Jeon Jihyo salió de la prisión con una extraña sensación en su estómago. Nunca había hablado de esa forma con su hermano, nunca había sentido tanta fríaldad en sus palabras, ni había visto sus ojos sin ese bello brillo que siempre tenía.
Su familia siempre les enseñó a tener respeto ante todos, su madre les contó una trágica historia de su infancia, diciendoles que no quería que sus hijas vivieran algo similar o que Jungkook, su único hijo varón, fuese esa clase de hombre que disfrutaba de creerse superior y que sólo él importaba.
Claro, él que Eunbi dijera que Jungkook había abusado de ella fue un golpe muy fuerte para su madre, pues su preciado hijo se había convertido en la peor basura, en un hombre como el que ella tanto detestaba y aquello se volvió tan decepcionante que toda su familia le dio la espalda a Jungkook.
Ella se sentía triste, estuvo tentada a ir a verlo desde que entró a la correccional, pero nunca lo hizo. El miedo a ver que su hermano era el monstruo que todos decían no la dejaba ir, porque en su interior ella no podía aceptarlo todavía.
Cuando les avisaron sobre la situación de Jungkook ahí y como estaba en graves condiciones en un hospital para nada favorable para su condición, ninguno en su casa hizo nada, demasiado decepcionados, demasiado dolidos. Ella lloraba cada noche y semanas después, se ánimo a verlo.
Claro, verlo con múltiples golpes en su cara y brazos, no fue lindo y aquella sensación que le dio al verlo se volvió peor cuando hablaron. Ella habla basándose en su decepción y él siendo tan amargo y frío.
Aquella visita rebasó sus expectativas y definitivamente la hizo sentir aun más mal de lo que ya se sentía.
Iba tan distraída en sus pensamientos, que no notó que alguien iba saliendo al mismo tiempo que ella lo hacía, chocando así con brusquedad.
— Oh por Dios, lo siento tanto — se disculpó reverenciando varias veces a la castaña frente a ella quien acariciaba su brazo y sonreía negando con su cabeza.
— No, no. No hay problema — sacudió sus manos frente a ella —, no te había visto.
— En serio lo siento — Jihyo reverencio nuevamente a la jovencita que no parecía menor que ella.
— No, en serio, no hay problema — ella le sonrió mostrandole una bonita sonrisa que parecía una cajita.
Ambas intentaron irse del lugar y dejar la vergonzosa escena, pero, incómodamente empezaron a caminar por la misma ruta, Jihyo rió incómoda y la castaña lo hizo también, abrazándose a si misma con un poco de nerviosismo.
El silencio era cada vez más incómodo, caminaban extrañamente al lado de la otra y la situación cada vez se hacía más y más asfixiante. Hasta que Jihyo decidió ponerle fin con su personalidad alegre y extrovertida.
— Soy Jeon Jihyo — se presentó y la chica castaña le sonrió.
— Kim Haerin — ella hizo lo mismo y esta vez decidió preguntar —, ¿viniste a ver a algún familiar o...?
— A mi hermano mayor — contestó — Está aquí hace tiempo. ¿Y tu?
— También a mi hermano mayor — rió apenada —, lo encarcelaran este año.
— Oh...
La situación nuevamente iba a tomar un ambiente incómodo, hasta que un chico llegó y las abrazó a ambas por los hombros ofreciéndoles ser parte de una especie de club o grupo para exconvictos que quieren retomar sus vidas.
Jihyo amablemente se negó y pudo notar como Haerin se incómodaba y empezaba a jugar con sus manos, viéndose ansiosa, tensa e incluso asustada ante la aparición de ese muchacho, quien ya se había alejado.
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The Truth Untold | Kookv
FanfictionA sus veinte años Kim Taehyung fue arrestado y condenado a doce años de prisión por haber sido el autor de homicidio de su propio padre después de haber encontrado a este abusando de su hermana menor. En prisión conoció una nueva realidad y con est...