Capitulo 14

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A la mañana siguiente me levanto con un gran dolor de cabeza. Es asqueroso, me pitan los oídos y mis ojos están llorosos. Que Celia ya no este, es muy duro de superar. La echo de menos. No entiendo quien pudo ser él culpable pero va a pagar por lo que hizo. Dos meses de mi vida y no recuerdo nada más que una conversación con mi subconsciente y voces. Querían matarme pero la suerte me a sonreído. Bueno quizás no me halla sonreído pero sigo viva. Si todo esta bien en unos días estaré fuera de este hospital. Es odioso estar vigilada las veinticuatro horas del día.

Me preguntó si la bomba solo pretendía matarme a mi. Es algo que no paro de pensar. ¿Pudiera ser que por mi culpa mi mejor amiga este muerta?
Aún si no lo fuera me siento más que culpable. Pedía morir con dignidad si me mataban ahora se que yo no tendré piedad alguna y menos cuando encuentre a su asesino.

Salgo de la habitación y vago por los pasillos del depresivo hospital. La verdad es que me cuesta moverme pero según los médicos esto es bueno para mi recuperación. Lo cierto es que nunca entenderé a ningún médico. Todos me inspiran desconfianza y no los soportó. Tan chulos... Con sus vidas personales perfectas. Ojalá algún día pueda superar esta indiferencia aunque de momento así esta bien.
Es más que eso. Los médicos solo pretenden sacarte el dinero y si no lo hacen que baje Dios y lo vea. Nunca me han gustado ni me gustaran y sí me han salvado la vida pero por ello no les voy a tener más respeto del que ya les tengo.

Me paro en el pasillo delante de una habitación con la puerta entreabierta. La verdad es que no se por que me eh parado solo se que detrás de esa puerta hay una persona que sufre y hace sufrir. No paro de mirar en dirección a la puerta cuando sale una persona. En un primer momento me gustaría haber seguido y no haberme parado. Pero al ver al señor me quedo paralizada, como una piedra. Pues igual de inmóvil. Este me mira y me sonríe.

-Marta, estas bien. Como me alegro.

-Si, yo tuve suerte. No como los demás. Pero se muy bien que cuando este recuperada encontrare a esa persona.

-Es una pena lo que paso. Bueno da gracias a que estas viva otros no tuvieron tanta suerte como tú.

- Si sera que el destino quiere que este viva. En cualquier caso debería dejar de sonreír. Esta en un hospital Profesor.

-Oh Marta. No me llames profesor fuera del instituto. Llámame por mi nombre.

-Esta bien. Raul deje de sonreír no hay nada feliz que ver. Me voy a mi habitación devo descansar.

-Tienes razón, a sido verte y sonreír por que estés bien. Bueno Marta ya te veré en clase.

Como le odio. No hay persona más molesta. Odio a ese profesor tan asqueroso, además de que su asignatura da asco encima parece regodearse del accidente. Como si lo hubiera provocado él...

¿Pero por que haría eso? Solo se me ocurre una razón y se como averiguarlo. De momento me andaré con cuidado. Si a sido él no dudara en intentar matarme de nuevo.

Cuando llego a mi habitación hay unas flores encima de una mesa y mi hermana y mi madre parecen haber pasado mientras no estaba por que me han dejado una nota. Es mejor que no las vea aún. No estoy preparada y no quiero verlas sufrir por mi. Supongo que lo entenderán. Tratándose de mi, ya saben como me sentiré. Mañana sera un día nuevo y espero no estar para entonces ya en este lugar.

-¿puedo pasar?

Pregunta el doctor. Mientras me observa mirando las flores.

-Si adelante. Me gustaría saber cuando será posible irme de aquí.

-Pues si todo va bien y las pruebas de esta tarde van bien puede que mañana ya estés en tu casa y sigas con tu vida normal.

-Normal... Ya nada será normal. Pero si me gustaría irme cuanto antes. No soporto los hospitales.

-Esta bien Marta. Si las pruebas salen correctamente yo mismo te doy el alta al instante. Te lo prometo ¿De acuerdo?

-Me parece correcto. ¿A que hora vienen a por mi para esas malditas pruebas?

-Pues en dos horas vendrá a por la enfermera y mañana te daré los resultados.

-Esta bien. Ahora me gustaría estar sola.

-Muy bien. Ten en cuenta que sigues viva y que su que las cosas no sean igual tu vida no debe cambiar.

-De acuerdo. ¿Alguna cosa más?

-No solo eso, te dejo tranquila.

Me va a decir este personaje como tengo que vivir mi vida. Venga por favor. Si mi vida fuera normal no tendría sentido. En fin... Me tumbo en la cama y me pongo a leer un libro.

El tiempo pasa rápido, me traen la comida y por primera vez es algo más comestible de lo normal. Me echo una siesta y no se cuanto tiempo pasa hasta que la enfermera me levanta, me lleva a una sala donde me hacen un par de pruebas. Me sacan sangre me hacen un tac. Que no se ni para que pero bueno son médicos ellos sabrán.

La verdad es que se me hace eterno estar en esta sala y me empiezo a agobiar. Supongo que merece la pena si mañana me voy. Es que lo juro estoy ya cansada y retenerme aquí no ayuda y menos sabiendo que Celia no esta. Como me lo voy a quitar de la cabeza si solo veo enfermos y gente que a tenido un accidente. Cuando salgo de la sala me llevan a mi cutre habitación. Lo mejor del día sin duda a sido llegar y ver a Javi. Creáis o no es el único que me puede sacar ahora una sonrisa en esta situación y la verdad es que le amo por ello. Sin él ahora mismo me estaría estirando de los pelos. Y no contemplo la posibilidad de quedarme calva.

Solo él, mi historia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora