Maratón 7/7

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NARRA SILVIA
Silencio. Parece mentira que una simple palabra pueda traer tan malas sensaciones. Silencio cuando falleció mamá. Silencio cuando Erik se "fue". Silencio ahora. Algunas personas adoran la falta de ruido porque consideran que trae paz, pero para mí significa falta de vida.

Siento que se ha ralentizado el tiempo. Creo que Erik me está hablando. Sé que lo está haciendo. Aún así no escucho lo que dice.
Papá ha salido de la sala porque  el médico tenía que hablar con él, pero me mira ceñudo. Sabe que estoy reviviendo una pesadilla: perder a un familiar.

Han pasado solamente diez minutos, pero para mí han sido horas. Me levanto cuando siento que no puedo reprimir las lágrimas. Erik me sigue. Seguramente pensara que he perdido la cabeza...¿Por qué siempre que pasa algo malo y estoy sensible tiene que estar presente? Odio que me vean así, hace que me sienta débil ante los demás.


Decido ignorarlo aunque me esté llamando. Voy hacia mi casa sin ver el camino en realidad. Está todo borroso. En mi cabeza solamente aparecen todos los recuerdos junto a Sol. Pero, ¿y ahora? Si no encuentran una cura, no sobrevivirá.


Cruzó una esquina y sé que estoy cerca de casa. Lo sé porque de pequeña jugaba a las carreras con Erik y Bobby, siempre había alguno que se comía la farola que había justo detrás.

NARRA MARK

- chicos, me ha llamado Erik. Dice que Silvia ha salido sola del hospital y no sabe dónde está.

- ¿Y por qué no la ha seguido?- pregunta Scotty, que tiene razón.

- Si ya lo dice mi madre: que no te engañe el físico porque puedes encontrarte con un cerebro de mosquito.Y a mi cariñín parece que se le ha fundido más de una bombilla -Sue y su peculiar sentido del humor nos asusta a veces, pero esta vez creo que tiene razón.

- Silvia es así. Habrá preferido dejarla sola durante un rato, pero al ver que no aparecía se ha preocupado por ella. Esos dos no cambian nunca. Son muy predecibles.-Eira intenta defender a su hermana y al moreno.

Si nuestra amiga se ha ido sin decir nada, el problema de Sol tiene que ser muy grave. Estamos hablando sobre el tema cuando la puerta de la casa se abre. 

Silvia. 

Todos van hacia ella con miles de preguntas, pero nadie se da cuenta de la tristeza que transmiten sus ojos.

- Has estado fuera una hora. UNA MALDITA HORA ¿podrías haber llamado o enviado un mensaje, no?-Ana estaba muy asustada desde anoche. No puede ocultar sus sentimientos y paga su nerviosismo con su hermana.

Aguanta las preguntas y el sermón como puede, pero llega un momento en el que nos mira a todos hasta posar su mirada en mí. Acto seguido cae a los brazos de Axel, que ha sido rápido y no la ha dejado tocar el suelo. Se ha desmayado.

Sonrisas cristalinasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora