Epílogo

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En el barco de regreso, Gon y Pitou van tomados de la mano, acurrucados el uno con el otro y durmiendo plácidamente.

—Gon —musita Pitou.

—¿Sí?

—Quiero.... Visitar la tumba del rey —declara la gata.

Gon asiente con seguridad y confianza, mientras que la gata ronronea.

—De acuerdo.

“Yo.... Nunca creí estar de esta manera hace unas semanas” Pensaron ambos a la vez que miran hacia el cielo.

Ambos bajaron de vuelta en el pueblo, las personas los recibieron gratamente, y ambos avanzaron tomados de la mano.

Extrañamente se sienten avergonzados no son capaces de verse a la cara, pero ni siquiera con eso deciden soltarse.

Mientras avanzan, recuerdos de la primera vez en que ambos llegaron a la isla vienen a sus mentes.

—¡Hemos llegado! —exclama Gon tocando la puerta.

—¡Bienvenidos! —exclama Mito dándoles un par de mochilas.

Gon la miró con cierta tristeza, Mito me correspondió y abrazó a Gon con fuerza.

—Ten cuidado —declara Mito.

—Sí —musita Gon.

—Pitou, asegúrate que no haga ninguna locura.

Pitou asiente con una sonrisa, no hicieron falta más palabras, menos desde que Ging le contó que muy probablemente Gon intentará partir al continente oscuro.

Mito siente tristeza, más ella sabe perfectamente que no puede detenerlo, pese a querer retenerlo, es ella quién más es consciente de la clase de persona que es Gon.

—¡Tía Mito, me estoy yendo! —exclama Gon agitando la mano.

—¡No se les olvide usar protección! Los gatos son muy fértiles —declara Mito como broma para tratar de animarse a si misma.

Gon se sonroja totalmente, mientras que Pitou por su parte no capta del todo la gracia, pero prefiere mantenerse al margen.

Tras ello, partieron rumbo a Gorteau del este, con el fin de encontrar la tumba del rey, al estar cerca Pitou tuvo numerosos flashbacks.

Sobre todo cuando se acercaron a la zona de su combate, pese a ansiar ir, ambos extrañamente fueron directo al lugar donde combatieron.

Pitou y Gon caminan en direcciones opuestas, luego se ponen en posición de combate.

Ninguna sabe exactamente porqué, pero sienten que deben hacerlo, terminar su combate de una vez por todas.

Pero, en esta ocasión es totalmente diferente de antes, ninguno tiene una mirada de angustia o de furia, sino de tranquilidad.

Y en un instante Gon corre hacia Pitou, saltando y lanzado una patada con la parte interna del pie. Pitou lo detiene sin muchos problemas.

Ambos son conscientes de la diferencia de poder entre la quimera y el Hunter, por ello mediante un acuerdo no verbal decidieron que Pitou no usaría nen.

La gata aprovechando la posición golpea el estómago de Gon con su palma, el joven Freecss es arrojado con violencia contra se suelo.

Se limpia la sangre y comienza a correr en círculos alrededor de Pitou, tras unos segundos corre hacia ella pero se detiene delante, y al frenar levanta una nube de polvo.

Gon se barre directo sobre el tobillo izquierdo de Pitou, más está logra reaccionar saltando rápidamente gracias a sus reflejos felinos.

Con ello, patea a Gon y lo deja tendido en el suelo, cuando quiere levantarse, Pitou le inmoviliza las piernas con su cola.

—Gané —declara con una sonrisa altanera.

—¡Ah, qué lástima! —declara tirándose al suelo.

Pitou suelta una risilla, ambos se quedaron en silencio, nuevamente rememorando sus primeros encuentros.

—¡Nyahaha! Parece que soy demasiado fuerte para ti —declara Pitou.

—Ugh, me gustaría poder negarlo —declara Gon suspirando.

“Mi rey, creo que encontré mi motivo para vivir ¿Usted lo aprobaría?” piensa Pitou.

Después de todo, de haberse desarrollo diferente las cosas, sería casi imposible que ambos terminasen de esta forma.

—¿Qué haces, Pitou?

Poniendo a Gon recostado en su regazo, Pitou une sus frentes.

—Nada, solamente quiero estar así-nya ¿Te molesta?

—No —dice Gon.

Ambos se relajan por unos minutos, antes de finalmente ir hacia un par de tumbar improvisadas no muy lejos de ahí.

Pitou le ofrece flores a ambas tumbas, mientras las observa con una mezcla de tristeza y nostalgia.

Contrario a Pitou, Gon no puede sentir demasiado por un par de individuos que apenas y conoció, más cuando incluso una fue su rehén contra Pitou, aunque esto último más bien le hace sentir culpable.

—Gon, si otras hubieran sido las circunstancias ¿Podríamos habernos llegado tan bien? —declara Pitou.

—Hm... No lo sé, pero Pitou es Pitou y estoy seguro que al menos nosotros nos habríamos hecho amigos —declara Gon con alegría.

—Bien, listo —dice poniéndose de pie.

Pitou le ofrece la mano a Gon con una sonrisa

—¿Nos vamos? —pregunta la gata.

Gon asiente, ambos hablan de cosas sin importancia mientras abordan el barco, en el trayecto Gon comienza a pensar en numerosas cosas.

Hasta ahora no lo ha puesto en claro, no del todo, pero ¿Que harán de ahora en adelante? Ciertamente quiere ir al continente oscuro, pero en su estado actual el mismo sabe que sería más bien un estorbo para Pitou.

Sí, la misma Pitou que descansa sobre él.

“Quiero ver el mundo” fue el pensamiento que vino a su cabeza mientras observa el mar azul.

Tras ello observó a Pitou descansando.

“No, quiero viajar junto a Pitou y cuando finalmente estemos listos ir a ese lugar dónde nadie ha podido estar”

Fijándose esa meta en su objetivo, finalmente comienza a emocionarse.

Al bajar del barco, toma a Pitou y comienza a correr rumbo a la isla con gran emoción.

“¡Espérame continente oscuro! Yo seré quién revele tus misterios”

Fin.

Dudo mucho que pueda, pero si algún día vemos algo del contienente oscuro, que no sean recuerdos sino que ya estén en el, lo continuaré XD.

Sentimientos complicadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora