Finalmente llegó el baile de los Lockwood. Antes de centrarnos en nuestros cuatro protagonistas, seguro que estará interesado en saber que Lady Debenham se encontrará a su nieta junto al señor Brandrick en una situación bastante comprometida por lo tanto, no queda otra opción más que el compromiso. Lady Debenham no estará muy de acuerdo con el futuro marido de su nieta pero tampoco le queda otra opción, mirando el lado positivo, al menos Ursula llegará a casarse. Cosa que no sabemos si les pasará a nuestros cuatro protagonistas.
Pero, vamos a trasladarnos al presente. Los Sterling fueron los primeros en llegar a la casa de los Lockwood. Y es que era tradición llegar los primeros a la casa de sus amigos ya que así cuando aparecieran los invitados estos ya estarían acompañados. La música había comenzado y con ello, las bailarinas. La cantante aparecería en unos minutos.
Nada más llegar al salón, Gilbert se quedó estupefacto antes las bailarinas. En un momento, una de ellas se giró y se le quedó mirando mientras le sonreía. Al joven conde casi le da un infarto y es que era Sabrina, una antigua "amiga". La última vez que se vieron fue unos meses antes de que éste y Anthony se marcharan al extranjero, desde entonces no la había vuelto a ver. Hasta ahora.
Por otro lado, Rose decidió buscar a su amiga Amelia arriba en su cuarto, dejando a sus hermanos y madre en el salón. Subiendo las escaleras se encontró con el duque que la observaba desde lo alto de esta.
—Buenas noches, señorita Sterling.
—Buenas noches, Lord Wellington.
— ¿A dónde se dirige?, ¿no debería estar abajo esperando a los demás invitados?, o... ¿es que acaso viene a terminar lo que comenzamos en la casa de Lady Debenham? —Preguntó Anthony sonriendo.
Automáticamente Rose se puso roja como un tomate pero intentó relajarse tomando una larga respiración:
—Vengo a buscar a su hermana. Ayer me dijo que no la esperara abajo, sino que subiera una vez llegara.
El conde asintió con la cabeza.
—Páselo bien. Le recuerdo que espero al menos un baile. —Le dijo mientras bajaba al salón. Por un momento, sus manos se rozaron pero Rose apartó la suya corriendo.
Amelia se encontraba con Camilla que le estaba terminando de recoger los cabellos. La joven se encontraba sentada en su tocador mirándose en el espejo cuando Rose entró.
— ¡Hola! —La saludó la señorita Sterling—. Me he encontrado con tu hermano en la escalera. Estaba bajando para ir ya al salón.
—Sí. Mi madre y hermanas deberían haber bajado ya. Es que he tenido un problema con el vestido, pero ya está solucionado.
—Me alegro. No me has contado nada de la visita a la casa del señor Abernathy. —Comentó Rose mientras se sentaba en la cama de su amiga a esperarla.
—La verdad que estuvo bien. Fue muy agradable. Nos montamos a caballo y hablamos. Mis hermanas se lo pasaron muy bien también... fue muy amable con ellas. —El tono de Amelia había dejado de ser alegre y había pasado a sonar un tanto triste.
— ¿Todo bien? —Quiso saber su amiga preocupada.
—Sí, es sólo que estoy un poco preocupada. No sé si tenemos algo en común. —Respondió la señorita Lockwood mientras se encogía de hombros.
Antes de que Rose pudiera insistir más y sonsacarle información, Camilla fue más rápida y avisó a Amelia que ya había terminado. Ésta le dio las gracias y las dos amigas bajaron al baile donde estaban ya todos los invitados.
—Ojalá pudiéramos quedarnos más rato arriba. —Suspiró Rose—. Desde que sé que no me casaré ya no me apetece pasar por esto. Es una pérdida de tiempo.
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Por culpa del baile
Ficción históricaAnthony y Gilbert siempre han sido íntimos amigos, al igual que la hermana del primero, Amelia, con Rose, la hermana del segundo. Desde pequeños los Sterling, junto con Anthony, se dedicaron a hacerle trastadas a Rose, quien a pesar de todo el tiem...