𝐵𝑟𝑜𝑘𝑒𝑛

•heartbeat

[Capitulo 20]

Nos mantuvimos unos minutos abrazados, mi mente divagaba, seguía procesando todo aquello.
Tenía tanto miedo...

Me aferré al abrazo, como si fuese el último, apuñe mis ojos dejando salir lágrimas.
Sollozaba, los tres sollozábamos.

Luzu se apartó un poco para poder apreciarme mejor, Rubén coloco su mano en el hombro de Luzu y la otra en mi hombro, observé sus gestos, sus ojos parecían estar irritados por todas las lágrimas.

Luzu puso su mano contra mi mejilla suavemente y con cuidado.

—¡Nos preocupaste Samuel! ¿En que estabas pensando?—frunció su entrecejo y empezaron a cuestionarme.

—¿Pero que te pasó? ¿Estas bien?—indagó Rubén con la misma expresión de Luzu.

—¿Que te ocurre? ¿Sabes cuánto nos asustamos? Creímos que habías cometido una estupidez, ¿Samuel, en que pensabas de verdad?

—Fui a verlo—dije en un suspiro con mi vista perdida.

Se observaron entre ellos con cierta duda para después volver su mirada a mi.

—¿A quien? Samuel

—No estaba allí, donde se suponía que tenía que estar.

Un silencio nos inundó, observaba la intriga en sus ojos con algo de temor, no sabían a qué me refería aparentemente.

—¿Que quieres decir?—murmuro Rubén mirándome muy atento.

—Willy, el no estaba en el ataúd—dije sin más.

Sentía como se me helaba la sangre, observé los gestos de incredulidad de Rubén y Luzu, intercambiaron miradas.

Me canse de esperar una respuesta, así que, en un movimiento rápido saque las llaves de casa y abrí la puerta entrando a mi desastroso hogar.

Ellos no tardaron en ir detrás de mi haciéndome más y más preguntas, a las cuales no tenía respuesta alguna...

—¿Pero de hablas tío? De que vas?—Alzaba la voz un Luzu bastante desconcertado.

Ignoraba todas sus preguntas, simplemente me concentré en buscar aquellos papeles que ahora no tenían ningún sentido.
El informe pericial de necropsia.

—¿Samuel pero que está ocurriendo?—gritaban con desespero.

Querían una respuesta, pero, como les doy una respuesta si ni yo mismo se cual es esa respuesta, la cual tal vez pondría fin a todo mi sufrimiento.

—¡Samuel!—exclamaron ambos al unísono.

—¡Pero que estás buscando hombre! ¿Quieres contestarnos de una vez?

—¿¡Ustedes pueden callarse de una vez?!—vocee clavando mi mirada en ellos, una vez que se detuvieron proseguí a seguir buscando.

Por fin después de un rato encontré la necropsia, Rubén y Luzu tomaron asiento en el sofá expectantes.

—¿Nos explicas? Por favor—mencionó Rubén quien jugaba con sus manos nervioso.

—Solo hazlo más lento y preciso.

Les lance una mirada fulminante, deje caer los papeles sobre la mesa y comencé a hablar.

—Fui al cementerio, quería despedirme de el una última vez, y bueno—relamí mis labios y pensé un instante, todo era tan extraño—quería verle, comencé a excavar hasta llegar al ataúd y al abrirlo el no estaba ahí, jamás lo estuvo—se observaron y me observaron a mi devuelta, no los miraba muy convencidos, apuñe mis labios y tome asiento—Escuchen, desde hace semanas había estado soñando con Willy, me daba cierta clase de pistas y consejos, por algún motivo, llegó a decirme que le olvidara y me fuera lejos pero cuando fui a buscar su informe médico alguien ya lo había tomado y contacté al forense y me dio esto—señalé los papeles de la necropsia—Una copia de la necropsia, pero actuó muy raro—fruncí mi entrecejo y tomé los papeles abriéndolos con cierta rapidez— Y si os fijáis aquí dice que murió por un trauma de bala en la cabeza pero ese mismo día yo—los observé y vi sus caras de confusión con algo de miedo...

En ese instante me sentí miserable, sabía que no me creían, tal vez contarles era una estupidez.
Pero recordé esas palabras que me dijo el en uno de mis tantos sueños.

Confía en tu intuición.

—Yo soñé con el, le pregunté donde le habían disparado, y el respondió que en alguna zona del brazo—dije firme y seguro de mi—¿Acaso no lo ven? Nada concuerda! ¡Nada de los hechos—mencione haciendo un movimiento de manos para simular comillas—Concuerda con lo que el dice!

Espere una respuesta durante unos segundos, nervioso...

—Samuel es solo un sueño, tú mente...—murmuro Luzu apenado.

—¡No! ¡No es un simple sueño! Es el, siempre a estado comunicándose conmigo! No se como, pero lo hace, de alguna forma u otra, quiere decirme que ocurrió en realidad.

Ruben frunció su entrecejo y estiró su mano hacia mi.

—Déjame revisar ese informe—le entregue el informe con cierta tranquilidad y nervios.

Se dirigió a la barra de la cocina y se detuvo leyendo cuidadosamente cada palabra de ese informe, cada detalle, cada firma, cada sello, todo.

Tardo una hora y unos minutos más, revisando cada detalle, buscando información en el ordenador, en los periódicos físicos y digitales cada detalle de lo ocurrido esa noche.

Hasta que al final dejo todo de lado y pensó, se paralizó, yo trataba de buscar su mirada temerosa, hasta que me dirigió la palabra.

—Es falso—ambos clavaron su vista en mi, mi corazón dio un vuelco, mi vista se nubló por poco y me desmayo.

Eso podría significar que el, que, que el...
Que Willy, Willy siguiese con vida.

—¿Pero que dices?—decía Luzu nervioso y con lágrimas en los ojos.

—Una informe casi perfectamente alterado, lo hicieron muy bien, pero, esto podría decir que el tal vez siga con vida—observé su terror en su mirada, resopló y llevó sus manos hacia su rostro.

—¿Quien querría engañarnos con algo así? ¿Por que querrían hacernos pensar que lo asesinaron?—decía Luzu casi gritando, no paraba de caminar en círculos.

No lo pensé dos veces, simplemente tome mis llaves y salí de casa, sin abrigo, sin nada, no importaba el frío que hiciese y no importaba si el clima era lluvioso.

Salí corriendo furioso de casa.

A buscar una respuesta.

Una respuesta para tratar de reparar mi corazón roto.