XXXVI

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Habían pasado una cantidad de días. Jinsoul había estado practicando junto a su hermana todos los días y su mayor logro fue llegar al jardín

A pesar de todo, Hyejoo tenía paciencia si uno le tenía paciencia a ella. Jinsoul sabía cómo tolerar sus cosas

Aunque se podía decir que podía caminar un poco, se cansaba muy rápido de solo dar unos pasos. Por eso con Hyejoo llegó al jardín y se tiró en ese asiento que la dejaba balanceada por un rato con su hermana molestando mientras descansaba

Lo que le preocupaba a Jinsoul no era tener que caminar o no, es que no había visto a Jungeun o sabido de ella en todos esos días. No tuvo nunca tiempo para ir al hospital y tampoco para ver si habían contactos

Pero por suerte, tiene unas amigas de oro. Haseul encontró el tiempo después de su última clase para ir y preguntar, se encontró con la doctora de siempre que atendía a Jungeun y ella le dijo que las cosas salieron bien como esperaron. Entonces la de pelo corto llegó con la noticia a la casa de Jinsoul al día siguiente. La misma Haseul no sabía cómo explicar la cara de felicidad que puso

Ahora Jinsoul tenía una última sección de la semana en el hospital, así que tenía el tiempo. La persona que la acompañó esta vez fue su madre, esta la dejó en la entrada y luego se retiró porque necesitaba ir a trabajar, no le reclamó y la dejó irse

Lo primero que hizo fue ir en busca de Jungeun, yendo directamente a su habitación. Al llegar, la puerta estaba entreabierta, así que quedó algo dudosa de si entrar o no. Tocó despacio para no entrar de inmediato aunque ya estaba algo abierto, no quería molestar

Como no hubo respuesta, ligeramente asomó su cabeza por lo poco de abierta que estaba la puerta. No había ningún ruido dentro, así que se le hacía que no había nadie. Se sintió algo desubicada, pero terminó por abrirla completa cuando parecía que no había ningún peligro que correr o algo que interrumpir

Adentro efectivamente no había nadie, ni tampoco algo. De hecho se dio cuenta que faltaban cosas. Jungeun no siempre usaba esas máquinas, pero ahora estas ni siquiera estaban y la cama estaba desarmada. Jinsoul encontró algo raro cuando se da cuenta que muchas cosas faltan, incluso cosas propias de Jungeun, así que se sintió muy extraña

No sabía si era un trauma con esa clase pasadas en las que no había nadie en la habitación y se llevaron sus cosas, pero salió apresurada de su habitación. Lo que sí cuidó dejar la puerta tal como estaba y recién salió, no literalmente, corriendo

Su silla la acompañó en la velocidad por la que pasaba por todo el hospital. No sabía bien cómo encontrar una respuesta, su idea tal vez más factible era encontrar a la doctora de Jungeun que siempre estaba con ella y la única que ha visto tantas veces, o la otra es ir al lugar donde la operaron y ahí también se podía encontrar a la doctora

Al llegar a la sala donde regularmente dejaban a Jungeun, se encontró con que ya no atendían a esa hora. Entonces se devolvió algo decepcionada, no le quedaba otro lugar más que ir hacia literalmente otro extremo

Se fue por un lugar más largo, pero al final llegaba más rápido porque podía acelerar más. Ya llegando donde creía que era, porque no estaba muy segura, vio al final del pasillo una figura, acercándose más se dio cuenta que era Taeyeon. Ahora al saber que estaba ella, aceleró más con tal de saber lo más rápido posible

Taeyeon se dio cuenta de la presencia a lo lejos de Jinsoul, así que volteó su cabeza. Al verla, le da una sonrisa cálida. Jinsoul disminuyó su velocidad porque sabía que si Taeyeon estaba sonriendo era por algo, era porque estaba feliz, además era una más especial que sus sonrisas habituales

—¿Cómo estás, Jinsoul?— Preguntó amigable, justo la mencionada se estaciona frente suyo

—Yo bien...— Respondió queriendo cortar ese tema —Fui a la habitación de Jungeun y ella no estaba, ¿Sabe dónde está y si está bien?—

─✧ miracles maker /lipsoul/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora