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24 de marzo 2021. 

Woking, UK.

Cuándo Daniel apareció nuevamente en mi puerta, después de una hora, con dos cajas de pizza, un pack de cervezas y una botella de vino, casi salto a sus brazos.

Ya es más de medianoche, pero seguimos sentados en mi pequeño mesón de cocina americana uno frente al otro con el último pedazo de pizza en cada plato y una copa de vino. Las cervezas se acabaron ni bien llegaron. Jamás pensé que la conversación fluiría como lo ha estado haciendo. El australiano me ha hablado de sus padres, de su infancia, de lo ansioso pero emocionado a la vez de su nueva temporada con una nueva escudería, de sus miedos y sueños.

Se ha cansado de escuchar a Taylor Swift en repetición, por lo que él se auto eligió Dj.

Su lista "THREE X 3" nos ha hecho compañía, debo admitir que su estilo de música no me desagrada y he tenido más de una fantasía con esas canciones sonando de fondo.

-¿Has tenido pareja? -me pregunta el hombre con la boca llena-.

-Sí -digo limpiando la boca con una servilleta. Hay que demostrar modales señoras y señores- estuvimos juntos hace cuatro años y de esos años, estuvimos comprometidos por un año completo -abre sus ojos sorprendido- viendo, ya sabes, los típicos arreglos de la boda -hago una pausa- pero él siempre retrasaba la fecha pensada -como un trozo de mi pizza y trago- luego al fin escogimos una fecha.

-No veo ningún anillo en tu mano -toma su copa- y a menos que hace unas horas me haya convertido en tu amante -entrecierra sus ojos avellanas mirándome mientras yo suelto una carcajada- algo me dice que nunca te casaste -bebe de su copa y me detengo a observar cómo traga el líquido rojo, que ya no siento su sabor de tanto que he tomado, y su nuez de Adán sube y baja lentamente. Suelto un pequeño suspiro que no sabía que había retenido y lo miro-.

-Porque me dijo que no podía casarse una semana antes -bebo de mi copa de vino bajo la atenta mirada de piloto- teníamos todo listo, invitaciones entregadas, banquete, vestido, algunos invitados tenían su pasaje comprado porque vivían en otras ciudades -explico mientras Daniel corta su pizza- y una semana antes mientras él estaba en su trabajo, me llama para contarme que se enamoró de alguien más, que siempre lo estuvo -deja de cortar su pizza- me hablo de él, de cómo lo conoció y cómo intento suprimir sus sentimientos. Pero que ya no puede seguir mintiéndose y mintiéndome -bebo un largo trago de vino y levanto mi mirada para encontrarme con la mirada de Daniel- y están casados y felices viajando por el mundo, o al menos eso fue lo último que vi en sus redes sociales -voy a beber otro trago, pero el vino ya se encuentra en mi torrente sanguíneo. Extiendo mi copa hacia Daniel para que me sirva más- si te preguntas si alguna vez me di cuenta, pues la verdad es que no -me rio levemente- pero al menos estoy feliz por él. ¿Me servirás vino o que?.

-Me alegro no ser tu amante -sirve vino en mi copa y toma la suya extendiéndola hacia mi. Choca su copa con la mía- ¿fue tu única pareja?-.

-Oficial sí -dejo mi copa en el mesón y me hago un moño revuelto y suelto en mi cabello rubio- luego de eso sólo fueron noviazgos poco duraderos o conquistas en bares -me encojo hombros, él va a decir algo pero el ruido de una notificación de su celular lo interrumpe-.

-Mierda -dice mirando la pantalla- mañana tengo una pequeña reunión con mi equipo a las nueve de la mañana -deja el teléfono en el mesón donde la pantalla se activa mostrando el reproductor de música anunciando "Barely Friends" de "DRAMA". Alcanzo a ver un poco de su fondo de pantalla que creo es una foto de una playa. Se pasa ambas manos por su cara frustrado-.

-Me gusta tu tatuaje -susurro mientras extiendo mi mano y lo trazo con mi dedo índice pero retiro mi mano luego de unos segundos, como si su tacto me quemara-.

Amor a primera sonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora