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Nota: este capítulo contiene escenas de carácter sexual y lenguaje explicito. Leer bajo tú responsabilidad.

29 de marzo 2021.

Aeropuerto de Bahréin.

En estos momentos, mis oídos escuchan el ruido constante de la pared del cubículo del baño del aeropuerto donde estoy siendo embestida por Daniel, acompañado de sus gemidos.

Sí. Me ha convencido.

Luego de exigirle yo a él que nos separáramos de los demás de manera discreta. Todos piensan que fuimos por comida, Pobre Lando. 

Además de cerrar la puerta principal del baño con pestillo y escoger un baño un tanto apartado del aeropuerto en general. 

Pero gracias a la zona donde nos encontramos, que no es tan transitada, no hay problemas de fanáticos o fanáticas que reconozcan a los pilotos. Viajáremos en clase privada lo que es parecida a la clase Business, con el plus de que han elegido asientos para nosotros apartados del resto de los demás pasajeros. El vuelo ha sido confirmado para las seis de la tarde, por lo que nos tendremos que quedar aquí esperando. Los chicos han ido a recorrer tiendas y en ese momento nos hemos escapado con Daniel.

Besa mi cuello al momento que sube una de mis piernas para dejarla enganchada a su cintura, lo que profundiza el contacto entre nosotros. Ambos mantenemos la mirada fija en el otro cuando sus movimientos son más lentos, pero profundos. Entre gemidos y embestidas por parte de Daniel, ambos sonreímos.

De un momento a otro, toma mi otra pierna, dejando así mis dos piernas alrededor de su cintura y apoya mi espalda en la pared. Mirándome fijamente aumenta la fuerza de las embestidas, lo que me hace gritar de placer y arañar su espalda por debajo de su camiseta manga corta.

-Me dejarás marcas nena -susurra en mi oído-.

-Te aguantas -le digo fastidiada y cegada por el placer-.

-Bien -me besa de manera brusca- entonces tu también -desciende sus besos hasta mi cuello donde comienza a succionar lentamente.

-Daniel tus marcas no se verán a simple vista -me quejo tirando de su cabello para que deje de hacerlo-.

-Existe el maquillaje -dice raro ya que no saca su cara de mi cuello-.

Me remuevo entre su cuerpo y la pared del baño y parece entenderme porque me toma por mi trasero y se sienta en el váter. Sólo estamos desnudos de la cintura para abajo, pero Daniel cambia eso al sacarme mi camiseta, dejándome en sostén deportivo. Besa dulcemente la piel visible de mis senos y apoyo mis pies en el piso, sentándome mejor sobre su entrepierna.

-Cariño eres tú la que nos tiene que dar placer ahora -dice ronco llevando sus manos a mi cintura generado presión en el agarre-.

Lo que me dice me enciende y comienzo a moverme de arriba a bajo. Daniel acompaña mis movimientos guiándome de mi cintura para profundizar nuestro contacto. Me acerca a él para besarme sincronizando ambos movimientos. Aumento el ritmo sintiendo cómo el interior de mi sexo comienza a palpitar. Gruño sobre sus labios cuando tira de mi cabello desesperado.

-Daniel necesito más -digo frustrada al no llegar al clímax-.

-Vamos nena -me alienta a aumentar el ritmo- así -me muevo en círculos sobre su regazo. Clava sus dedos en mis caderas acompañando mis movimientos-.

Luego de reiterados movimientos, logro sentir mis piernas tiritar y el cuerpo de Daniel vibrar debajo de mi. Apoyo mi frente en su hombro mientras jadeo. Él acaricia mi cabello.

Amor a primera sonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora