Bisexual » Styles |cancelada temporalmente|

Styles 3

Al dar un paso fuera de mi casa lo primero que veo es un gran camión lleno de muebles. Esto me extraña completamente. Doy vuelta la cabeza hacia la casa del vecino, y mi mirada se detiene en un hombre sin camisa firmando un papel de los camioneros. Estos mismos comienzan a bajar los muebles y adentrarlos a la gran casa.

Pero al intentar mirar hacia otro lado, mis ojos vuelven hacia ese torso tatuado. Dos grandes aves en el pecho me hacen morder el labio inferior sintiendo de repente que un gran calor inunda mi cuerpo. Este mismo hombre lleva jeans negros, lentes de sol y su cabello castaño se encuentra atado en un moño desordenado. Los tatuajes siguen por su brazo, hasta la mano.

Cuando nuestros ojos hacen contacto, él sonríe dejándome ver dos hoyuelos a los costados de sus mejillas. Aunque mi impacto es cuando se quita los lentes, dejándome ver dos globos oculares color verde esmeralda.

— ¿Harry?—murmuro con la boca seca. He babeado por el bisexual, sin saber que era él.

— ¡Hola Mia!—grita moviendo sus manos, como si ya no lo hubiera visto. Es más, ya lo he examinado de pies a cabeza.

—Hola—me hago la sorprendida, sin saber si la actuación se me da o no. Al ver que él comienza a acercarse a mí, hago lo mismo. Dejo un rápido beso en su mejilla, no obstante, el rizado me abraza cálidamente, ignorando mi frialdad.

— ¿Qué hace aquí?—pregunto acomodando un mechón de cabello detrás de la oreja.

—Me mudaré—dice sin dejar de sonreír.

— ¿Y la señora Roberts?—me refiero a la anciana que solía vivir allí.

— ¿Te refieres a la dueña de la casa?—asiento—. Se murió hace un mes, me la vendieron los hijos—dice riendo.

—Oh—murmuro avergonzada. Realmente nunca me enteré de su fallecimiento—. Entonces, vamos a ser vecinos—me encojo de hombros.

—Mia, vamos—escucho la voz de mi hermano detrás de mí. Recuerdo que íbamos a salir a hacer las compras para cocinar.

—Hola—lo saluda Harry antes de que yo pueda hablar.

—Emm, sí. Nosotros vamos a ir comprar comida, ¿necesitas algo?

— ¿Me puedes traer azúcar?—pregunta quitando dinero de su billetera. Me entrega un billete mientras yo asiento.

(...)

Tiro las bolsas sobre la mesa de la cocina con fuerza. Mi hermano copia mi acción, y yo doy un suspiro profundo. Nuestra ida a comprar comida fue algo exagerada, probablemente trajimos comida que durará hasta fin de mes.

Hernie y yo juntos perdemos todo tipo de madurez. Hemos comprado chocolate, gomitas de todos los sabores, latas de cervezas, pasteles de chocolate. Sin duda nuestra madre nos va a regañar, pero soy grande por lo que no va a durar más de dos minutos.

—Iré a llevarle azúcar al vecino—dice mi hermano.

— ¡No! Voy yo—le quito la bolsa de sus manos. Ignorando su risa, abro la puerta y me dirijo hacia afuera. No demoro demasiado en llegar a la puerta de Harry, y golpear la madera blanca.

Cuando esta se abre, puedo verlo ahora con una camisa negra, haciendo que trague mis ganas de ver su torso desnudo una vez más.

—Aquí esta lo que pidió—digo extendiéndole la bolsa. Él sonríe levemente. Le doy el dinero, que no usé—. Es un regalo de bienvenida—susurro en tono de broma.