─✧ miracles maker /lipsoul/

XXXVII

Cuando Jinsoul se tuvo que ir del hospital, ella y Taeyeon intercambiaron números, con tal de estar al tanto

También Taeyeon llegó a la conclusión que sería bueno darle a la rubia su celular propio, pero debía de ahorrar para eso

Ya habían pasado dos días desde que fue al hospital, recién ese día, después de una larga llamada con Taeyeon, se podía ella juntar con Jungeun en su hogar. La casa de Jinsoul era más cómoda, especialmente para la nombrada pensando en que en la de Jungeun, necesitaba subir de la escalera. Por eso estaba más feliz que sea en su hogar

—Jinsoul— Llamó Hyejoo —Hey, deja de moverte, te quiero hablar—

—Para empezar, con suerte me puedo mover— Apuntó a sus piernas, entre su ansiedad, le dio por probar gastarla en moverse de pie y le estaba funcionando

—Pero escuchame por lo menos— Se quejó la menor

—Eso estoy haciendo, puedes hablar, dale— Incentivó con los brazos cruzados

—Voy a salir mientras tú estás con Jungeun, así que no me esperen. Aunque al menos tú no creo que si quiera te acuerdes de mí— Opinó con la pura y santa verdad

—Tal vez no me acuerde de ti, pero cuando pregunte por qué vas a comer si te voy a extrañar— Desafió sin convencer a su hermana

—Sí, bueno...— Tomó lo último que le faltaba y se fue caminando a la puerta

—Hey, espera, dime por lo menos dónde vas— Pidió Jinsoul antes que la menor tocara la puerta

—Con Yerim— Miró extrañada por la protección —Y mi papá me está llevando, no te preocupes por primera vez tanto—

—Ja, como si fuera la primera vez— Bromeó —Ya, anda— Lo dijo como si estuviera molesta, entonces se siente la puerta abrirse para luego escuchar cómo se cierra a la vez

Reposó finalmente sentándose en el sillón, su silla había quedado muy lejos, necesitaba respirar un poco, la verdad era la hora, pero tampoco es como que la rubia, o Taeyeon en este caso, sea la cosa más puntual, Jinsoul solo contaba los segundos exactos que faltaban y después de los que se excedió

—Jinsoul— Ahora se escuchó la voz de su madre acercarse

—Si...— Susurró desde el sofá para luego verla aparecer por el pasillo

—¿Qué vas a comer tú?— Preguntó ella —Y Jungeun también, necesito saberlo—

—A mí dame lo que sea para cenar, y Jungeun...— Pensó un momento antes de contestar —En el hospital no nos daban nada de cenar, así que no sé qué le puede gustar a ella. Por lo menos en el desayuno se notaba que prefería cosas dulces—

—Dulce, lo tendré presente— Entonces con esa idea se fue a la cocina

Cuando Jinsoul volvió a tomar un suspiro, el timbre del hogar sonó y la hizo saltar en su propio asiento. Sin pensar en algún malestar en su cuerpo, salió levantándose bastante rápido y abrió la puerta al segundo, dejando ver a Jungeun que estaba con su mano a punto de tocar otra vez

—Jungeun— Mencionó con una sonrisa, sus ojos volviéndose dos estrellas

—Jin...— Jungeun había quedado sin palabras, era la primera vez que veía a Jinsoul de pie, sabía que era más alta, pero en ese momento sintió algo extraño, como si se estuviera enamorando más

—Vamos, entra— Pidió tomando de su mano, haciendo que entre a la casa

Después de que esté dentro, con su otro mano tiró la puerta para que se cerrara. Con pasos hacia atrás mal hechos, se sentó en el brazo del sofá y quedó en frente de la rubia que la miraba algo curiosa, era un rostro bastante tierno