Torpemente, torpe

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《Torpemente, torpe》

Un acto super natural en los seres humanos era llamado torpeza, es una falta de habilidad en cualquier ser vivo en ciertas áreas de la vida cotidiana donde llega a ser de ámbito físico o verbal. Sin embargo, no hay que sentir vergüenza a realizar pequeños actos de torpeza, cómo caerse, tropezarse, o decir algunas palabras incorrectas.

Está bien equivocarse, es de humanos errar y las personas de un entorno primitivo deberían llegarlo a comprender, cómo era el caso de un castaño de enormes orbes ambares que su nivel de torpeza salió a relucir en la época totalmente equivocada.

¿A que llegamos a referirnos con equivocada?

Fargan era un híbrido de enorme paciencia, carismático y pocas veces cometía actos tan torpes contra su naturaleza, cuya naturaleza pareció cambiar de estabilidad estando en otra época distinta a la suya cómo lo era la época Jurásica.

Todos los guerreros de Karmaland trataban de arreglar la máquina del tiempo para regresar días antes del catástrofe que destruyó a su apreciado pueblo en la línea temporal a la cual pertenecían teniendo una última oportunidad de arreglar las cosas y salvar nuevamente al pueblo de su inminente destrucción.

No obstante, a ojos de los guerreros pareció imposible dichosa tarea a causa del híbrido mayor que estropeaba una, otra incluso otra vez todas las misiones dejándolos completamente preocupados e irritados.

Él no era de equivocarse o de arruinar los momentos serios, encima dudaron que lo hiciera a propósito para retrasarlos en si labor.

Justo esa mañana de expedición, todos los guerreros acudieron a la aventura en unas enormes parábolas creadas por los científicos que creaban rutas alteras que los llevarían directo a los cristales míticos que ayudarían a potenciar la velocidad del espacio-tiempo de la máquina.

Tuvieron que separarse en grupos, siendo uno de los más importantes, el dúo de Vegetta y Fargan que dirigieron sus pasos al último cristal que impulsará a los demás cristales creando fuerzas mayores o algo así, explicó los científicos.

Aquella aventura de esos dos mejores amigos comenzó de maravilla, numerosas risas esparcieron en esa montaña siendo el más risueño cierto híbrido de búho que accidentalmente tropezó contra un cable de redstone desactivando la guiatura del cristal.

El azabache perdono la actitud de su compañero, era normal tropezarse o tener accidentes, ninguno tenía la potestad de impedirlos, a lo que seguido de su pensamiento comenzó a arrepentirse cuándo escuchó un fuerte crujido proveniente de su espalda.

En el suelo, quedaban los restos del cristal rojizo junto a un moreno tembloroso de haber tirado accidentalmente aquella pieza, pensó que los gritos llegarían a ese espacio llevándose la enorme sorpresa que lo ayudó a recoger las piezas y lo arrastro a la parte superior de la colina teniendo que explicarle a todos lo sucedido.

Los héroes empredieron gritos de frustración al pobre castaño a excepción de un albino de orbes verdes que suspiró cansado arrastrandolo lejos de los gritos tomando rumbo a unas pequeñas barcas para regresar a su temporal casa.

Tiempo después,

Todos los guerreros llegaron cansados de su expedición encargándose de cocinar entre todos un excelente platillo o algo pasable, para no pasar hambre durante esa magnífica noche estrellada.

Vegetta picaba los ingredientes en compañía de Rubius parlachín, Alex vertía un poco de agua en una especie de olla que realizaron con barro, Luzu y Lolito ayudaban a Alex para no desperdiciar ninguna gota de agua, Fargan llegó sonriente del exterior de la nave acompañado de Willy y Lolito por salir a buscar algo de carne de alguna especie para los platillos.

Nuestro Pequeño Universo | [Willgan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora