Amor a primera sonrisa

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12 de septiembre 2021.

Italia.

Cenamos todos juntos en una gran mesa rectangular. En la cabeza de la mesa está Zak junto a sus dos pilotos, quienes son las estrellas de la noche, a cada lado.

Daniel está a su mano izquierda, y yo sentada junto a él.

La cena transcurre entre risas, anécdotas y palabras de celebración de parte del equipo para los pilotos.

Una vez llegada la parte del postre, todos se levantan para acercarse a la mesa donde estos se encuentran servidos.

-¿Quieren? -pregunta Daniel poniéndose de pie mirándonos a Lando y a mi-.

Lando lo mira levantando una ceja.

-No sé para que lo pregunto -dice divertido el australiano para besar mi cabeza y seguir a la multitud hacia la mesa de postres-.

Lando ríe.

-¿Tienes las fotos? -pregunta inocente apoyando sus codos en la mesa y cada palma de su mano en sus mejillas-.

En señal de respuesta, cojo mi teléfono para comenzar a enviarle las fotos tomadas y editadas, por mí.

Lando comienza a revisar las fotos concentrado y a los segundos Daniel aparece a mi lado dejando un plato con diferentes cupcakes. Lando sin dejar de ver su pantalla, estira su brazo para sacar uno de los pastelitos de mi plato.

Golpeo su mano pero si consigue servirse uno, entre risas.

Daniel se sienta a mi lado, pasando su brazo por el respaldo de la silla en la cual estoy sentada. Zak toma asiento en su respectivo puesto y nos mira sonriendo.

-A sí que, Zak ¿de qué team eres? -pregunta Lando dandole una mordida a su cupcake con glaseado celeste-.

Zak lo mira sin entender.

-Se refiere a si eres del grupo niña o grupo niño -le susurra Daniel a su lado-.

Zak asiente.

-¿De qué grupo eres tú? -le pregunta entrecerrando los ojos a su piloto británico-.

Lando niega con la cabeza.

-No te lo puedo decir, hasta que digas tú -le da otro mordisco a su cupcake para luego ofrecerme lo que queda de este, el cual acepto gustosa-.

Zak ríe y mira a Daniel.

-Yo estoy con Lando -dice feliz-.

Yo estoy concentrada en mis cupcakes, más los últimos pedazos de los de Lando.

Luego de estar unos minutos pensando y ante la insistencia de Zak, por fin comparte su apuesta.

-Niño.

Lando celebra y choca los cinco con él.

-Si ganamos contra los de Ferrari, ellos deberán cambiar el doble de pañales que nosotros -dice emocionado-.

Zak lo mira seriamente.

-Espero que con esa misma emoción, estes pensando en ganarles en tu trabajo.

Lando deja de reír y se aclara la garganta.

-Claro que sí jefe.

. . .

13 de septiembre 2021.

Italia.

Hemos venido a la terraza del hotel en la azotea. Lando me pide por quinta vez ver su borrador de Instagram con las fotos que quiere subir mientras Daniel junto a los chicos de Ferrari beben de sus copas de vino sentados junto a nosotros en la mesa redonda.