•Storm

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[Capituló 09]

Frank me observaba atento mientras yo intentaba buscar los cojones para expresarme sin que la voz se me quebrara.

—Lamento todo lo que estás pasando de verdad—bajo la mirada y jugo con la pequeña cuchara del café—El era mi mejor amigo, lo apreciaba mucho y no puedo imaginar como lo estás pasando, por que si a mi me duele no quiero ni pensar el infierno que estás viviendo—dijo tranquilo y me miro de soslayo.

Asentí, hice una mueca y relamí mis labios para volver a hablar.

—Siento como si me hubieran robado la vida Frank—lo observé directamente a los ojos, inundados de lágrimas—Y todo lo del psicólogo me agobia bastante!—alce levemente la voz—Luzu y Rubius intentan ayudarme pero a veces me agobian demasiado!

—Hey amigo—tomó mis manos de nuevo y esta vez no las aparte—Sabes que siempre puedes contar conmigo, quizá ya estés harto de estas palabras y no te lo volveré a repetir, no quiero agobiarte—dijo con una leve carcajada y se me escapó una risa a causa de sus palabras.

Por que joder! Era verdad!
Estaba tan cansado de escuchar eso, "Estoy contigo" "Todo estará bien" "tranquilo, estamos contigo" "lamento tu pérdida"
Jo' que ya lo sé! Pero esas palabras no bastan para hacer que me sienta mejor de la noche a la mañana! Que perdí al amor de mi vida, entiendes?
AL AMOR DE MI VIDA.
Estoy agradecido de que las personas de mi alrededor se preocupen de mi bienestar mental, pero que esas palabras las e escuchado varías veces!
Solo quiero olvidarlo! Olvidar toda esta mierda!
Solo quiero dormir, dormir...
Olvidar todo, escapar de esta realidad de mierda.
Solo quiero dormir, soñar con el, con sus labios, sus abrazos, todo!

—Que te parece si te acompaño a casa eh? Es tarde y Luzu y Rubius deben estar preocupados.

—No quiero verles—susurre por lo bajo

—Vamos amigo, seguro no fue tan grave la discusión—me regalo una sonrisa confortante y se puso de pie—Anda vamos amigo

—Les dije que creo que Guillermo sigo con vida, dijeron que es una estupidez, y que acepte que ya no esté—solté todo del tirón, de verdad necesitaba sacarlo...

Se quedó perplejo y tomó asiento de golpe, frunció su entrecejo y relamió sus labios, estaba esperando una respuesta diferente a las de Luzu y Rubius, pero era de esperarse lo que diría.

—Samuel—llamó a mi nombre tímido—No te crees falsas ilusiones, te dañará más amigo...

—Sabía que dirías eso—añadí con mi semblante vacío y me levanté de la mesa—Gracias por esto Frank—agradecí y me marche.

¿A donde? A casa definitivamente no...
Ni de puta coña, o bueno al menos no por ahora, estoy molesto ellos deben de estar molestos.
Y no me apetece otra discusión.

Camine por horas, divagando, cuestionándome a mi mismo, todo era tan confuso y extraño

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Camine por horas, divagando, cuestionándome a mi mismo, todo era tan confuso y extraño.
La vida era tan confusa y extraña sin ti.

Pase por un hospital, pero no era un hospital cualquiera, montones de flashbacks venían a mi cabeza inundando mis ojos.

Me quede helado frente las puertas de aquel hospital.
Millones de pensamientos.
Millones de ideas.
Millones de emociones.
Emociones, sensaciones horribles, un gigantesco nudo en mi garganta.

Mi mente al paso de los segundos seguía recordándome vívidamente todo lo ocurrido aquel maldito día...

Luces azules y rojas me cegaban, sentía un vacío en el pecho, me arrastraba por el suelo con debilidad y mi vista nublada por las lágrimas.
Por el temor de que algo le pasase.
Cuando por fin device su silueta al fondo de la otra habitación sentí alivio pero ese alivio desapareció cuando un hombre enmascarado pasó a lado de mi.
Fruncí mi entrecejo por la rabia y el dolor por la bala en mi abdomen.

Se inclinó sin decir nada y tomó mi barbilla para obligarme a verlo.

—No te atrevas a tocarlo hijo de puta—intente decir con mi último aliento, con mis últimas fuerzas, derramando mis lágrimas.

El no dijo nada, no me importaba que me matase o que me pasara algo a mi.
Quizá esas hubieran sido mis últimas palabras, en el caso de que me hubiese pasado lo mismo que a Willy.
El era mi prioridad, pero lamentablemente solo me dio un fuerte golpe que me dejo inmóvil en el suelo.

A los segundos pude apreciar su sombra levantando a Guillermo a horcajadas, solo pude apreciar como apuntaba con el arma y ese terrible sonido me dejo atónito...
Grite, grite, grite con todas mis fuerzas, con todo mi aliento, estaba débil, tenía dolor pero al escuchar el sonido del disparo grite como jamás en mi vida había gritado.

Y eso fue lo último que vi, después desperté en ese mismo hospital en donde me encontraba parado justamente.
Desperté con Rubius y Luzu llorando, Luzu tomaba mi mano, mi primer pensamiento fue el...

—¿Donde está Guillermo?—observé a Luzu desesperado—Luzu! Dime que está bien! Porfavor dímelo—supliqué con mis ojos inundados.

Recuerdo el día, yacía una fuerte tormenta afuera, sentía frío, vacío, dolor, pero no dolor físico, ni si quería recordaba que me habían disparado. Mi dolor era emocional.

—Samuel, lo siento muchísimo...

—No—dije en un suspiro volviendo a mi presente.

Sin darme cuenta, lágrimas recorrían mis mejillas, decidí secármelas y entrar al hospital.
Cruze las puertas y me dirigí a la señorita de la recepción.

Tal vez resuelva alguna de mis dudas...

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