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20 de marzo 2021. 

Woking, UK. 

Luego de tener una video llamada con mis padres y mi hermano, no logro conciliar el sueño, y es que dentro de las próximas horas debo asistir como ayudante a la sesión de foto de los pilos del equipo papaya para dar inicio a la temporada.

Por eso, como toda una adolescente hormonada abro Instagram, voy a la lupa en la parte inferior de mi pantalla y busco el usuario de Daniel. Comienzo a bajar por su perfil sin apretar ninguna foto para verla a mayor detalle, hasta que una llama mi atención.

En la foto sale Daniel con una polera manga larga verde fosforescente y que bien que le queda, abrazando a una mujer que asumo es su madre por el gran parecido. En el pie de foto dice: "La carrera no funcionó de la mejor manera posible, ¡pero mamá siempre está aquí para ganar! Feliz día de la madre ❤️".

Con la foto abierta, sigo bajando y veo una foto de él sentado en el suelo con su casco de "Stop being them" y su hermosa sonrisa. Por un milisegundo pienso en ser yo ese casco, pero se borra ese pensamiento cunado soy consciente de que con mi dedo pulgar de la mano izquierda paso a tocar el corazón de "me gusta".

La madre que me pario.

Llegue a saltar fuera de mi cama por la adrenalina al cien por ciento y con mi mano temblando, el corazón a mil y jurando que una gota cae a lo largo de mi espalda, presiono nuevamente el corazón de "me gusta".

Unos segundos que para mi parecen eternos después el teléfono vibra anunciado un nuevo mensaje directo.

danielricciardo: Si sabes que la notificación llega igual, no importa si lo quitas 😉. 

Mátenme.

eemilywalsh: No tengo nada que decir en mi defensa 🤗. 

Cuando estoy a punto de salir del chat, veo que está escribiendo.

danielricciardo: Esta bien. Sé que provoco eso en las personas. Puedes darle me gusta a todas mis fotos si quieres 😘. 

Ruedo los ojos.

eemilywalsh: Hahaha. Te tendrás que conformar con el me gusta/no me gusta. Por que será el único 😉. 

Antes de que responda salgo del chat. Busco de nuevo su perfil y esta vez totalmente consciente presiono el botón de "seguir también", luego dejo el teléfono en el piso porque no tengo mesita de noche y me duermo.

. . .

Al llegar al mini estudio, me siento como en casa. Ver las luces, las cámaras, el telón blanco, los maquillistas, gente caminar para todos lados para preparar todo lo mejor posible. Me estresa, pero me encanta.

Apenas he puesto un pie en el lugar cuando me gritan. 

-Pero si es mi nueva seguidora -se ríe- buenos días, Emily -dice dulce-.

-Tu si que le tomas importancia a tus seguidores eh? -le digo- buenos días para ti también.

Llega corriendo Lando.

-A mi no me sigues -me dice entrecerrando los ojos, a lo que me rio-.  

-A mi tampoco -dice Zak apareciendo de la nada, a lo que Daniel y Lando hacen una mueca-.

-En mi defensa, no ocupo mucho Instagram. 

-Pero si eres fotógrafa -dice obvio Lando a lo que todos me miran esperando una respuesta-.

-Bueno sí, pero no me gusta exponer mi vida privada -hago una pausa- y para mí, mis fotografías son mi vida privada -el australiano me mira atento y cuando va a decir algo, se calla-.

-Pero al menos sigues a McLaren -me pregunta Zak a lo que rio nerviosa-.

-QUE?! -grita Lando histérico- No no no -dice repetidamente- esto se arregla ahora mismo señorita -me quita mi teléfono de mis manos- clave -me mira y los dos hombres además de él me miran divertidos-. 

-3-4-33-10-55 -le dicto mi clave genial ahora tendré que cambiarla.

Lando desbloquea mi celular y abre Instagram, Daniel levanta una ceja y Zak se ha ido.

-Esos números no son al azar, ¿verdad? -me pregunta Daniel y enseguida añade- soy yo, Lando, yo dos veces más -dice con aires de superioridad a lo que me rio- Pierre y Carlitos -dice orgulloso- Soy bueno con los números -dice orgulloso-. 

-Y para otras cosas también -dice Lando mirándolo lo que causa que al piloto mayor se le enrojezcan las mejillas- y no eres tú dos veces idiota, es Max. -dice obvio, veo como presiona un par de cosas en mi teléfono y luego lo extiende en el aire- sonrían -a lo que los tres nos agrupamos y sonreímos- listo -me entrega mi celular y me sonríe diciéndome- tú y yo nos llevaremos muy bien -se va acercándose a maquillaje-. 

Veo que subió la foto a mi historia y se auto etiquetó junto con Daniel. El australiano y yo nos miramos unos segundos hasta que a ambos nos llaman para que tomemos las respectivas posiciones.

. . .

Ayudo a Tom en todo lo que puedo, él es el fotógrafo oficial de la escudería, pero por motivos personales ya no puede seguir siéndolo. Aparentemente el ritmo que llevan no esta sincronizando con su vida familiar.

Tom se encargó de tomarle las fotos a Lando y Daniel y a mi me dejaba darle sugerencias u opiniones.

Cuando la sesión terminó todo el equipo comenzó a guardar sus cosas mientras yo veía las fotos junto a Tom desde el ordenador.

-Hey Em ¿y si tomas algunas fotos tú ahora? -me dice amable Tom- de seguro serán más ordenados contigo.

Y es que las fotos consistían en que ambos pilotos debían ponerse serios en plan "esta temporada estaremos entre las tres mejores escuderías". Pero un Daniel diciendo algo chistoso o inapropiado, los ataques de risa de Lando y alguna que otra foto con los ojos cerrados, la vena del cuello de Tom estaba a punto de explotar. Cuando voy a responder que seguramente ya no quieren saber nada de flashes, ambos pilos corren al telón blanco y comienza a posar.

-Esta bien, pero quiero que hagan lo que se les pide -digo y ambos me miran- por favor -digo rápidamente. 

-Vaya, vaya, así que E tiene su carácter -dice Daniel y distingo el apodo usado para mí- Okey Lando, a trabajar -dice serio a lo que el menor no le toma importancia y cruza sus brazos luciendo enojado-. 

-Pensé que eras más divertida -dice el británico igual que un niño pequeño -yo sólo me acerco a un pequeño parlante y conecto mi celular, tras unos segundos en los que Lando sigue mirándome de la misma manera, comienza a sonar "Getting old" y su cara cambia a una opuesta- de eso estaba hablando -comienza a caminar con el ritmo de la música-. 

Rápido tomo la cámara y comienzo a enfocar al adolescente frente a mi que posa cual chico malo.

-Así Lando -flash- un poco más serio -flash- mírame -flash- mira mi hombro -flash-.

-Dame más Lando, dame más -grita Daniel atrás mío a lo que todos reímos-.

-Por qué mejor no pruebas tú -le dice Lando sentándose, pero sin salir de la zona de fotos-.

-Lando no te muevas -le suplico. Estas perfecto ahí.

-Si se que soy perfecto -me responde riéndose-.

Unos minutos después, Lando sigue riéndose.

-Solo olvídalo, pensé en voz alta.

-Jamás lo olvidaré -me guiña el ojo, luego él y yo reímos-. 

-Bueno, sigo yo -dice Daniel cortante por lo que lo enfoco-. 

Él se cruza de brazos, me mira fijamente y aprieta la mandíbula.

Yo me siento como una adolescente que coqueteó con alguien frente a su novio.

Pero la sensación, me gusta. 

Y por el pequeño destello de diversión y picardía que creo distinguir en los ojos avellanas frente a mi, a él también le gusta.

Flash. 

Amor a primera sonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora