Capítulo 12

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- Mark...

10 minutos después
Todo el equipo del Raimon junto a Erik se encuentran en el salón de la casa de su amiga estadounidense mientras que las chicas estaban en la cocina de esta.

- Pero, ¿se puede saber qué hacéis aquí? Hasta cierto punto entiendo que hayáis venido vosotras, pero no sé qué pinta aquí todo el equipo.- protestaba en voz baja Silvia.

- Chica, venir a verte. Desde que estás en América haces unas preguntas que...vamos al grano, ¿te ha hecho algo el cenutrio del cari...digo, de Erik? Porque si lo ha hecho me lo cargo.- decía Sue.

Todas la miraron. Menudo discursito le había soltado a su amiga. Silvia se había quedado mirando a la joven con cara de sorpresa.

-Erik, el cenutrio, como le acabas de llamar, no me ha hecho nada. Es un problema familiar del que no quiero hablar todavía. - y acabó diciéndoles- siento haber dicho lo que dije, pero estaba agobiada y no pensé antes de hablar.

- Silvia, cariño, no tienes qué sentir nada. Si al final tienes razón tú, hemos venido sin avisar y te hemos descolocado un poco.- hablo Tori.

- ¡Claro! Sobre ese problema ya nos lo contarás más adelante, pero queremos que sepas que estamos contigo para todo lo que necesites.- declaró Camelia. Ante esta afirmación todas abrazaron a su amiga a modo de apoyo.

- A mi no me queda clara una cosa. Y si no es un problema relacionado con Erik, ¿qué hace aquí? Y no desvíes la conversación porque todos os hemos visto muy juntitos al llegar a casa. Creo que si Mark no llega a interrumpir hubiera ocurrido lo que todas creemos. - aseguró Sue, que no se olvidaba del tema.

A partir de ese momento, todas miraron hacia el salón en el que estaban los chicos, mientras cada una lanzaba su propia teoría y la pobre Silvia se ponía roja como un tomate.

Con los chicos...

Erik parecía feliz de estar con sus amigos, pero estaba molesto por la interrupción de minutos atrás. Estuvo a punto de besar a su mejor amiga. A Silvia. Su Silvia. Pero no había podido ser, así que se concentró en atender a sus amigos y ya encontraría otra ocasión para hablar con ella.

- Entonces, ¿decís que habéis hablado con el padre de Silvia mientras estábamos fuera? Y, ¿eso ella lo sabe? -preguntó a sabiendas del humor que se traía Sils últimamente- no es que me moleste, pero a Silvia a lo mejor no le hace gracia.

El equipo se miró y luego miró a su capitán. Mark, como siempre, no había pillado la indirecta un tanto directa que había dicho su amigo.

- Aja. No te preocupes. Seguro que ella es la primera encantada de vernos aquí todo el mes. Además, el padre es el primero que ha estado de acuerdo en que nos quedemos en las habitaciones vacías de la concentración. Dijo que a su hija le haría bien buena compañía.

El centrocampista no pudo seguir preguntando porque llegó el padre de Silvia y se puso a hablar con ellos un rato y después los chicos y las chicas se fueron a sus habitaciones a descansar. No estaban acostumbrados al horario americano y lo único que tenían era sueño. Erik se fue el último, tras decirle a su amiga que si pasaba algo ya sabía dónde encontrarle y posteriormente darle un cariñoso beso en la frente. Ella necesitaba aclarar sus ideas y organizar las cosas ahora que había tanta gente en su casa y, él quería dejarle un poco de espacio para eso.

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Antes que nada, sí, me he llevado varios meses sin actualizar, pero mis razones tenía. Sé que el capítulo es corto y no tiene nada interesante como los anteriores, pero intentaré recompensarlo en el próximo.

Sonrisas cristalinasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora