|Cap. 8|

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—¡Minley!, ¡tienes mucho que contarme!— Erika se acerca fingiendo molestia.

—Yo..., bueno, pasa a casa primero, que los vecinos nos están viendo raro— saludo a la vecina de al frente que estaba regando sus plantas, pero esta nos mira mal.

—¡Entremos!— me empuja antes de tomarme del brazo para ir casi corriendo a mi cuarto.

—Hola, mis niñ...— mi madre saluda pero Erika la interrumpe.

—Hola, tía, que linda se ve, adiós— me lleva casi en rastras a mi cuarto.

—Espera, mis piernas son cortas— chillo.

Entra y cierra la puerta antes de asegurarse de que no nos podían escuchar, se acerca a mi con una sonrisa pervertida.

—Deja de verme así— murmuro sonrojada.

—¿Cómo es qué no sabía de eso?— se acerca mucho a mi rostro —¿es tu novio?, por Dios, que pregunta más tonta, claro que lo es, ¡te acaba de besar!— se lanza a la cama mientras se cubre el rostro con un cojín.

Veo como se levanta y su rostro cambia de felicidad a asombro.

—Espera, si en la cena dijiste que tenías un novio desde hace un mes, entonces eso significa que es de él de quien estabas hablando— se sienta a lado mío poniendo el cojín en sus piernas.

En realidad no.

—Si, pero te juro que yo no tenía intenciones de quitarle el chico que le gustaba a Kimberly— digo apenada.

—Por Dios, Min, no eran novios, a parte, a Lee Know le gustas, es más que obvio, ¿no viste la forma en la que te miró?—  casi podía ver corazones a su alrededor —Bueno, a lo que voy, es que si a él le gustas y a ti te gusta, no veo el problema, uno no elige de quien se enamora, así que no te sientas mal por eso, piensa en tu felicidad, disfruta tu adolescencia— me sonríe.

—Ella ayer vino a casa haciendo un escándalo, está loca— niego repetidas veces.

—Hubieras visto la cara de mi tía cuando vió  el nuevo corte de cabello de su hija— se burla. Pero algo andaba mal.

—¿Hubo más problemas?— pregunto al ver como se queda perdida en su mente.

—Si, mi tía ha hecho que despidieran a mis padres de su trabajo— murmura pero logro escucharlo.

—¿Qué?— no comprendía, ¿qué le pasaba?.

—No me arrepiento de lo que hice, Kimberly se lo merecía. Su madre le dijo que debía cortarte cabello, así esperaba quitar lo "único lindo"— habla molesta —¿ahora se queja cuando le hago lo mismo a su hija?, haga lo que haga, ellas saldrán ganando, ¡el maldito dinero puede comprar cualquier cosa!— niega con una sonrisa —es estúpido, siempre se han creído intocables, no voy a permitir que te humillen de esa manera, ¡defiendete, Min!— exclama lo último.

—No creo que sea necesario seguirle el jue...—

—¿No?, ¿entonces qué vas a hacer?, ¿dejar qué se la pasen molestandote hasta que se cansen?, no Min, si no les pones un alto, ellas jamás se detendrán. No voy a estar aquí mucho tiempo para poder defenderte, no quiero que mientras yo no esté ellas hagan de las suyas de nuevo— evito su mirada, pues tenía razón, si no les ponía un alto, ellas jamás se detendrían.

—¿A qué te refieres con que no estarás aquí por mucho tiempo?, ¿a dónde irás?— le doy una mirada interrogativa.

—Yo, bueno, no sé por donde empezar— toma una bocanada de aire —Ayer mi abuela llegó a casa, al parecer ya sabía lo del desempleo de mis padres, y les dió una solución— suelta una risa sarcástica.

—¿Solución?— pregunto confundida.

—Así es, quiere que me case, ya sabes, un matrimonio arreglado, dijo que si aceptaba, les darían a mis padres su trabajo, pero esta vez con un puesto más arriba— se encoge de hombros como si no le importara —pero me casaré con un chico, mi abuela sigue aferrada con que solo estoy confundida, que en realidad las chicas no me gustan, que solo es un capricho— algo hace clic en mi cabeza.

"Me casaré", entonces, ¿ella había aceptado?.

—¿Aceptaste?— pregunto con la esperanza de que niegue, pero hace todo lo contrario.

—Lo siento, mis padres están muy desesperados, mi abuela se ha encargado de hacer que no consigan trabajo, y-yo no sabía que hacer, y hasta ahora sigo pensando que es lo mejor. Por fin mis padres volverán a sus trabajos, pero yo me iré del País, tal vez a Australia, él es Australiano y me dijo que me mudaría con él allá.

Ahí caí en cuenta con que todo había sido por mi culpa.

—Las disculpas te las doy yo, si no te hubiera dicho lo que me hicieron, nada de esto estuviera pasando— susurro apenada.

—No. No digas eso, Min, no es tu culpa, tú no me obligaste a hacerlo, fui yo la que quiso hacerlo. Soy yo la que también quiso aceptar el matrimonio arreglado, tú no tienes nada que ver aquí— siento como me rodea cos sus brazos.

[...]

—¿Te ayudo, mamá?— esta niega con media sonrisa.

—No, cariño, ve a lavarte las manos, que tu padre ya viene— asiento y salgo del comedor.

Me lavo las manos y me dirijo a la cocina al escuchar voces. Saludo a mi padre con una sonrisa.

—¿Cómo te fue hoy?— me pregunta.

—Bien, aunque las clase fueron muy aburridas— miento.

—No me has dicho el porqué te cortaste el cabello, ¿pasó algo en la prepa?— lo volteo a ver rápidamente.

—No, papá, no te preocupes, me corté el cabello porque sentía que lo tenía muy largo— trato de sonreír al ver su cara no muy convencida.

—¿Qué hiciste hoy, cariño?— mamá toma asiento frente a mi.

—Tuve club de fotografía, me emocioné— me sentí mal por mentirles, pero no les contaría la verdad por nada en el mundo.

De seguro que no me dejarían salir por meses.

—¿Te está yendo mejor con el dibujo?— asiento repetidas veces.

—Si, estoy feliz de aprender cada vez más sobre el tema, estoy pensando y tal vez quiera estudiar dibujo, me va muy bien— tomo un poco de jugo que tenía en el vaso.

[...]

Escucho mi teléfono vibrar, me mala gana abro los ojos y con pesadez contesto.

—¿Qué?— murmuro.

—¿Estabas dormida?— preguntan.

—No, claro que no, solo estaba cerrando los ojos— digo con ironía —.Bueno, como sea, ¿qué pasó?.

—Voy a salir un rato, ¿no quieres venir?— niego a pesar de que no puede verme.

—No, tengo sueño— me recuesto en la cama de nuevo.

—Vamos, solo será un rato, te traeré a casa sana y salva— suelto un bufido.

—Bien— escucho la risa de otra persona, haciéndome confundir un poco —Espera.

—¿Si?.

—¿Eres Minho, cierto?— logro volver a escuchar una risa.

—Min, acabas de aceptar salir con alguien a pesar de no saber quien es— siento mis mejillas arder por la vergüenza.

—Lo siento, es que aún sigo dormida—  miro había la ventana.

—Ten cuidado a la próxima, por favor. Ahora alístate, que pasaré por ti en unos minutos.

[...]

Si hay alguna falta de ortografía me harían un gran favor al avisarme.

Gracias.

20/07/22

Mi Perdición - Lee Know - PAUSADA TEMPORALMENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora