Amor a primera sonrisa

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25 de marzo 2021.

En un avión.

Junto con el equipo de McLaren ya nos encontramos volando rumbo a Bahréin, destino del primer Gran Premio. Por lo que Daniel me ha contado durante el vuelo, es una de las pistas que se corre por la noche, el calor es casi insoportable y por ser la primera fecha de la temporada se organiza una cena y mini fiesta privada para los pilotos junto con sus escuderías. En su opinión Bahréin es uno de los mejores lugares para esos eventos. Como la fórmula uno mueve mucha gente, todo el equipo de McLaren se divide en dos aviones privados pero que son muy parecidos a los normales, solo que un poco más pequeños. Me encuentro sentada en el asiento del medio correspondiente a la última fila de tres asientos, apoyada en el pecho de Daniel quien está sentado en al asiento próximo a la ventana.

-Que bueno que queda un asiento libre -digo extendiendo mis pies en el asiento del pasillo de la fila en la que nos encontramos-.

-Eso es porque un ingeniero no pudo viajar con nosotros -dice gracioso-.

-Oh -me uno a su risa-.

Noto que todos los demás pasajeros comienzan a acomodarse para dormir.

-¿Tienes frío? -dice enderezándose conmigo aun apoyada en su pecho para sacar una manta debajo del asiento delantero y taparnos con ella-.

-Buenas noches, chicos -se despide un ingeniero que pasa caminando por el pasillo del avión mientras nos guiña un ojo-.

-Buenas noches -decimos Daniel y yo al unísono-.

-¿Ya se van a dormir? -nos pregunta Lando asomándose por la fila de asientos-.

-Sí Lando -dice Daniel un poco cabreado-.

-Vaya pero qué humores Danis -Daniel frunce por el apodo usado por parte del británico- Em contrólalo quieres -me dice guiñando un ojo-.

-¿Danis? -pregunta gracioso él hombre junto a mi- ¿qué clase de apodo es ese? -enrolla su dedo índice repetidamente en la punta de un mechón de mi pelo-.

-El que te mereces -le lanza un beso- buenas noches, traviesos -nos mira pícaro-.

Tras un segundo la cabeza del menor desaparece y las luces generales del avión son apagadas, siendo sustituidas por las típicas de los costados que solo sirven para que te puedas levantar al baño tranquilo y no mueras en el intento. Me acurruco entre el hueco de espacio que se forma entre su cuello y su hombro dejando un beso en su mejilla.

-Me gusta tu barba -susurro mientras con mi mano izquierda acaricio su mejilla-.

Él me sonríe y me mira pícaro.

-Anda, dilo -ruedo los ojos. Siento mi cuerpo vibrar producto de su suave carcajada-.

-Me gustan tus pechos -baja su mirada como si le diera pudor y elevo su rostro con mi mano en su mentón. Él suspira-.

-¿Te cuento un secreto? -estiro un poco mi cuello acomodándome de costado para poder estar un poco a la altura de sus labios-.

-¿Te gusto conocer a "Dan Malo"? -dice con una mirada traviesa-.

-Idiota -rio levemente negando con mi cabeza- no llevo puesto sostén -susurro-. 

Mi outfit de viaje consiste en unas calzas largas, crocs con calcetines, pantalón de buzo, camisa manga larga y una sudadera. Por supuesto que llevo bragas.

Daniel muerde su propio labio inferior. Lleva su mano derecha a mi cintura por debajo de mi ropa comenzando a subir por mi abdomen donde me da un leve apretón en el centro de este gracias a dios me mantengo un poco en forma. Lleva su mano a mi costado subiendo hasta llegar a mi seno izquierdo donde lo cubre en su totalidad con su enorme mano.