─✧ miracles maker /lipsoul/

XVI

"De verdad te debes llevar muy bien con Jungeun"

"Me alegra que encuentres alguien como Jungeun"

Jinsoul había escuchado esa clase palabras muchas veces en las últimas semanas. De parte de su familia en especial, hasta de la doctora Ha. Esta última le había dicho que pensaba que no hacía amigos fuera del voleyball, entonces que se haya juntado con Jungeun, le denominó milagro

Jungeun, Jungeun y más Jungeun, era lo único que escuchaba, lo único que pensaba, lo único que sentía, lo único que quería, la única en todo. Todo era ella y ella era capaz de darle todo

Todo su mundo girando al rededor a ella y creía que era algo exagerado decir que su mundo ahora era Jungeun, pero se daba cuenta que no

"No dejas de hablar de Jungeun"

Sí, hasta ella misma se dio cuenta. No entendía cómo es que aquella chica de contextura delgada y pequeña le dio vueltas todo. Porque hace más de un mes su vida de vuelta de una forma bastante negativa, pero la llegada de Jungeun le hizo ver la luz entre toda esa oscuridad por la que pasó

Jinsoul no era tonta, sabía lo que estaba pasando en su interior. Al contrario de Jungeun, no lo habló con nadie y sola se lo dijo

De todas formas, al igual que la menor, no se había sentido así jamás. Sabía que la gente se enamoraba, era feliz y a la vez sufría. Ella sabía que gustó de unas chicas por ahí, en ese momento dándose cuenta que los hombres no eran lo suyo, pero lo que sintió por ellas, no se comparaba a lo que sentía en esos momentos

Sabía que era algo especial, algo espectacular. Un milagro. Pero no la había tomado tan en serio, ni tampoco pensado tanto

El día marcaba las 11 de la mañana, Jungeun no dejó sus pensamientos en toda la noche y la mañana, solo esperando la hora para poder salir

Sooyoung había llegado en cuanto la llamó, al hablar un poco con ella, se despidió y salió rápidamente. La otra solo se quedó mirando, adivinaba lo que pasaba por su cabeza, mejor dicho, cuál nombre estaba pasando por su cabeza

Es que Jinsoul iba girando su silla por el hospital, con un solo centro y ese era Jungeun. Era su único centro y su núcleo, giraba para ella, andaba para ella con todas las dificultades

Tal vez si no fuera por la razón de ir a encontrarse con ella, no saldría de cama, se la pasaría llorando con el balón en sus manos y quién sabe qué otra cosa le podría haber pasado

—¡Jinsoul!— Se escuchó a su espalda, al reconocer la voz de Jungeun, se detuvo de inmediato, forzando la silla en un fuerte ruido y la movió para darse vuelta

—Jungeun— Mencionó su nombre con dulzura, moviendo su silla hasta llegar en frente suyo

—¿Qué haces por aquí?— Preguntó regulando un poco su respiración, algo cansada de andar y le faltaba para llegar a su habitación

—La pregunta deberia hacértela yo, no tú— Regañó de forma tierna —Es obvio que iba a verte, como todas las mañanas. No esperé que estuvieras aquí andando—

—Sí, tuve que ir a dejar algo— Mencionó despacio, mirando hacia los  ojos de Jinsoul hacia abajo, estos brillaban como estrellas

—Luces cansada, ven a sentarte aquí un rato— Movió su silla hasta que dio con quedarse a un lado de unos asientos, Jungeun se sentó ahí

La rubia apoyó su cabeza hacia atrás, la verdad sabía que últimamente se estaba cansando de forma extrema y eso no era normal, pero ya estaban al tanto, así que le quedaba esperar