The Truth Untold | Kookv

14

Despertó, una vez más, en una camilla.

La luz de un foco blanco le generaba incomodidad y un extraño pitido en sus oídos le estaba molestando. Entre su mente adormilada y cansada, frunció el ceño y se quejó moviéndose un poco escuchando el resonar de las esposas contra el borrote de la camilla.

Siseo cuando movió nuevamente el brazo y su muñeca fue lastimada por las mismas esposas. Aun estaba medio dormido y su mente no estaba maquinando bien la situación en la que se encontraba.

Escuchó un risilla a su lado y frunció nuevamente el ceño, abriendo un poquito sus ojos tratando de visualizar quien se burlaba de él.

Se veía borroso, no podía distiguir quien era. Sólo reconocía una cabellera castaña y el pálido color de la piel de alguien. Cerró nuevamente sus ojos y con su mano libre los restrego para así intentar enfocar bien a la persona a su lado.

Nuevamente abrió los ojos con lentitud, siendo un poco perturbados por las luz blanca. Esto hasta que la persona a su lado fue enfocada con claridad y pudo reconocer a su acompañante.

— ¿Jungkook?

El chico intentó acomodarse en la camilla. Estaba sentado, y tenía un vendaje rodeando su cintura, algunas curitas en su rostro. Sus brazos vendados por igual, aunque una de sus muñecas era fijada a los barrotes de la camilla con unas esposas. Su rostro un poco contraído ante el dolor de realizar esos movimientos.

— ¿Qué te pasó? — le preguntó el pelinegro cuando por fin pudo acomodarse en la camilla.

— Me desmaye ayer y... ¿no estás muerto?

Jungkook casi suelta una carcajada, pero en lugar de eso se quejó sosteniendo sus costillas con su mano libre, frunciendo el rostro y quejándose entre risitas.

— Te apuñalaron, o al menos eso me dijo el oficial — continuó muy confundido.

— Con una cuchara — el tono divertido en su voz le estaba haciendo enojar —, la afilo mal, lo único que hizo fue golpearme y abrirme una herida mal curada, es todo.

— Había mucha sangre en el suelo, por todos lados.

— ¿En serio? — se sorprendió — Supongo me abrió más heridas y no me di cuanta.

— Dios. ¿Cómo siquiera lo dices como sino fuera nada?

— Estoy acostumbrado a esto, Taehyung. Estuve un año en una correccional y ahí no sólo había una personas golpeándome... no sólo eso me hacían ahí. Esto no es nada para mi.

— ¿Qué te hacían? — preguntó mirándolo con preocupación. Su tono de voz había perdido la alegría.

— ¿No te lo imaginas ya? — cuestionó con amargura — Soy un maldito hijo de puta, viole a mi novia y todos me odian, esa es mi realidad, Taehyung.

El castaño miró hacia otro lado, no sabía que decir y ese sarcástico tono con el que las palabras de Jungkook le contestaron le dejo una sensación extraña en su garganta, recorriendo sus venas y causandole escalofríos.

El pelinegro habló nuevamente.

— ¿Tuviste un ataque de pánico?

Taehyung hizo un puchero y suspiró. Jungkook estaba cambiando de tema y evitando las cosas, aunque no sabía que evitaba en realidad.

— Sí...

Nuevamente se quedaron en silencio, Jungkook soltando quejidos de dolor de vez en cuando y Taehyung analizando todo en su cabeza, acomodando pieza por pieza en su mente, tratando de entender la situación y entender a Jungkook.

No pudo hacerlo, por eso decidió preguntar.

— ¿En serio la violaste? — nuevamente lo miró, aun que Jungkook ya no lo hacía.

— ¿Que sentido tiene responder a esa pregunta?

Taehyung tragó grueso y nuevamente intentó acomodarse en la camilla.

— Quiero saberlo. Cuando me hablaste por primera vez me dijiste que no eras un violador, ni un ladron, ni un psicópata... dijiste que confiaste en alguien que no debías y por eso estabas aquí.

Jungkook nuevamente se quedó callado y Taehyung suspiró frustrado.

— Jungkook...

— Taehyung — por fin posó su mirada sobre él —, si encuentras a alguien con un arma en las manos y un cuerpo a su lado, ¿le creerías que no lo mato?

— ¿Qué?

— Responde.

— Ah, no sé, ¿por que respondes mi pregunta con otra? — se frustró más.

— Obviamente no le creerías. Si alguien tiene el arma homicida en sus manos y al muerto frente a él, aunque diga lo contrario, esa persona sería el asesino y culpable ante la ley.

— ¿Y eso qué tiene que ver?

— No me creerías si te dijera que no lo hice, porque todas las pruebas apuntan hacia mi — terminó diciendo.

No supo que decir, era cierto, cuando todas las pruebas apuntan hacia una persona, su palabra se vuelve algo irrelevante. Era como si él se hubiera declarado inocente, cuando estaba manchado de sangre y con su padre muerto en el suelo.

— Entiendo lo que dices — suspiró —, en ningún momento le habría creído a mi padre si me hubiera dicho que no abusaba de mi hermana cuando lo encontré haciéndolo.

— Exacto.

— Aun así, podría creerte si me dices lo que ocurrió.

— ¿Por qué me creerías?

— No lo sé, puede sonar estúpido, pero mi padre toda la vida me dio malas vibras, era algo extraño, no lo sé. Al principio no le di importancia, pero cuando crecí mi intuición me decía que no confiara en él por completo.

Taehyung cerró los ojos e inhalo con fuerza para no llorar.

— Cuando murió mamá deje de pensar en ello y me encargué de sólo cuidar de mi hermana de todo el mundo, excepto de él, porque obviamente nunca pensé que mi papá haría algo así, era mi padre, pero algo dentro de mi nunca se ha sentido sorprendido por ello.

— Comprendo...

— Realmente, siempre creí que estabas aquí por un malentendido o por algo así, hay muchas personas inocentes pagando por otros en la carcel, no es ninguna sorpresa — abrió sus ojos y lo miró —. Al principio no pude creer en las palabras de Jongsuk.

— ¿Y ahora lo crees?

— Una parte de mi no puede creerlo aun... siento que no serías capaz de algo como eso. Nunca me hablaste mal de tu ex novia o tu relación, siempre trataste de omitirla en nuestras conversaciones. De tus hermanas y tu madre hablas con cariño. Hasta que Jongsuk llegó y me dijo porque estas aquí.

Jungkook lo miraba con tristeza y antes de decir lo que tanto llevaba guardado, suspiró.

— Yo no lo hice, Taehyung...