𝐵𝑟𝑜𝑘𝑒𝑛

•Afraid

[Capitulo 02]

Nos sentamos en el sofá los tres, estaba un poco más calmado, tenía una venda en mi tobillo debido al ligero corte a causa del vaso de cristal roto.

Nos sentamos en silencio durante minutos, daban las dos con cuarenta de la madrugada, me sentía temeroso.
No dejaba de pensar en esa horrible pesadilla, fue tan real, tan atemorizante.

Repetía la misma pesadilla una y otra vez en mi mente, sin darme cuenta que volvía a humedecer mis mejillas a causa de las lágrimas saladas que descendían de mis ojos un tanto rojos e hinchados.

Luzu me dio un vaso de agua y se puso de rodillas ante mi, y me tomó del hombro, esbozó una sonrisa reconfortante.

—Amigo ¿que te ocurrió? ¿Por que saliste así de la cama?—cuestionó con un tono de preocupación, me limité a contestar, baje la mirada hacia el vaso con agua que sostenía.

Lo observé a los ojos durante unos segundos, pude notar en su mirada cierta preocupación, tristeza, cansancio y demás, sus ojos estaban vidriosos...

—Se que es muy, muy difícil—prosiguió, tomó mis manos y las acarició, yo sentía que no podía más, todo esto me parecía tan irreal, observé a Rubén, tenía la mirada perdida y sus manos en los bolsillos de su sudadera blanca—Pero tú puedes con esto!—intento darme ánimos, pero lo único que necesitaba o que me haría sentir mejor era un abrazo de Willy.

Y joder...
Eso no pasará.

—No puedo—musité y apoye mi cabeza hacia atrás en el respaldo del sofá con la voz rota—El era mi felicidad—esbocé una triste sonrisa y reí con ironía—Y me la arrebataron, y lo que más me jode Luzu! Es que no se quien carajo lo hizo—lleve mis manos hasta mi rostro y lo cubrí con desespero—Guillermo no merecía nada malo joder! El día en que le pedí matrimonio le prometí que no dejaría que nadie le hiciese daño!—resoplé y no pude evitar romperme en lágrimas.

Le había propuesto matrimonio una semana antes de ese maldito día!
Me sentía horrible, le fallé, deje que lo lastimaran.
¿Como se supone que siga con mi vida sin el?
Que el era mi vida entera!
Y alguien sin corazón me lo arrebato...

Luzu se incorporó, y se sentó a lado mío, sollozaba, el al igual que yo rompió en llanto, no hizo más que abrazarme, Rubius se colocó a lado de mi e igual me abrazó llorando...
Hasta quedarnos dormidos los tres entre lágrimas en el sofá.

Desperté en mi habitación a las once con treinta de la mañana, debido que la noche anterior no fue la mejor...

Desperté solo, aunque esa sensación de soledad ya la había experimentado cuando te perdí...
Y hasta la fecha sigo sintiendo ese enorme vacío en mi, me faltas tú, me falta tu risa, tus abrazos y besos por las mañanas al despertar.
La verdad creo que jamás podré aprender a sobrellevar tu pérdida, eras mi mundo, mi universo, mi vida, mi razón, mi motivación...
Joder que tú eras mi todo.

Decidí salir de la cama ya que tenía un hambre que flipas, frote mis ojos con ambas manos y observé a mi alrededor y sentí de nuevo esa horrible sensación de soledad que no puedo con ella.

Pero no le di más vueltas al asunto y salí de la habitación directo a la cocina, un delicioso aroma me hizo olvidar por unos segundos mi tristeza.

Rubius estaba sentado en un banco y desayunaba en la barra, asumí que no hacía mucho que se habían levantado, Luzu cocinaba.

Tome asiento a lado de Rubén y les di los buenos días a ambos, device lo que Luzu cocinaba, eran unos panqueques con un huevo revuelto y tocino.

Luzu giró para observarme y sonreírme cálidamente.

—Estaba Justo por ir a despertarte—tomó un plato y me sirvió el desayuno, yo le sonreí y agradecí—Bueno, espero que os guste—esbozó una bella sonrisa y tomó asiento frente a nosotros.

Rubén me observó con la boca un poco llena de comida y me dijo—:

—Luzu hace unos panqueques que flipas—Habló con la boca llena lo cual nos causó una carcajada a ambos y volvió a su tarea de comer.

Y por esos pequeños minutos olvide todo mi dolor, todo se sentía bien, pero aún sentía un hueco en el estómago, como si algo me faltara para estar completo.
Y era más que obvio que era ese "algo".
Ese algo era Willy, mi pequeño sopa de veneno...

Estaba sentado en el sofá mientras veía televisión, Luzu terminaba de lavar los trastes sucios y Rubius guardaba las cosas como la miel, y los ingredientes del desayuno.

Esa sensación de tranquilidad no duró mucho, sin darme cuenta una pequeña lágrima recorría mi mejilla, Rubén se percató de ello y decidió acercarse.

Tomó asiento a mi lado y me miro con pena, me coloco su mano en mi mejilla y seco mis lágrimas, yo me limité a solo suspirar.

—Samuel, quieres hablar conmigo?—Musito y me regalo una sonrisa tímida,y la verdad es que si necesitaba hablar con alguien, asentí y limpie mi nariz.

—Anoche, me levante de la cama por que tuve una pesadilla—apuñe mis labios y resople, me dolía pensar en todo aquello, ya que recordar es vivirlo de nuevo—Y no quería despertaos así que me fui a la cocina y ahí me derrumbé—le dije por lo bajo con la voz frágil.

Me coloco su mano en mi hombro y lo acaricio.

—¿Que ocurrió en esa pesadilla?

—Creo que tengo flashbacks del accidente—mis ojos estaban vidriosos, limpie mis lágrimas y traté de seguir—Volví a esa noche y pude escuchar el disparo—solloce, y cubrí mi boca con una de mis manos, Rubius se quedó sin palabras, Luzu se percató de lo que ocurría y se dirigió a donde nosotros—No puedo creer que ya no esté conmigo—Luzu me abrazo y yo a él, y me solté a llorar.

—Calma Samu—me acaricio el hombro y Rubius se unió al abrazo—Puedes llorar todo lo que quieras my friend.

Es increíble no?
Como mi vida cambio por completo.
Jamás volvería a estar a tu lado, pero cariño, me llevará años poder asimilarlo.