|Cap. 4|

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Camino hacía el comedor, veo a Erika recostada en la mesa con los ojos cerrados, me siento frente a ella sin hacer ruido.

—¿Tan rápido llegaste?— doy un brinco al escuchar su voz.

—¿Cómo lo sabes?

—Puedo sentir tus pasos, los sentí desde que entraste a la cafetería— abre los ojos.

—Oh.

—¿Por qué tardaste tanto?— levanta la mirada hacía a mi.

—Me distraje un poco.

—Me iré a mi salón de clases, en menos de 3 minutos sonará el timbre, no quiero llegar tarde, si pasa algo no dudes en ir a buscarme— asiento y ella sale con su cara totalmente seria, como si odiara a medio mundo.

Me levanto y voy a las gradas a escuchar música, quería relajarme un poco. Sabía que Kimberly me había visto, no quería que ella me odiara más, siempre quise tener una buena relación con ella, era la chica perfecta de la familia pero nunca le agradé, a nadie de su familia, la abuela me odió desde que me vió, aún recuerdo lo que me dijo cuando tenía 6 años.

"Eres tan fea, debieron haberte abortado, nunca voy a quererte, te odio con todo mi ser, ni siquiera te pareces a mi hijo, de seguro tu madre andaba de zorra, eres morena, todos aquí somos blancos. Lárgate antes de que te de una paliza, maldita."

Desde ese día me empecé a dar cuenta que la abuela tenía favorita y era Kimberly.

Toda mi vida quise ser como ella, había llorado demasiado tanto ese día, sus palabras me afectaban, siempre se metían con mi cuerpo, la forma de caminar, hablar e incluso mi color de piel.

Había buscado productos para poder blanquear mi piel, y vaya que estaban funcionando, eso lo agradecía.

Tenía muchas ganas de llorar al recordar eso, siento como alguien se para frente a mi, abro mis ojos y veo a Kimberly no muy contenta. No me deja preguntar nada y me da una bofetada, ni siquiera la volteo a ver por mi estado de shock.

—¡Maldita estúpida!, ¡sabías que me gustaba y fuiste tras él!— cierro mis ojos evitando llorar, pero esta me toma de cabello haciendo que la voltee a ver —no eres una santa, deja de aparentarlo, te odio, siempre lo he hecho— toma mi teléfono y lo arroja con fuerza haciendo que caiga debajo de las gradas.

—¿Cómo te atreves?— miro mi teléfono en el suelo.

¡Vamos, Min, defiendete!.

—Hago lo que se me da la gana, yo no entiendo como él se fijó en ti, de seguro solo te quiere para tener sexo, maldita gorda— siento mi mejilla arder, me había dado otra bofetada —¡Di algo estúpida!— grita, lágrimas empiezan a rodar por mis mejillas, ¿por qué me odiaba tanto?.

Maldita cobarde, no puedes ni defenderte.

—Lo sient...— me callo al ver como saca unas tijeras, esta me mira con una sonrisa —No, no, no, por favor, lo siento, lo siento, ya me disculpé, ¿qué más quieres que haga?— ruego.

—Te cortaré ese maldito cabello que tanto cuidas— ignora mi pregunta, sus dos amigas empiezan a reír y me toman de los brazos para bajarme de las gradas, mi corazón se acelera y las miro con terror.

Me llevan debajo de las gradas, tenía la esperanza de que alguien llegara y no me hicieran nada. Una de sus amigas me empuja hacía el suelo y me da una patada en el estómago, suelto un quejido y rápido pongo mis manos para intentar cubrirme pero es en vano, el aire me empezaba a faltar.

—Siempre me caíste mal— se burla la rubia. La otra me toma del cabello y me de otra bofetada el sabor a metal en mi boca se hace presente, Kimberly se ríe de una forma cínica con las tijeras en la mano.

—Por favor— suplico —lo siento, lo siento, no lo hagas, Kimberly.

—¿Lo sientes?— se burla —es muy tarde, ese cabello no es tan lindo como el mío, no le veo problema si lo corto— toma mi cabello al ver como empieza a caer la empujo con fuerza haciendo que cayera, esta hace una mueca mientras se levanta y toma con más fuerza del cabello mientras que las otras chicas me toman de los brazos.

Veo mi cabello largo caer, la risa de Kimberly me hace erizar la piel, ¿por qué me hacía esto?, intento soltarme pero me es imposible, al final las chicas me sueltan haciendo que caiga al suelo, Kimberly toma mi cabello largo y me lo lanza en la cara.

—Deja de llorar, patética, no es para tanto— se da la vuelta para irse con sus amigas, todas estaban riendo.

Me siento y escondo mi cabeza en mis rodillas mientras lloro. Recuerdo las cosas que me decían.

Gorda.

Mírate, que horror.

No te soporto.

Deja de comer, pareces una cerda.

¿Para qué sigues aquí si nadie te quiere?.

Me levanto y camino hacía el baño, por suerte no había nadie, me miro al espejo, tenía cortes en mi cara y estaba un poco hinchada, mi labio estaba roto, toco mi cabello que estaba mal cortado, empiezo a llorar, lo había cuidado tanto, era lo único lindo que tenía y ella lo sabía, tomo un suspiro intentando calmarme, mi cuerpo sentía que no podía más, no sabía como seguía de pie, camino hacía la puerta pero me caigo antes de llegar, las lágrimas vuelven, mi pie me dolía horrible.

—Vamos deja de llorar, eres patética— susurro para mi, me levanto y abro la puerta, veo a dos chicos pasar pero ni siquiera me miran, bajo mi cabeza para que no vean mi cara maltratada.
Escucho pasos detrás de mi, ni siquiera volteo, tenía miedo de que fuera ella, alguien toca mi hombro.

—¿Qué le pasó a tu pie y a tu ropa— escucho la voz de Lee Know, me paralizo, no quería que me viera en este estado.

No respondo y sigo caminando con él detrás, empiezo a marearme, me detengo y me recargo en la pared, no podía respirar bien, siento como pone su mano en mi hombro para que voltee a verlo pero suelto un quejido, mi cuerpo no estaba en buen estado en estos momentos, me asusto cuando sentía que iba a caer, mi cuerpo no resistía más, mis ojos iban a cerrarse.

—Hey— se para frente a y levanta mi cara, hago una mueca de dolor, en su cara no había expresión alguna —¿quién te hizo esto?— no alcanzo a responder cuando caigo desplomada al suelo, lo último que siento son sus brazos tomándome con fuerza.

[...]

Si hay alguna falta de ortografía me harían un gran favor al avisarme.

Gracias.

15/07/22

Mi Perdición - Lee Know - PAUSADA TEMPORALMENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora