Amor de infierno ||Yoonmin||

17

JiMin entró a aquel cuarto de la universidad, y sus labios fueron atacados, los cuales fueron correspondidos por el rubio, quien cerró la puerta con seguro.

Su cuerpo fue alzado como si de una pluma se tratase. Sus piernas se enrollaron en la cintura del contrario, y sus manos de aferraron a los hombros del mayor, quien lo sentó sobre una mesa.

Sus lenguas se juntaban entre ellas, y sus manos recorrían el cuerpo contrario. JiMin bajó sus manos hasta el pantalón del chico y se los bajó, escuchando el sonido del cinturón cayendo al suelo.

— Soy virgen— Explicó JiMin, al separarse del beso.

El chico solo sonrió y volteó al menor, quien jadeó ante la brusquedad, pero aún así le gustó. Sus pies quedaron en el suelo, y su torso quedó sobre la mesa.

Su pantalón fue bajado con brusquedad, al igual que su bóxer, dejando su trasero a la vista del mayor, quien mordió sus labios y se arrodilló, para después separar ambas nalgas y meter su lengua con dificultad dentro de la estrecha entrada de JiMin.

Las manos de JiMin se aferraron a la mesa, mientras que de su boca salían gemidos y jadeos. Sus caderas eran sostenidas por las manos del mayor.

JiMin tiraba su trasero hacía atrás, tratando de buscar más, pero al sentir como el contrario sacaba su lengua y metió sus dos dedos.

Un fuerte gemido se escuchó por parte de JiMin, quien cerró sus ojos con fuerza, ante la incomodidad pero le gustaba lo que estaba sintiendo.

Aquellos dedos salían y entraban en JiMin, quien gemia por mas.

Su trasero fue nalgueado, demasiadas veces, y el no se quejaba, sinó que gemia aún mas.

Su espalda se arqueaba y su trasero se tiraba más hacía atrás.

— M-Más— Gimió JiMin.

El chico sacó sus dos dedos y se bajó sus bóxer, para después sacar un condon del bolsillo de su pantalón y ponerlo en su pene.

Guió su pene hasta la entrada del menor, quien cerró sus ojos con fuerza y apretó aún más la mesa. Un quejido salió de sus labios, cuando el miembro del contrario se adentró en el.

Pero no fue más allá, porque el mayor salió en su interior.

— Ya basta— Gruñó una tercera persona.

JiMin sonrió juguetón, cuando reconoció aquella voz. Se sentó en la mesa y observó al chico, el cual estaba retorciéndose de dolor en el suelo.

— Dijiste que no te meterías en nada de lo que yo haga.

— Ya fuiste demasiado lejos.

— ¿Por qué estoy teniendo sexo? ¿Eso es ir demasiado lejos? Acepta que no puedes ver como otra persona me quita la virginidad, antes que tú.

YoonGi levantó su mano, y de inmediato el cuerpo del chico desapareció. A pasos firmes se acercó a JiMin, quien mantenía su sonrisa juguetona.

— Pontelo— Le dijo tirandole, los pantalones a JiMin, quien negó— JiMin, ponte esos malditos pantalones.

— No lo haré— Dijo.

YoonGi gruñó enojado.

— ¡Ponte el maldito pantalón!— Gritó YoonGi enojado.

JiMin negó.

YoonGi se acercó a JiMin, y lo tomó del rostro con enojo.

— Pontelos— Ordenó YoonGi.

JiMin solo sonrió y estiró sus labios hacía el mayor. Quien solo frunció el ceño.

— No me obligues a hacer algo que no quiero, JiMin.

— Yo si quiero que lo hagas.

YoonGi apretó sus manos con fuerza y tiró a JiMin a la mesa, provocando que este quedara recostado en la mesa.

JiMin solo rió y abrió sus piernas al mayor, quien gruñó enojado.

— Pareces una perra en celo. Abriéndole las piernas a todo aquel que se te atraviese— Gruñó YoonGi, tomando los bóxer de JiMin, para ponérselos al menor, quien se negó a ponérselos— JiMin.

— No quiero.

— ¿Acaso sabes con quien te ibas a acostar?

— Si, con alguien muy caliente.

— Te ibas a acostar con un demonio, JiMin.

— Bueno, mejor todavía.

YoonGi golpeó la mesa.

— ¡Ya basta! ¡Me tienes harto, JiMin!

JiMin se sentó en la mesa y enrolló sus piernas en la cintura del mayor.

— Si no quieres que me acueste con otras personas, entonces quitame tú la virginidad. Te arde tanto verme con otras personas, pero tú nisiquiera me tocas.

— Ya basta.

— Si tanto me celas entonces follame.

— Si lo hago ya no te dejaría.

— Y yo no quiero que me dejes.