Amor a primera sonrisa

21

Nota: este capítulo contiene escenas de carácter sexual y lenguaje explicito. Leer bajo tú responsabilidad.

30 de septiembre 2021.

Holanda.

Hemos llegado a Holanda de noche y las vistas son increíbles. Nos han llevado director a nuestro hotel donde nos hemos registrado y nos ha hecho la entrega de nuestras habitaciones.

Una vez en ella y como siempre, con Daniel ordenamos la maletas.

-¿Que quieres de comer? podríamos pedir servicio a la habitación -dice bostezando desde la cama-.

-Suena genial -digo al momento que mi estomago ruge-.

Daniel ríe.

-Buscaré la carta -dice abriendo los cajones de la mesita de luz junto a él-.

Entro al baño donde hago mis necesidades junto con mi rutina facial.

Los próximos dos días los tenemos libres, por lo que mañana será la junta con Martjin y Max, además de una fiesta privada para nosotros y al día siguiente estamos invitados a la casa de Max.

-¿Quieres pizza o hamburguesa? -escucho a Daniel gritarme desde la cama-.

-Gran dilema -le grito de vuelta mientras paso un algodón húmedo por mi rostro-.

-Pediremos ambas -dice para luego reír con una carcajada-.

-Daniel Joseph Ricciardo, por eso te amo -le grito mientras dejo el algodón a un lado y me aplico crema hidratante-.

Siento unas manos en mi cintura y grito de la sorpresa.

Daniel apoya su mentón en mi hombro y como de costumbre, acaricia mi vientre.

-He hablado con el jefe de obra y va todo bien con la construcción de la casa -susurra- estaría lista a mitades de febrero, así que nos podremos mudar con calma y tendrás tu espacio cuando nazca el bebé.

Sonrío mirandolo através del espejo.

Unos golpes en la puerta hacen que Daniel bese mi mejilla y camine hacia la puerta de la habitación. El olor a la comida llega directo a mi nariz y mi estómago ruge. Escucho como Daniel despide al servicio de la habitación mientras me quito mi ropa para ponerme una de las camisetas manga corta de Daniel.

Escucho como acomoda la comida en la mesa de centro de la sala de la habitación y la televisión encendida. Esta se ha vuelto una de mis rutinas favoritas.

La primera noche en cada hotel, pedimos servicio a la habitación y comemos mientras vemos la mejor serie del mundo. Breaking Bad.

Yo la estoy viendo por segunda vez y Daniel por primera vez. No sé cómo ha podido vivir sin conocer al mismísimo Walter Hartwel White.

Salgo del baño con el cabello recogido en una coleta alta para ir hacia la sala donde Daniel ya ha empezado a comer, pero tiene el capitulo en pausa, desde donde lo dejamos.

Me siento a su lado con las piernas cruzadas al igual que él y tomo una hamburguesa. Daniel toma el control remoto y da inicio al capitulo.

Quedamos en uno de mis capítulos favoritos. Jesse encuentra al pequeño niño colorín en una casa de un matrimonio adicto.

Ambos comemos en silencio, concentrado en la escena.

Daniel devora su pedazo de pizza y dirige sus manos hacia su hamburguesa. Yo hago lo mismo pero con el trozo de pizza.

Daniel me mira atónito cuando Jesse se despide el niño.

-¿Lo dejará ahí? -asiento mientras le doy un mordisco a la pizza- ¿cómo va a dejar sólo?.