Enamorado de un gato arisco

Miedo

Le dolían los músculos de los brazos, hacer jardinería no era para nada sencillo. Arthur había quedado hecho polvo y necesitaba recuperar energía. A pesar de todo eso. Se sentía tan pleno y tranquilo con el trabajo que había hecho con Alfred. A lo que llevaba a esto: En el cuarto de lavado Arthur miraba la ropa recién limpia de la lavadora y ahora esperaba la secadora. Arthur, había anticipado durante este tiempo y aprovechar para hacer una pequeña merienda con panecillos y mermelada y emparedados. Para su pesar no era un "graaan" alimento, pero pensaba que estaba bien para pasar la tarde noche.

<<Esta tardando mucho en la ducha>> Pensó Arthur mirando hacia el techo pensante. Y su imaginación comenzó a aflorar. ¿Qué tal si Alfred comenzaba a husmear en sus cosas para burlarse luego de él? No, no. ¡¿Y si se había resbalado en la regadera?! Eso si, podía ser. Aunque Alfred tuviera una fuerza un poco descomunal y anómala según Arthur, era a veces tan...distraído...

─ ¿Debería ir a ver?

─¿Que cosa?

Escuchó de la nada y Arthur sorprendido erizó el pelo de su cola y orejas gatunas por unos segundos.

─¡Nada! solo pensaba en el trabajo ya s- ¡¿Que le paso a tu ropa?!

Gritó Arthur al ver que Alfred solo estaba usando los pantalones deportivos que Arthur creyó, le quedarían, solo que estos le quedaban arriba del tobillo. Era evidente que le quedaban cortos. Ya se lo temía Arthur por la diferencia de estaturas.

─Bueno, supongo que mi ropa esta en la secadora, ya que quedo echa un desastre y la muda que me diste...bueno, los pantalones solo me quedan un poco cortos, no esta tan mal. Pero la playera...

Arthur apretó los labios. Lo entendía. el pecho de Alfred era mas trabajado al igual que sus brazos y no se diga mas anchos.

<<ugh me duele el ego solo de verlo>> Entonces Arthur notó algo extraño en el rostro de Alfred. Se había ruborizado y lo disimulaba mirado hacia otro lado mientras se rascaba la nariz.

<<¡Idiota! ¡Lo estas mirando demasiado! >> Se reclamó Arthur y también se hizo el desentendido.

─Bu-bueno, puedes empezar la merienda antes. La prepare mientras lavaba.

─¡Oh! ¡Comida! .─Sonó emocionado el ojiazul y su cola gatuna de cabello despeinado y pomposa se agitó.

─Puedes esperar en la cocina o en mi habitación. No te preocupes. tu ropa casi esta lista. De mientras, yo tomare una ducha.

─Ahh....eh, claro.

Arthur le sonrió antes de salir del cuarto de servicio y subió deprisa a su habitación. Había sido un día agotador, pero este había pasado tan rápido.

<<Ya esta oscureciendo. ¿Sera muy raro que le pregunte a Alfred si quiere quedarse aquí?>>

Arthur se quedó pasmado, con su propio pensamiento y agradeciendo que estaba solo, sintió como las mejillas le ardían por la vergüenza.

<<Va, que estoy pensando. Solo es mi ansiedad de quedarme solo>>

Se decía Arthur encerrándose en el baño de su pieza.

Abrió el agua corriente caliente y comenzó a desnudarse. El pelo corto de las orejas y su cola corta gatuna se esponjaban por el vapor y sin pensarlo, Arthur se echó un vistazo al espejo.

Recordando el cuerpo trabajado de Alfred, de nuevo su animo decayó. A comparación. su cuerpo solo era delgado. no había esos músculos que todo hombre debía trabajar. ni un abdomen demasiado trabajado. Solo su barriga.