El inicio del campamento era bastante aburrido para él.
Iba solo, en el autobús toda su trayectoria fue bastante aislado.
No tenía amigos en ese lugar, tampoco le importaba mucho, sólo le importaba terminar el colegio y tener una carrera y mantenerse de eso.
Aunque ya se sentía muy mayor como para ir a campamentos, pero no le quedó de otra, cada año iba, cada verano al terminar clases. Normalmente su familia es la que insiste.
A su sentido de percepción, el autobús iba demasiado lento. No le quedó de otra y sacó un libro y al final del libro empezó a leer.
Era extraño, pero le gustaba leer los finales primero, si le gustaba el final le podría dar una oportunidad, pero del contrario, jamás lo leería.
Le gustó poco el final, pero como era su única distracción por el momento, decidió leerlo.
Ya por fin llegaron al destino.
Todos bajaron en orden, cada quien con sus mochilas, algunos en grupos, otros en parejas, algunos dándose mimos.
Otros tipos de otros colegios iban llegando. Dieron la orden de buscar una pareja, todo fue algo rápido, fue como si todos de inmediato ya sabían quién sería su pareja, todos menos él y otro chico que vio.
Era un chico con un cabello bastante peculiar: plateado. Desde su vista parecía teñido, pero no sabe si lo es o no.
Y como la indicación era estar en pares, él se acercó.
-Hola -saludó él-. Soy Uchiha Obito, y como veo que no tienes pareja al igual que yo, pues, podemos estar juntos.
-Sí, no hay problema.
Sonrieron y se formaron para recoger las llaves de su cabaña.
-Es bastante pintoresca la cabaña -mencionó el chico al estar frente a la cabaña que tenía un número 25 de madera en la puerta.
-Casi todas las cabañas son iguales.
-¿Ya has estado aquí? -Preguntó un poco intrigado.
-Sip, desde que tengo seis años vengo aquí -respondió un poco tímido-. Hay cosas bastante interesantes que puedo enseñarte, claro, sólo si no interrumpe nuestro itinerario.
-Claro.
Entraron a la cabaña, un chico veía todo con normalidad, como si de su mismísima casa se tratase; por otro lado, el chico de cabello plateado veía todo con sorpresa, sobre todo, su sonrisa lo delataba que estaba emocionado.
Veía con atención las figuras de madera con forma de conejos y osos en las estanterías.
Eso le recordó cuando visitó por primera vez el campamento. Al principio era terror de estar solo, pero tuvo un amigo y perdió su miedo. Y cuando vio las figuras, quería encontrar un oso y poder abrazarlo, pero su amigo le dijo que eso era imposible. Cuando regresó a casa no paraba de llorar porque no pudo abrazar a un oso.
-No me has dicho tu nombre.
-Hatake Kakashi -respondió mientras se acostaba en una de las camas.
-Te aseguro que esto será divertido, Kakashi -sonrió mientras veía como Kakashi sonreía poco a poco.
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Besos En La Mejilla [ObiKaka]
Hayran KurguLa misma rutina en el campamento ya era bastante aburrida para él. Hasta que un nuevo compañero aparece y puede enseñarle lugares fuera del campamento. En sus tantas aventuras termina enamorado. Obito sabe que está bien, Kakashi no lo menciona, per...