Infamous || Sukufushi

08

Capítulo 8

Por alguna razón en ese momento Megumi no pudo rechazar el ofrecimiento de Sukuna y la negativa que automáticamente salía de su boca cuando alguien lo invitaba a salir, ni siquiera fue capaz de pronunciarla. Fushiguro acostumbraba llegar temprano a casa y nunca se desviaba del camino pero esta vez quería acompañar a Ryömen.

— Está bien, te acompañaré — contestó Fushiguro jugueteando con sus dedos — aunque debo enviarle un mensaje a mi padre.

Probablemente al padre de Megumi no le gustaría la idea de que su adorado hijo se quedará fuera de casa hasta altas horas de la noche, pero una vez en la vida no le haría daño pensó Megumi, en cuanto llegarán al sitio al que Sukuna quería ir le enviaría algún mensaje.

En cuanto esa respuesta abandonó sus labios los odios de Megumi fueron acariciados por una ronca risa de satisfacción por parte de Sukuna, este melodioso sonido hizo que Fushiguro levantará la vista para poder observar el perfil algo inclinado de Ryömen. Su guapo rostro era iluminado levemente por las farolas y las luces de los autos mientras las esquinas de sus labios se encontraban elevadas en una sonrisa sensual, una que parecía muy genuina, no sabía porque, pero Fushiguro tenía la sensación de que Sukuna no reía o sonreía realmente con frecuencia.

— Me alegra que aceptes Meg — dijo sin apartar la vista del camino girando en una calle de un solo curso cambiando de dirección — Iremos a un club nocturno.

***

En cuanto entraron al establecimiento Sukuna ignoró a las personas que se acercaban para saludarlo, no gritaron ni se abalanzaron sobre él, solo hicieron ademán de acercarse y otros lo saludaban con un asentimientos y el movimiento de sus manos, algo que sorprendió a Fushiguro pues se suponía que Ryömen Sukuna era muy conocido. probablemente se debía a alguna regla del establecimiento que prohibía esa clase de asedio. Ryömen sujetó la mano de Fushiguro y sin esperar que alguna persona lo atendiera se dirigió a la zona Vip donde escogió la mesa más espaciosa y mejor ubicada murmurándole que tomara asiento, Megumi que se sentía algo desconcertado por las luces, el sonido y la sensación aplastante de ver a tantas personas reunidas tomó asiento algo cohibido.

El lugar era enorme, en el piso inferior estaba la pista de baile, un Dj y una zona donde habían mesas bajas con sillones y puff cuadrados, toda la decoración del lugar era en tonos negros y vino. En el piso superior solo habían mesas y muebles muy elegantes, desde allí podía observar la pista  del piso inferior. El ambiente estaba muy animado y las personas en la pista bailaban sin vergüenza, en cuanto Sukuna tomó asiento junto a él una camarera muy hermosa y exuberante se acercó ofreciéndoles una bandeja con tragos.

Para Megumi no pasó desapercibida la mirada que la camarera le dedicó a Sukuna, como si lo estuviera devorando con los ojos, luego miró a Fushiguro brindándole una sonrisa lasciva. Sukuna que seguramente también había notado la mirada de la mujer arqueó una ceja, cruzó las piernas y rodeó los hombros de Megumi.

— No pretendes que tome algo de tan baja calidad ¿Verdad? — habló Sukuna con su habitual tono egocéntrico y autoritario.

La chica se avergonzó bajando la mirada sin saber que decir, aunque su tabla de salvación llegó cuando un hombre con traje y aspecto simple se acercó y le dio una mirada fija lo que permitió que la mujer se fuera, el hombre tenía otra bandeja en sus manos con una botella exquisita de whisky y tres vasos de vidrio.

— Hey Sukuna, no tenía idea de que vendrías hoy así que solo puedo ofrecerte esto  — saludo moviendo la bandeja en sus manos y elevando un poco la voz para ser escuchado a pesar de la música para luego centrar su mirada altanera en Megumi.