JiMin entró a su casa, y lo primero que vio fue a sus padres, quienes lo miraban enojado.
— ¿Que hiciste, JiMin?
— Nada.
— Te encontraron fumando.
— ¿Yo fumé? No lo creo.
— JiMin— Amenazó su padre.
— ¿Que?
— Estas castigado.
— Bueno.
JiMin sonrió y subió las escaleras hasta su habitación, donde se encerró y fue a su armario. Sacó toda su ropa y la tiró a la cama.
Fue hasta un cajón de uno de los muebles, y sacó una tijera. Tomó uno de sus pantalones y los rompió, en los muslos y en la rodilla. Lo mismo hizo con los demás.
Sus playeras las recostó, y las dejó como crop top. Sus sudaderas fueron teñidas por colores oscuros.
Fue al baño y se miró al espejo. Tomó su cabello con una de sus manos y la otra con la cual tenía la tijera, comenzó a cortar su cabello.
No quedó tan mal. Le gustaba como quedó.
Tomó su mochila y de este sacó algunos cosméticos para el cabello. Rubio. Ahora iba a ser rubio.
Con una sonrisa en su rostro, comenzó a teñir su cabello.
🔥
Se miró satisfecho al espejo. Ahora si le gustaba su nuevo look. Salió del baño y observó su ropa, para después guardarla en su armario.
Fue hasta su balcón y miró al oscuro cielo. El cual era iluminado por la luna, y sus acompañantes eran las estrellas.
Con una sonrisa se sentó y cerró sus ojos, mientras cantaba por lo bajo.
Abrazó sus piernas y jugó con el anillo que tenía en uno de sus dedos.
— Quizás no es tan malo cambiar— Dijo, y después se levantó para entrar a su habitación.
Se quitó su ropa y sacó un short, junto con una playera. Para después acostarse, y tomar un libro para leer.
🔥
Todos en la universidad lo miraban sorprendidos. Ahora ya no era el raro, ahora todas las miradas estaban sobre el.
Mientras caminaba por el pasillo, los murmullos y chillidos de algunas chicas se escuchaban. Su sonrisa adornaba su rostro, pero era una sonrisa juguetona.
Sacó sus libros de su casillero, y después fue hasta su salón. Y como siempre, se sentó en los últimos asientos, y aunque muchos le pedían sentarse a su lado, el los rechazaba y se iba a lo último.
— Te ves bien.
— ¿Por qué le dijiste a mis padres que estaba fumando?
— Yo no fui, JiMin.
— Fuiste el único que me vio fumando, Taemin.
— Pero yo no fui. Nisiquiera conozco a tus padres.
JiMin lo miró.
— Se te ve bien el rubio— Halagó Taemin.
— Gracias.
JiMin abrió su cuaderno, y comenzó a anotar lo que estaba escrito en la pizarra.
— ¿No quieres salir hoy? Ayer me comporté como un idiota— Dijo Taemin.
— Claro.
— ¿Después de clases?
— Si.
— Bien, entonces nos vamos juntos.
JiMin solo asintió y miró al profesor, el cual había llegado al salón. Hasta el profesor se sorprendió, cuando lo vio, pero no le dijo nada y solo comenzó con su clase.
Lo único que JiMin no cambió, fueron sus ganas de estudiar. Era y siempre va a ser el primero de la clase. Aunque a algunos no les guste.
Mientras almorzaba, él pensaba en YoonGi. Quería verlo, realmente lo quería ver.
Ya hizo de todo, y YoonGi no se dignaba a aparecer, y JiMin ya se estaba frustrando.
Miró al grupo popular de la universidad, y mordió su labio. Todos se morían por el capitán de ese equipo, y a decir verdad no estaba tan malo.
Dejó su almuerzo de lado, y caminó hasta el grupo, el cual dejaron de reír cuando lo miraron.
— Vaya, vaya— Dijo uno de ellos— Así que tú eres al famosisimo, JiMin.
JiMin sonrió.
— Si, soy yo.
— No estas para nada mal— Dijeron.
JiMin solo se encogió de hombros, y observó al líder de ese grupo. Se acercó a este y susurró algo en su oído, antes de irse.
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Amor de infierno ||Yoonmin||
RandomTERMINADA 》JiMin va todos los domingos a la iglesia para santificarse, pero su pecado mas grande es haberse metido con el mismo diablo.《 NO SE ACEPTAN COPIAS O ADAPTACIONES ▪︎Smutt ▪︎Violencia ▪︎Malas palabras