UNO

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《UNO》CONTENIDO: MAYORES DE 16

Una alta tensión impregnaban las paredes de una casa con forma de árbol divisando a cuatro chicos de diferentes tonalidades peleando entre ellos por un famoso juego de pasatiempo llamado UNO.

En Karmaland, era bien sabido que ese juego permitía romper amistades de años por unas simples cartas, unos simples gritos e inclusive esas intenciones ocultas de poder acribillar a tus rivales.

Dado caso que, Willy veía a todos sus rivales con odio, le habían hecho comerse 15 cartas por no encontrar una estúpida carta de color amarillo llevándolo por el camino de la amargura, eso no se quedaría así. No señor.

Por otro lado, Fargan sonreí picaramente lanzando un +4 a Aroia, una rubia de orbes verdes que era hermana melliza del albino frente al híbrido, la chica había ido de visita para recuperar tiempo pérdido con su hermano teniendo enganchado a un comisario azabache que se comió +8 cartas por el atrevimiento de la rubia a corresponder el ataque del híbrido.

Todos esos chicos estaban disgustados, aún mas, el albino que observaba a todos lanzado cartas e intercepcionando impidiendo que hiciera una jugada maestra que hiciera deshacerse de las 23 cartas que ya no cabían en sus manos.

-Willy, tío, ¿Cómo te trata la vida?-Habló sonriente Alexby.

-Pues, acá viéndolos jugar-Encogió sus hombros escondiendo las cartas en el pecho.

-Lástima, te llevas unas +4 cartitas recién horneadas y el color siguiente-Miró de reojo el mazo de cartas entre sus ambos escuchando las quejas del albino que cogió las cartas sin rechistar-Verde porque mi querido amigo Fargan, no tiene.

Fargan y Aroia refunfuñaron la acción del hijo puta azabache agarrando cartas como desgraciados para proseguir su ronda hasta llegar nuevamente a Alex que volvió a sacar otro +4 haciendo sollozar al albino con 31 cartas entre sus dedos resignandose a la idea de seguir jugando.

El albino tenía prácticamente todo el mazo de cartas entre sus dedos, estaba cansado de comerse toda la mierda de sus compañeros, incluyendo la del híbrido que fue el causante de su desgracia, deseaba darle un puñetazo en su rostro moreno dejándolo vulnerable.

Sólo que no le apetecía y no tenía ganas de reventarle a puños.

-¡Joder! ¡Uno! ¡Uno! ¡Chupala Alejandro, no me vas a gritar corte cada puto segundo-Festejo Aroia escondiendo la carta en su pecho.

-¡Todos a por la maldita lengua bífida de Aro!-Grito Alex viendo las cartas-¿Será que ella tendrá amarillo?

Willy negó recordando que minutos antes estaba quejándose de la falta de ese color en el mazo.

-Llegó mi momento ratas-Habló Willy-Lanzó un 7 amarillo y me cuelo lanzando otro.

-Ratón, lamento matar tus ilusiones-Dijo Fargan-¡Uno! ¡Uno! ¡Voy a por tí, Aroia!-Rió emocionadamente.

-Joeeer, dejamos escapar al par de ratas-Bufó Alex.

La rubia miró de reojo a su acompañante azabache lanzándole una maldición por haber cambiado de color, buscó insistentemente en el mazo una carta hasta que finalizó su búsqueda con un +2 amarillo que optó tragarse el azabache pasando turno al albino.

En ese instante, todo el poder recaía en manos del oji-verde, desvió un segundo la mirada al híbrido de búho acariciando maliciosamente su quijada lanzandole un guiño que causó un fuerte gruñido en el menor, necesitaba una estrategia para evadir la victoria.

Aunque, ver ese brillo ambar lleno de esperanzas por ese albino derritio extrañamente las entrañas del chico causando una carraspeo.

¿Que tendría Fargan para estar tan enganchado con la mirada de Willy?

Nuestro Pequeño Universo | [Willgan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora