Nuestro Pequeño Universo | [Willgan]

Razonamiento

¿Que ocurre cuándo tú razonamiento confunde la realidad con tú mayor miedo?

Tensión. La única palabra que llegaba a la cabeza de un albino sorbiendo su café, llevaba minutos observando a su compañero híbrido ojeando su celular creando un incómodo momento. No tenía idea del llamado de ese emplumado, pero su semblante serio decía que no era nada bueno.

—¿Sucede algo, Fargan?—Interrogo Willy bajando la taza.

Fargan apenas elevó su mirada para soltar un extenso suspiró. Será difícil.

—Llevas pocos días en el pueblo—Masculló.

Para nadie era un secreto del retorno del albino a tierras sagradas, todos en ese pequeño pueblo lo daban por muerto. Era extraño que un héroe tan importante como Willy no diera señales de vida.

Ni siquiera a su pareja que busco alguna pista de su desaparición.

—¿Y eso que?—Gruño.

—Solo quería conversar, lamento mi forma tan patética de iniciar esto—Rompiendo la tensión, Fargan sonrió rozando las yemas en su copa—A menos que, quisieras ir a otro lado—Esta vez, su tono varió sacando otro gruñido del menor.

—Cállate. Se que no me llamaste por error, quieres hablar. Hagámoslo, rata.

—No has cambiado en absoluto.

Willy guardo silencio pensando sus palabras.

—Jamás lo haría y lo sabes F-

Fargan negó sus palabras.

—¿Pensaste en tú hogar?

—Deja de rodeos y ve al grano, idiota—Willy comenzo a impacientarse, su pareja solía ser directa cuándo una idea le disgusta. Y estando ahí, sentando delante de sí en una cafetería un tanto alejada del pueblo lo hacía sospechar.

—Al menos, reconoce que dejamos de importarte—Susurro. Finalmente, lo había dicho.

—¿Era todo? ¿Todo este suspenso para esta idiotez?—Insistio Willy aparato la taza—Fargan, estás raro desde que regrese. Lo sé, no puedes resistirte a este dios, ya te lo compensaré.

Las manos del híbrido empezaban a contraerse creando pequeños rasguños, estaba furioso, necesitaba desahogar esa inseguridad que le provocó durante esos últimos meses.

—No estamos hablando de sexo, Willy. Estamos hablando que olvidaste tú hogar, tus amigos, olvidaste que existían más personas a parte de ti. Incluso, te olvidaste que tenías una pareja—Sorpresivamente, el híbrido golpeó la mesa con sus nudillos observando al albino sobre-saltandose en su asiento.

—¿Lo siento? ¿Era lo que querías oír?

El mayor suspiró profundamente, era un caso perdido interactuar con el albino optando a levantarse del lugar lanzando unos cuántos billetes a la mesa.

—¿A dónde crees que vas?—Willy agarro la muñeca ajena sobre la mesa esperando respuestas.

—Vete a la mierda, rata—Sin más, safo su agarre saliendo apresuradamente del lugar.

Willy intrigado de su comportamiento abandonó la cafetería tratando de seguirle el ritmo de sus pasos, Fargan era consciente de que lo estaba persiguiendo y no podía darle el gusto de observarlo.

Sabía que si lo veía, aunque sea accidentalmente, caería ante sus provocaciones y todo ese sentimiento de angustia desaparecería.

La persecución dió escenario en la amplía plaza del pueblo, FargAn caminaba rápidamente tratando de perder de vista al albino mientras Willy frenaba de vez en cuándo sus pasos para divisar los pasos del emplumado.