Infamous || Sukufushi

13

                       

    

                        Capítulo 13

Las horas transcurrían lentamente, en cuanto Megumi miraba por la ventana de su salón, ni siquiera podía concentrarse en la clase, el cielo ya comenzaba a teñirse con colores carmesí, el sol ya se estaba ocultando bajo el horizonte dando aviso a la llegada de la noche.  

Muchas cosas pasaban por su cabeza, sobre todo el hecho de que en menos de un día Sukuna se había barrido las barreras de su sentido común, se había escabullido en sus pensamientos y nada podía sacarlo de allí. ¿Cómo se llamaba esta clase de sentimientos? 

Era como sentirse tembloroso, ansioso pero alegre, como si le faltara el aliento, Megumi no había tenido esa clase de interés y por mucho tiempo incluso creyó ser arromantico, solo había sentido una especie de amor platónico por el compositor de Infamous, y aun estaba interesado, pero era una sensación diferente.  

De aquel compositor no conocía nada, ni siquiera su rostro, solo las letras de sus canciones, esa fue la primera vez que Megumi sintió un poco de atracción por alguien, pero él mismo sabía que era algo platónico, más admiración que un deseo romántico o sexual.

Esto lo llenaba de frustración el no poder identificar lo que estaba sintiendo ahora, aunque probablemente podría descartar el amor, no creía que fuera tan fácil enamorarse, el amor debía tomar tiempo y dedicación, tal vez Sukuna solo lo atraía físicamente, no tenían nada de experiencia en relaciones, la mayor parte de su vida, desde que tuvo conciencia y sentido de la responsabilidad, su única meta a cumplir había sido mantener feliz a su padre, estuvo tan concentrado en ello, que dejo todo lo demás de lado. 

Para Megumi su padre era la persona de sangre más cercana que tenía, el mayor ejemplo de esfuerzo y dedicación, se había encargado de cuidar de él y su hermana mayor, ella se había marchado luego de independizarse y solo quedaba el hijo menor para llenar el vacío.

Megumi siempre creyó que siendo un buen hijo, educado, inteligente y obediente, podría retribuir todo lo que su padre había hecho por él, 

Ahora que lo pensaba su dia a dia realmente era monótono, y sus ambiciones también eran simples, ni siquiera pensaba en casarse o tener una familia, y con lo estrictamente sobreprotector que era su padre salir con alguien sería misión imposible, sinceramente Megumi jamás se había esforzado en salir con alguien. 

A pesar de eso recibía muchas propuestas y chocolates en San Valentín.  

Su codo permanecía sobre la superficie de madera, su brazo firme y recto en cuanto su mejilla descansaba en la palma de su mano, su mente era una cascada de pensamientos y que fluían en todas direcciones, quizás su mayor problema era sobre pensar todo, esto lo llevaba a tornarse indeciso. 

Había días en los que sentía que se ahogaría en sus propios pensamientos, estos parecían querer enredarse en su cuello apretando cada vez con más fuerza, en cuanto su espíritu libre trataba de sobrevivir manteniéndose de puntillas en aquel enorme océano de opciones sin fin. 

Quizás estaba siendo muy ganancioso, porqué aunque le gustará a Sukuna eso no significaba que sería algo serio, tal vez solo jugaría con él unos días y luego seguro lo dejaría por alguna otra persona.  

Sin duda necesitaba dejar de pensar en cosas sin importancia. 

—  ¡Fushiguro! ¡Megumi Fushiguro!

La voz exasperado del profesor Gojo Satoru le hizo dar un respingo sobre su asiento, en ese momento cayó en cuenta de que se encontraba a solas con el profesor.