Sonrisas cristalinas

Capítulo 20

NARRA SILVIA

La luz del sol que atraviesa las cortinas comienza a golpearme en la cara. Ha pasado un día desde que discutí con Erik y me siento verdaderamente mal por haberme comportado como lo hice. Sé que mi actitud no es la correcta, pero desde que volví a los Estados Unidos tengo una sensación extraña en el cuerpo, sensación que espero que Erik entendiera ayer cuando me enfadé con él. Siempre he estado para todos con una sonrisa y buenas palabras, pero creo que he colapsado por un momento con lo que ha pasado y pienso que tengo el derecho de sentirme mal en algún momento de mi vida.

Con estos pensamientos, escuchó ruido en la calle y decido levantarme de la cama. No me sorprende encontrarme a los chicos entrenando tan temprano, pues siempre lo hacen, pero sí que no me esperaba que entrenaran a pocos días de marcharse en lugar de estar visitando la ciudad.

El equipo, capitaneado por Mark, corre en círculos alrededor de él y de Erik, quienes dan voces de ánimo a sus compañeros. Las grandes ausentes son Tori y Sue, que, si no recuerdo mal, me pareció escucharlas hablar anoche sobre unas compras con mis hermanas. Ya me imagino de quién había sido la idea de ir a ver tiendas. 

Volviendo a Mark y Erik, ambos hablan, seguramente sobre los distintos ejercicios que van a realizar, pero pronto los veo alzar la cabeza en dirección a la ventana de mi habitación y no puedo evitar esconderme sonrojada porque me hayan pillado. ¿De qué hablarán y por qué me han mirado?

Y lo recuerdo: el Raimon se va en pocos días a Japón.

No me acordaba. Apenas he hablado con ellos desde que llegaron. Sol, Santi, y un montón de problemas más han rondado por mi cabeza en esos días, y me he olvidado por completo de mis amigos. Pero eso hoy va a cambiar. Les debo una disculpa por dejarlos de lado cuando solamente se preocupaban por mí.

La Silvia Woods que siempre busca el lado positivo y procura que no le amarguen los problemas ha vuelto.