─✧ miracles maker /lipsoul/

XXVIII

Jinsoul se retiró de la habitación de Jungeun, la verdad, las cosas con ella seguía dentro de penumbras. No podía hablar mucho con ella porque no tenía ganas o simplemente no lo hacía. Ahora fuera de su habitación, solo suspiraba derrotada

Derrotada con ella misma, porque aún no podía encontrar algo para animarla, la forma correcta de hacerlo

Taeyeon le había dicho que era la primera vez que tenía una pérdida significativa, porque la única vez que perdió a alguien, fue su padre, pero este nunca fue del agrado ni apegado a la rubia, así que su ida fue más un alivio y que nunca haya vuelto también. Taeyeon destacaba que la pequeña Jungeun a esa edad pudo sentirlo. Así que Jungeun siempre fue ella y su madre, así que lo de ahora, era un balde demasiado frío de agua

El problema era que Jinsoul además de haberla sufrido, también tiene la batalla en su cabeza de cómo ayudar

—¿Por qué esa cara?— Una voz se escuchó a su lado invadiendo sus pensamientos, al voltear ve a Hyunjin mirando hacia ella

—¡Hyunjin, Haseul!— Exclamó Jinsoul con emoción —¿¡Ya regresaron, cómo fue!?—

—Más que bien— Entonces Haseul le mostró una medalla —No es el primer lugar, pero...— Levantó sus hombros

—¿Qué dices?, ¡Es genial!— Miró de cerca la medalla que tenía, sintiéndose con orgullo

—Veníamos hablar del campeonato y lo que pasó— Hyunjin cambió su tono de voz —Pero no te veo muy bien, ¿Sucede algo?—

—No, nada— Rápidamente negó, la verdad se había olvidado algo de lo malo con la llegada de sus amigas

—No creo eso. Tienes que decir si te duele algo o así...—

—No, no me duele nada— Negó segura —Es solo cosas que he pensado y han sucedido—

—¿Cómo qué?, ¿No tienen que ver contigo, cierto?— Haseul la miró alzando una ceja

—Mhm— Hizo un murmullo sospechoso, movió un poco su cabeza sin contestar aún

—No tienes que decirnos si no quieres, pero estaba preocupada que te sientas mal...— Hyunjin mencionó con una voz más suave

—Tengo que soltarlo, se los diré. Vengan, vamos a un lugar más fresco, necesito respirar— Hizo señas con su mano para que la sigan y partió en su sillas de ruedas hacia otro lado

Hyunjin y Haseul se miraron entre ellas, las dos adivinaron lo que la otra estaba diciendo, y eso era que la seguirían sin dudarlo. Avanzaron de cerca con Jinsoul, no sabían qué tan permitido tenían estar por todo el hospital, pero imaginaban que estarían bien

Jinsoul se detuvo en el pasillo que estaba al final, donde habían varias ventanas que daban hacia el lugar verde, corría bastante viento

Debido a sus condiciones, Jinsoul estaba a la altura justa para poder tener los ojos mirando hacia afuera, su cabeza con suerte sobresalía y podía apoyar sus manos. Las otras quedaron mirando a la ventana con normalidad, paradas una a cada lado, a su izquierda Haseul y a su derecha Hyunjin

—¿Recuerdan a Jungeun?— Comenzó el tema con discreción —El día que las vi les dije de ella—

—Sí, un poco—

—¿Y les conté de Jiwoo?— Preguntó otra vez

—Si lo hiciste, no lo recuerdo— Contestó Haseul y la otra concuerda

—Bueno, diré que Jiwoo es otra amiga que hice aquí, también apareció tomando mi balón. Las tres nos hicimos inseparables, todos los días jugábamos, cuando podíamos porque muchas veces una estaba enferma, o horas con los doctores, ya saben— Tomó un respiro antes de continuar, sintiendo la melancolía llegar a su cuerpo otra vez —No sé por dónde empezar ahora—