Punto de Inflexión [Meanie]

Quince

– Wonwoo despierta...

Mingyu movió suavemente a Wonwoo y este se levantó con lágrimas en los ojos, se sentía raro, como si corazón sintiera felicidad, pero no suya sino por los del sueño. Wonwoo vio a Mingyu este tenía los ojos rojos.

– ¿Por qué lloras?

– Eso debería decir yo.

Ninguno de los dos entendía nada. Sólo sé quedaron mudos mirando el vacío, como si hubiera una pieza que está perdida.

– No sé, últimamente he soñado contigo...

Dijo Mingyu de repente. Wonwoo lo miró extrañado por qué lo mismo le pasaba a él pero ¿habría una posibilidad que haya sido lo mismo?

– Mingyu yo...

– Espera, quiero decirte algo antes, es algo que he leído. Iré por mi libro.

Mingyu saltó de la cama y fue a su mochila, sacó el libro del otro día y lo ubicó rápidamente en el tercer capítulo.

– Mira, en este capítulo de aquí, este psicólogo analista dice que es posible que haya personas que tengan encuentro con sus antepasados a través de sus sueños... no lo sé, pero yo he soñado con ambos, probablemente era la era Joseon, fueron varios sólo que...

– Yo también Mingyu, yo también he soñado con ambos en una época antigua...

– ¿Qué soñaste ahora?

– Yo soñé que huía contigo...

– Yo soñé que me abrazabas mientras cabalgaba...

En ese momento hubo una pequeña convergencia en ambos mundos, algo claramente raro e inhóspito. En la sala de Wonwoo hubo un pequeño ruido que hizo que ambos se levantarán rápidamente.

Al abrir la puerta vieron una pintura en el techo. Un caballo negro, flores de distinto colores, pero esta vez no era sólo Mingyu sino era un caballo que corría hacía él infinito con dos personas montadas en él.

Sabían de lo que se trataba. Era una señal de avanzar o tal vez una señal de precaución. ¿Realmente podría haber un final feliz para Wonwoo?

– ¿Qué significa todo esto?

– Sé que puede sonar raro, pero puede que lo nuestro haya sido predestinado. Ni yo sé cómo explicarlo, estudio neuropsicología esto es científicamente posible, esto puede ocurrir.

– No me refiero a eso ¿Qué deberíamos hacer? ¿Qué significa ese cuadro? Es diferente al de mi sueño.

– Y si avanzamos igual que ellos...

– ¡¿Qué?!

– Piénsalo, si nuestro encuentro estaba destinado entonces, significa que tendremos el mismo final... No interesa que hagamos, esto puede ser una señal de precaución o tal vez una oportunidad.

– ¿Precaución sobre qué?

– Sobre llegar a ser infelices si seguimos de esta manera. Sé que es repentino, pero, ni tu ni yo queremos seguir aquí, sólo queremos huir, sólo nos teníamos que encontrar para no huir solos.

Era lógico de cierta manera, pero ¿a qué le debería tener miedo a Wonwoo?

Lo estaba pensando demasiado otra vez, estaba poniendo una traba más a ser feliz.

– Yo no lo sé... ¿A dónde iríamos? ¿Qué haríamos? Son épocas diferentes...

– No hay que preocuparnos por eso.

– Deberíamos, no es una decisión fácil de tomar. Sólo piénsalo un poco Mingyu...

– ¿Pensar qué? No hay nada que pensar. Sólo es cuestión de hacerlo.

Wonwoo miraba el techo. Nada en ese momento tenía sentido, parecía un sueño del cual ya quería despertar. Él no podía ser feliz, él estaba maldito.

– ¿A dónde iríamos?

– A donde ellos estaban.

Lo mejor o peor, es que Wonwoo conocía el lugar donde ocurrió todo.

– Yo sé dónde es.

– ¿Cómo?

– Que sé donde es.

– Entonces vamos.

– Pero no quiero regresar a ese lugar...no por la casa, sino por que tengo muchos recuerdos ahí y no precisamente son buenos recuerdos.

– ¿Es del lugar que me dijiste?

Wonwoo asintió.

– No te preocupes, esta vez no estas solo.

Llegar a ese lugar no era precisamente algo rápido de hacer, Wonwoo recordó que se demoro alrededor de cuatro días a llegar al pueblo donde se encontraban ahora.

– Esta bien, pero no esta para nada cerca.

– No demorara mucho en avión ¿verdad?

A Wonwoo se le escapaba ese pequeño y gran detalle de que Mingyu era un universitario rico. Entonces, ambos viajaron hasta ese pequeño y frio pueblo en el que alguna vez Wonwoo había estado parte de adolescencia y adultez prematura. Fueron directamente a donde Wonwoo recordaba se encontraba la pequeña cabaña.

– Es esta...

– Es exactamente igual, algo desgastada, pero sigue siendo igual.

– ¿Entramos?

Mingyu asintió y vieron los cuadros tanto en la pared como los otros de diferente tamaño.

– Falta el mapa, tal vez si lo encontráramos, podríamos obtener el lugar a donde realmente querían ir.

Fueron a la parte de atrás de la casa y vieron el campo de flores justo como en el sueño de ambos, realmente era un lugar mágico. Estaba también el árbol con hojas rosas y la desgastada montura de caballo.

Más allá se encontraba el lugar donde había muerto Wonwoo.

– Tengo algo de miedo...

– No te preocupes, toma mi mano.

Wonwoo tomo la mano de Mingyu y siguieron caminando en el gran campo, hasta que Mingyu piso una especie de papel enrollado que a este punto estaba aplanado y completamente desgastado.

– Este es el mapa Wonwoo, mira.

Wonwoo tomo el mapa y lo abrió.

– ¿Qué lugar es este?

– Es un mapa antiguo, pero está marcado con una equis lo que podría ser ahora la isla de Jeju.

Ambos se miraron.

– Entonces querían ir ahí...

Dijo Wonwoo.

– ¿Deberíamos ir? Ya hemos llegado aquí, no hay vuelta atrás, solo es cuestión de ir.

– ¿Qué pasa con tu padre?

– El no sabrá de mi Wonwoo, a partir de hoy solo somos tu y yo.

– ¿Tus amigos? ¿Familiares?

– No te preocupes, confía en mí, solo dos personas sabrán de mi existencia.

Wonwoo suspiró.

– Entonces, hay que hacerlo, hay que tener un nuevo comienzo.

Mingyu sonrió y tomados de la mano, partieron a la isla de Jeju, donde por fin podrían llegar a experimentar la felicidad genuina que era destinada a ellos, algo inmutable que en alguna línea del tiempo esta había sido rota. La supuesta maldición de Wonwoo había sido rota y el constante vacío y dolor de Mingyu había sido llenado.

Un amor que no se podría comparar con nada, que se conectaba profundamente con las raíces más remotas de la existencia humana y que superaba cualquier lógica, simplemente para encontrar paz y alguien con quien compartir todo tu ser.