— Mi muñeco hermoso— Susurró satanás, mientras abrazaba el cuerpo adormilado.
Satanás se inclinó, y comenzó a dejar besos sobre el cuello de aquél muchacho, que dormía plácidamente sobre aquella cama, de sábanas de seda negra.
— Despierta— Susurró Satanás.
Segundos después el muchacho comenzó a despertar. Sus pequeñas manos fueron hasta sus ojos y los frotó mientras bostezaba.
— Debes volver a casa.
El chico se sentó en la cama y observó a todos lados.
Estaba en la mansión de satanás.
— Tengo que ir a la iglesia— Dijo el chico levantándose de la cama.
Satanás soltó una fuerte carcajada, mientras se estiraba en su cama.
— No me hagas reír, muñeco. Vas a ir a la iglesia después de estar toda la noche con satanás.
— No hicimos nada.
Satanás levantó una ceja y relamió sus labios.
— Porque te respeto. Si no lo hiciera, ya te habría hecho mío hace mucho tiempo. Incluso antes de que me conocieras ya estaba planeando como hacerte mío.
— Me hubieses violado.
— ¿Crees que me importa? Yo cree los pecados, puedo hacerlos sin que me importe.
El muchacho apretó sus labios.
— No lo harás... ¿Verdad?
— Por supuesto que no, muñeco. No hasta que tu quieras.
— ¿Y si no quiero núnca?
— Me busco a otro muñeco que si quiera complacerme.
— Hazlo. No dejaré que me toques.
— No me retes, muñeco. Después estarás llorando para que yo te haga caso.
— No lo haré.
Satanás lo miró y sonrió burlón.
— Tú ganas. Ya vete.
El menor se dio la vuelta y salió de la habitación, y de la casa.
Satanás observó al de ojos azules desde el ventanal de su habitación. Una sonrisa ladina apareció en su rostro, y tomó el vino que tenía en su copa de oro.
— Ya lo veremos, muñeco.
🔥
JiMin sonrió y observó como todos los de la iglesia comenzaban a despedirse. Él miró al chico que estaba a su lado y le estiró la mano.
— Que el señor le bendiga— Dijo.
El chico sonrió y le devolvió el gesto.
— JiMin, vamos— Dijo su madre.
JiMin asintió y se levantó de su asiento, para ir donde sus padres, quienes le sonrieron.
— La familia Min va a ir a comer con nosotros, hijo. Así que cancela las salidas con tus amigos.
— No tengo amigos, padre. Todos son unos pecadores, y yo no puedo ensuciar mi alma— Dijo JiMin.
Los mayores se miraron entre ellos.
— Hijo, si puedes tener amigos. No seas tan religioso.
— A dios no le gustan las malas amistades.
— Bien, como quieras. Después no te quejes que no te dejamos salir— Dijo su padre entrando al auto.
— Padre, ¿quienes son los Min?— Preguntó JiMin confundido.
— Son la familia más millonaria del país. Esta cena depende del destino de la empresa de tu padre.
JiMin asintió y miró hacía la ventana.
Cuando llegaron a su casa, JiMin se bajó del auto y entró para ir a su casa y subir las escaleras hasta su habitación, donde se dio un baño y vistió con unos jeans y un sueter blanco.
Se puso un poco de perfume y bajó, cuando escuchó el llamado de su madre.
— Hijo, ya llegaron las visitas— Dijo la mujer, peinando el cabello de JiMin, quien solo sonrió— Se amable, ¿esta bien? De esto depende que a tu padre le vaya bien.
— Si, mamá. Ya lo sé. No te preocupes, me comportaré bien.
La mujer asintió y besó la frente de su hijo, para después tomar la mano de este e ir hasta la sala, donde ya se habían escuchado algunas risas.
— Oh, hijo. Señor, él es mi hijo. Park JiMin, JiMin él es Min YoonGi y su esposa.
JiMin levantó su mirada.
— Satanás— Susurró.
La sonrisa de aquél hombre apareció en su rostro, al ver al muchacho.
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Amor de infierno ||Yoonmin||
RandomTERMINADA 》JiMin va todos los domingos a la iglesia para santificarse, pero su pecado mas grande es haberse metido con el mismo diablo.《 NO SE ACEPTAN COPIAS O ADAPTACIONES ▪︎Smutt ▪︎Violencia ▪︎Malas palabras