Sukuna Ryömen conocido vocalista principal de la banda Infamous. Amado por unos odiado por otros, lo cierto es que a él nada le importaba, ni las habladurías, los chismes e insultos a sus espaldas. Nada, vivía su vida al máximo, con rudeza, sin mied...
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Capítulo 12
Poco a poco comenzó a despertar debido a un extraño olor que hacía escocer su nariz y garganta, Aun medio dormido Megumi golpeó su cabeza contra la almohada, sin duda alguna su padre estaría haciendo un intento más por preparar algo de comer para él.
Tosiendo un par de veces y con la pereza dominando cada poro de su piel dio la vuelta en su cama para quedar boca arriba, admiró el techo blanco de su habitación como si fuera el objeto más intrigante de la creación, su cuerpo letárgico parecía hecho de piedra mientras mantenía los ojos abiertos sin parpadear.
Luego de sabrá dios cuánto tiempo en aquel estado de trance, a sus oídos llegó el sonido de un par de toques en la puerta de su recámara haciéndolo salir de aquel estado de entorpecimiento.
— Gumi, es hora de levantarse, me han llamado temprano de la estación, aún así quería hablarte de algo antes de irme — aunque la voz de Toji fuera amortiguada por la distancia, Megumi podía notar el tono autoritario y algo cariñoso de su padre — toma una ducha, te estaré esperando en la cocina.
— Ya voy padre — fue su plana respuesta.
Escuchó los pasos de Toji alejándose así qué con algo de reticencia se levantó para tomar su celular el cuál se encontraba en la mesita de noche. Al desbloquearlo notó que tenía un par de notificaciones y algunos mensajes.
— ¿Número desconocido?…."espero que mi musa tenga dulces sueños". — leyó en voz baja el contenido del mensaje — Oh…¿Ryömen? Eran las cuatro de la mañana cuándo me envió esto.
De golpe los recuerdos del día anterior lo invadieron haciéndolo despertar por completo mientras que su rostro se tornaba carmesí, la bandita en su dedo era la prueba tangible de que no había sido un sueño, Incluso se había atrevido a llamarlo "musa" cubrió su rostro con el celular mientras en su mente se repetía una y otra vez la frase de aquel mensaje.
Su corazón latía rápidamente mientras su sangre parecía correr por sus venas como un rio de fuerte corriente. Aquella sensación de vértigo nuevamente se adueñaba de su cuerpo.
— ¿Cómo obtuvo mi número? — meditó luego de cierto tiempo surtando,— creó que primero debería calmarme. — dejó el celular en su lugar para tomar una ducha y algo de valentía para responderle.
***
Para ese momento ya había tomado una ducha, se había vestido y ahora se encontraba sentado en la orilla de su cama borrando y escribiendo posibles respuestas que terminaban siendo descartadas una y otra vez. Aún no sabía que decirle a Sukuna, no quería sonar muy frío con él pero tampoco podía sonar tan ansioso.
Realmente quería arrancar sus cabellos de la frustración, sus mano temblaban y por alguna desconocida razón comenzó a sudar frio, todo por un estúpido mensaje.
