Alas de fuego

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Después de la batalla que tuvo contra el pelinegro de llamas azules, una noticia devastadora fue expuesta para si mismo, había perdido lo que tanto odió en su momento y que terminó amando de una u otra forma.

Sus alas con las que tanto tuvo conflicto desde niño porque le solían molestar ya no estaban más, en su lugar estaba una venda.
Una horrible venda que incluso le causaba comezón, se sentía extraño, con un nudo en la garganta, ni siquiera sabía si le volverían a crecer puesto que la noticia que le habían dado es que sus heridas eran graves.

Fue como recibir inesperadamente un cubetazo de agua helada o una apuñalada al corazón, con sus alas se sentía libre como nunca antes pude sentirse, explorando los cielos; sintiendo el viento correr por su rostro y alborotar su cabello.

No se había dado cuenta que las lágrimas caían por sus ojos, sus mejillas estaban húmedas y su expresión era neutral, sin embargo, demostraba dolor.
El chico reaccionó cuando escuchó una voz, pero no cualquiera, era la de Endeavor-san, lo observó y se percató de la húmedad en su rostro, rápidamente se limpió aunque ya era tarde pues el otro lo había visto llorar.

— ¿Qué si estoy bien? La verdad no lose... Es extraño por primera vez no tener esa sensación de sensibilidad en la espalda y que en cambio sea de ardor y dolor... —

— Hubiera querido poder ayudarte... Lamento que haya pasado esto. —

— Gracias por preocuparse, pero estoy seguro que saldré de esta y estaré bien. —

Se quedó en silencio varios minutos, agachó la mirada con una sonrisa como le era de costumbre, pero las lágrimas no tardaron en salir nuevamente.

Fue entonces cuando sintió al mayor acercarse, al darse cuenta este parecía abrazarlo, sin embargo algo fue distinto, con sus manos provocó varias llamas con cuidado de no quemarlo a él y simuló unas alas para el rubio, este al instante lo abrazó y rompió en llanto con una sonrisa.

One-shots | BNHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora