Capítulo 9

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Tres cosas no pueden ser ocultadas por mucho tiempo; el sol, la luna y la verdad. (Buda)

—Bueno ¿ustedes son idiotas o qué? —preguntaba furiosamente el castaño al escuchar el favor que le pedían sus amigos

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—Bueno ¿ustedes son idiotas o qué? —preguntaba furiosamente el castaño al escuchar el favor que le pedían sus amigos.

—Vamos Suna, solo es cuestión de convenzas a Kita-san de faltar al entrenamiento el viernes.

—Ustedes saben cómo es Kita al respecto con los entrenamientos, y además ¿Yo por qué los tengo que ayudar?

—Porque tú eres su novio y puedes convencerlo de eso. —sonreía maliciosamente Atsumu hacia Suna.

—No tienen la menor idea de cómo es Kita.

—Yo pensé que tú mandabas en la relación. —contradijo Osamu al ver que su amigo se negaba a ayudarles.

—Claro que sí, bueno en unas cosas. Pero prefiero vivir más tiempo.

—Mira Suna. —Atsumu pasaba un brazo sobre sus hombros. —míralo como un pago hacia nosotros por todos los videos que te hemos dado gratis para que lo subas a tu cuenta de You Tube. —Osamu apoyaba a su hermano mientras Suna se resignaba.

—Está bien. —ambos gemelos festejaban de emoción. —pero no prometonada ¿de acuerdo? —los gemelos asentían al unisonó, abrazando a su amigo al aceptar ayudarlos.

Suna sonreía al ver como sus dos mejores amigos encontraron a unaspersonas que los hacían felices.

[...]

—Es increíble. —decía sorprendido Suna —Nunca creí que Kita aceptara.

—Nosotros tampoco. —decían los gemelos al mismo tiempo. —jamás pensamos llegar tan lejos.

—Solo por esta ocasión, ¿De acuerdo chicos? —Kita aparecía de tras de los gemelos haciendolos saltar del susto.

—Lo sabemos Kita-san, y muchas gracias por darnos permiso —hacían una reverencia.

—¿A qué hora se irán?

—Pensamos irnos por la mañana, a ver si podemos encontrar a los chicos despuésde su entrenamiento.

—Mucha suerte, chicos. —los gemelos sonreían ante la suerte que les daba su capitán. —regresando de Miyagi tendrán su castigo por lo que hicieron en el hotel estando en Tokyo ¿recuerdan? —Los Miya no se podían imaginar el castigo que les esperaba regresando.

—Si Kita-san. —Suna abraza a Kita por detrás mientras reía al ver como sus amigos iban hacer reprendidos.

—No creas que me he olvidado de ti también, Suna. —decía con autoridad haciendo que los gemelos se rieran de él mientras Suna los miraba seriamente. —y pasaras tu castigo a lado de gemelos y no quiero ni una queja ¿De acuerdo?

—Esta bien Kita. —decía resignado el castaño mientras Kita salía del gimnasio.

—No nos extrañes mucho SunaRin, prometemos regresar pronto, eso sí no nos casamos en Miyagi.—Atsumu lo abrazaba por sus hombros haciendo que el contrario lo apartara.

Hacia las estrellas (Osayama-Atsuhina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora