Solo él, mi historia.

Capitulo 4

Me encuentro muy confusa no sé cómo reaccionar... tengo que hablar las cosas con él, no puede ser que después de lo que ha pasado me diga que me quiere, esto es demasiado confuso... no logro entenderlo ¡por qué a mí! ¡Por qué me tiene que pasar esto! Una voz me saca de mis pensamientos. -¿Marta estas bien?- pregunta mi hermana patricia. -sí, genial ¿acabáis de volver?-
-sí venimos del cine, oye Marta ¿esa ropa es nueva?- ¡como puede ser que sepa que está ropa no es mía! 
-no me la ha dejado Celia - menos mal que ella siempre está en caso de emergencia y no lo negará. 
-vale, bueno me voy a descansar buenas noches Marta - me dedica una sonrisa y desaparece. Es como si no hubiera pasado el tiempo mientras estaba allí... Estoy bastante segura de que lo de Javi solo es una estrategia para no morir, aun así hablaré las cosas mañana con él.
Estoy dándole vueltas en mi cabeza y no logro entender la dinámica de este juego... ¿Qué más le da a ese señor nuestras vidas? Me parece que esto es para entretenerse por qué no le veo la lógica, y no seré yo la tonta aquí... Me visto lo más cómoda que puedo, cojo las llaves y me dirijo a casa de Javi. Cuando llegó allí no me habré nadie, al parecer no está. No voy a esperarle a sí que me iré al parque donde solíamos estar. Me siento en nuestro banco y me pongo a escuchar música, por un momento creí que sería buena idea pero me encuentro con sus canciones, en nuestro banco y no puedo... Esto me supera, estoy llorando. No puedo aguantar este dolor que siento ¿porque vuelvo a estar así...? Una mano toca mi hombro y mi móvil empieza a sonar como loco. No puede ser, esto significa... Me doy rápido la vuelta y una chica está mirándome con cara de pena. -¿¡quién eres!?- estoy muy inquieta e histérica en este momento, y si es... No quiero ni pensarlo. -¿yo? Es que acaso no sabes que esto no ha hecho nada más que empezar, me das pena estabas llorando por tu vida cuando en un momento todo se podría solucionar si te mato-
¿cómo sabe quién soy? Si yo no pude ver a nadie... Espera a Javi le vi pero... A él le conozco a esta chica no la había visto nunca. - ¡estás loca! No te conozco y me estas amenazando de muerte. ¿Qué es lo que te pasa?- creo que con esta estrategia quizá la confunda, si es verdad que ella está jugando a este juego podría morir.
-resulta que sí te conozco Marta y no me puedes engañar eh venido a cumplir tu destino y así poder ganar- 
¡Oh no! ¿Qué puedo hacer? ¿Este es mi final? Si huyo me perseguirá y entonces mi muerte será peor... Sé acabo mi vida y la verdad no me importa ya no tendré que volver a sufrir más por nada, así que espero que no duela, cierro los ojos y mis rodillas tocan la arena, mis manos se secan las lágrimas que caen aún por mis mejillas y levanto la cabeza para ver una última vez el banco... Se acerca poco a poco a mí y sosteniendo una piedra me mira con irá. -¡yo le hubiera querido más que tú, nunca le quisiste y ahora me toca a mí estar con él!- sigue andando hacía mi lentamente, me extraña que no me haya matado ya o que nadie venga. Tiene razón esto será el destino. «Suena un disparo» me llevo las manos a la cabeza y me acurrucó con mis piernas en posición fetal. No eh sentido nada. ¿Por qué? Una voz me grita. -¡Marta estás loca!- no puede ser no estoy herida, en cambio la chica esta tumbada en el suelo agonizando por el disparo en el corazón. -¿por qué has venido? Era yo la que debía estar muerta y no ella, era mi destino- no puedo parar de sollozar y es tan intenso el dolor que siento que me estoy ahogando. -¡No, tu destino es estar conmigo y no permitiré que te rindas! ¿Entiendes? Ahora vámonos, ella quería matarte y ocupar tu sitio, tu vida... Creo que es la primera muerte, pero era ella o tú y nunca me lo habría pensado, te hubiera elegido a ti sin dudarlo. ¡por qué, te sigo amando y no dejare de luchar para tú me vuelvas a querer!- 
Estoy llorando aún más fuerte, si es cierto que me ama por qué no vino antes a explicarme todo... 
Me levanta y salimos de allí como si nunca hubiéramos estado.
Me lleva a su casa y me tumba en el sofá. -No estas herida, pero te traeré una tila para que te calmes- ¿es posible que yo sea la que está nerviosa cuando es el quien acaba de asesinar a una persona?