran puerta de vidrio y enseguida me cautivan los monoplazas exhibidos. Contrólate Emily, no le puedes andar tomando foto a todo, rara.

-Disculpe, ¿en qué la puedo ayudar? -me dice una señora en un mostrador que se encuentra a mi derecha-. 

-Si -pienso en lo que diré- verá, soy fotógrafa y me preguntaba si podría hablar con alguien para enseñar mi trabajo -le muestro la carpeta- me apasionan mucho las carreras y creo que captar al piloto y su auto en el momento exacto, es -hago una pausa porque se me irá la olla. No alcanzo a terminar lo que estaba diciendo porque una voz me interrumpe-.

-Está bien Donna, yo me encargo -dice un hombre un tanto bajo, con cabello algo blanco y la característica camiseta del equipo McLaren color blanca. Quiero una- puedes pasar a mi oficina si gustas y así veo tu trabajo y me cuentas un poco de ti.

Simplemente asiento con la cabeza y lo sigo por las escaleras. Recorremos un pasillo y llegamos a lo que asumo, es su oficina. Me abre la puerta dejándome pasar primero. 

Lo primero que veo es su escritorio con la típica placa de metal en un base de madera que pone "Zak Brown" y mas abajo "Director ejecutivo de McLaren".

Vaya suerte.

Amor a primera sonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora