El Presente. (SOOSHU)

9

Y la parte más difícil
Fue dejar ir sin hacer nada
Tú realmente me rompiste el corazón (Coldplay)

PRESENTE

Fue poco el tiempo que Soojin tuvo para prepararse para ese momento. De todas formas creía que aunque hubiera tenido meses su reacción hubiera sido la misma.

Se quedó quieta en su lugar antes de entrar al comedor donde todos la verían con una sonrisa en el rostro como queriendo decir "lo conseguiste", casi como si casarse fuera el máximo logro de su vida. Se preguntó cuántas de esas personas la habían felicitado luego de conseguir su título como abogada o cuando recibió su primer diplomado.

Probablemente ese hubiera sido su máximo pensamiento si no fuera porque apenas a unos metros podía ver a Shuhua, la joven con la que salió tantos años. La joven a la que le juró amor eterno y con quien quería verse caminar al altar.

Ahí estaba, conversando con Minnie y si Soojin pudiera adivinar, seguramente la conversación no era la más amena del mundo.

Podía recordar la última vez en que todas estuvieron sentadas en una misma mesa. Todas miraban a Shuhua con adoración (típico de un grupo acostumbrado a cuidar de las menores) y jamás dejarían que nadie pasara por encima de ella. Pero ahí estaba Minnie, lanzando dardos con la mirada a quien alguna vez había prometido proteger.

Una mano la tomó de la cintura y se volteó de inmediato para ver a Miyeon quien le veía con preocupación.

—Puedo decir que estás indispuesta. —Pudo leer su expresión, Soojin no se veía bien y el constante sentimiento de salir corriendo de ahí parecía apoderarse de ella.

—¿Ya hablaron? —Miyeon levantó la mirada para ver a la taiwanesa conversando con su esposa, asintió y volvió a ver a Soojin. —Lo justo, no me atreví a preguntar nada. —Miyeon estaba nerviosa.

De todas las chicas del grupo, Soojin siempre pensó que la más parecida a ella era Miyeon. Se expresaban de forma diferente, pero sus sentimientos ante muchas situaciones podrían ser bastante similares.

Miyeon extrañaba a Shuhua, durante los primeros años en que la taiwanesa salió de sus vidas, la mayor del grupo era la única que se atrevía a preguntar sobre ella. Sólo lo hacía cuando sabía que nadie más podría escucharlas y únicamente con Soojin.

—Es Shuhua ¿No? ¿Qué tan malo podría ser? —Soojin no sabía si era pregunta o afirmación, pero pensaba lo mismo. El teléfono de la planificadora comenzó a sonar pero de inmediato lo cortó. —Lo único que me importa es que tu estés cómoda, esta es tu boda y mereces sentirte como una princesa ¿Si? —Sus manos estaban entrelazadas y sentía el apoyo de su amiga.

—Yo- —El teléfono de Miyeon volvió a sonar, impidiéndole continuar con su oración. —Miyeon, si es importante podrías contestar. Estaré bien. —Miyeon suspiró, batallando entre la pantalla que mostraba al contacto llamando y los ojos de su amiga.

—Es un proveedor. —Aclaró Miyeon. —Tranquila, yo me sumo en unos minutos y no olvides que todas están ahí para apoyarte. —Besó su mejilla por última vez y se alejó para contestar por fin la llamada.

Soojin se dio media vuelta, volviendo a tener frente a ella la escena de su ex novia junto con todas sus amigas en una misma mesa.

Además de Shuhua había otra chica, la forma en que sus dedos estaban entrelazados no pasó desapercibida para ella.

No podía quejarse, después de todo ella estaba ahí para casarse con otra mujer. Las dos habían roto sus promesas, y quizá ella incluso un poco más.