XLVII

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Jungeun durante esa noche, estiró sus manos, hsciendo una clase de ejercicio para estirar su cuerpo. Acababa de comer, se sentía algo cansada ya y era lo que muchos consideraban como temprano

De la nada su puerta se escuchó ser abierta, entonces se hizo ver la doctora por la puerta, esta se asomó con inocencia, le brinda una sonrisa y entra ya de forma definitiva, cerrando despacio detrás suyo

—¿Cómo estás hoy, Jungeun?, ¿Te comiste toda tu comida?— Preguntó aunque se podía ver que dejó una sola cosa y lo otro estaba impecable

—Sí, sí lo hice, pero no pude terminarlo, era mucho— Se justificó y se posicionó mejor en la cama en el borde

—Debes comer bien— Entonces fue en busca de lo que era el plato que debería estar vacío, pero no lo estaba 

—Sí, lo sé. Era mucho, estoy llena— Para expresar mejor, llevó las manos a su estomago y lo sobó 

—No te preocupes, desde ahora, solo piensa en mañana— Aseguró con felicidad, retiró de las cosas que molestaban, dejándolas en un carrito para que después se la lleve 

—¿Qué hace aquí?— Dijo sin intenciones malas —A estas horas ya debería estar en casa y se supone que vendría la enfermera en unos minutos—

 —¿No puedo hacer el papel de enfermera también?— Preguntó de forma divertida colocándose frente a ella, Jungeun le levantó los hombros sin saber qué decirle —Quería hacerlo de pasada, vine a dejar algo para ti, mejor dicho, me tienen de paloma mensajera— Apuntó hacia la otra que ladeó la cabeza 

—¿Un mensaje?— Intentó mover la cabeza para ver hacia todos los lados que se iba la doctora, esta del carrito sacó una mochila y después fue buscando dentro

—Ten, te lo manda Jinsoul— Finalmente sacó un peluche, este era una gran osa de color rosado, más o menos del tamaño de sus brazos —Me lo dio cuando vino hoy temprano— Entonces la otra lo tomó entre sus brazos 

Los ojos de Jungeun brillaron, la forma en que lo tomó fue como si tomara lo que más anhela en sus brazos. Lo primero que hizo al tenerlo, fue olerlo, tenía el olor de Jinsoul, a su perfume que era una combinación suave de varonil y femenino, la verdad no sabía definirlo, pero era su olor favorito. Después miró más al peluche, estaba como nuevo y no sabía decir si Jinsoul siempre lo tuvo para oler como ella o no

—Ustedes dos se aman mucho— Comentó la doctora mientras veía a Jungeun deslumbrarse con aquel peluche —Nunca había visto, una pareja que admire tanto—

—Por cierto, ¿Jinsoul dijo algo más?— Preguntó y la otra se dispuso a pensar

—Ella dijo que, te amaba, que te iba a extrañar, que esperaba que todo saliera bien, que se tenía que ir hoy durante la tarde o noche. Nada que no sepas— Sonrió con la última frase, Jungeun se llevó un sonrojo y la hizo reír —¿Llevan dos años, verdad?—

—Como pareja, sí— Se volvió a sentir avergonzada y abrazó al peluche 

—Desde un principio se notaba una chispa diferente, tal vez la vida para ustedes no les dio fácil, pero aquí están— Volvió a mostrar su felicidad 

—¿Cómo sabe que éramos algo más?—

 —Tu madre me dijo, pero como te decía, noté desde antes una vibra diferente entre ustedes— Sus manos para expresarlo

—¿No pensó que era algo extraño?—

—No, claro que no. No soy de ese tipo de personas, hay muchos por este hospital, pero yo no, querida— Le acarició la cabeza de forma cariñosa, la otra asintió

─✧ miracles maker /lipsoul/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora