Error que ayudo

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Tanto tiempo sin leernos, espero que sea mas seguido e igual, espero que les guste.

...

Nubes grises en el cielo, denotaban el mal humor del día. Las nubecillas oscuras que salían de la puerta y la ventana que daba al jardín trasero, mostraban lo mal que le iba a Arthur con las nuevas lecciones que le eran impartidas por Francis.

-¡Cof, cof! -Francis hacía lo posible para espantar el humo que se había acumulado en el techo de la cocina, agitando los guantes esponjosos para hornear en el aire - Cof...bien...cof...ahora estamos seguros de que el horno funciona -Decía mientras tosía y una lagrimilla resbalaba por sus ojos por la irritación provocado por el humo.

Arthur había tomado un rostro único ante la nueva lección que Francis estaba obligado a impartir. Sus gruesas cejas negras estaban aferradas a tocarse, ya que este no había dejado de arrugar el entrecejo por su enfado, frustración y desesperación combinada ante, según sus palabras, una perdida de tiempo.

Arthur no lo entendía ¿Por qué sus hermanos le pedirían a Francis enseñarle el "Arte de la cocina"? Él podía apañárselas muy bien sin la necesidad de saber cocinar. Para eso, existía la comida rápida y los restaurantes.

-Sé lo que estás pensando mon petit. Pero tus hermanos quieren que lleves una vida más saludable. Cocinar es parte de la vida.

-Puedo pedir comida a algún restaurante y no preocuparme de esto. Además, como te has dado cuenta.-Dijo esto último un poco desanimado. -Soy pésimo en esto.

Francis suspiró mirando a su pequeño pupilo. Tenía un poco de harina en el cabello y lo que parecía hollín en la punta de la nariz. Su delantal estaba por completo arruinado, manchado de salsas de dudoso sabor y las mejillas rojizas por lo apenado que se encontraba al sentirse un bueno para nada.

<<Vamos Francis, piensa, piensa...>>>

Arthur en sí, era un estupendo alumno. No era necesario presionarlo o alentarlo con las lecciones de literatura, matemáticas o historia. En todo caso, era fantástico en esos campos. Era un chico ordenado cuando no estaba deprimido y eso era lo que le preocupaba a Francis. Si dejaban esto así. Estaba seguro que Arthur se deprimiría y la casa de nuevo sería un desastre al igual que Arthur. Y, eso se traduciría en problemas para él ya que Scott estaría molesto con eso.

La sien de Francis palpitaba frustrado porque temía que Arthur se lastimara con los utensilios de cocina. Sí Scott llegaba a ver las manos de un corte o quemadura en Arthur.

El cuerpo de Francis sintió un escalofrió al pensarlo.

<<Ugh, no puedo tratarlo como a un infante, digo, es joven, pero debe aprender a usar los utensilios de cocina>> Pensaba y sus ojos miraron de reojo la madera donde descansaban los afilados cuchillos y palideció << Mon dieu>>

-No te preocupes por eso Arthur.-Dijo Francis mirando lo que se supone debía ser un platillo fácil de preparar en el horno y en vez de un Ratatouille de jugosas verduras, había solo una masa negra carbonizada -Es...

-Es una pérdida de tiempo -Cortó Arthur -Ya es la tercera semana que intentamos preparar platillos "fáciles" pero todo termina como eso.

Gruñó para sus adentros Arthur agachando la mirada. Francis alcanzó a notar que sus ojos se cristalizaban y, estaba seguro que no era culpa del humo de la cocina.

-Tomemos un descanso -Sugirió Francis con una sonrisa comprensiva.

Arthur asintió, pero en vez de irse de la cocina comenzó a limpiar su desastre. Francis por su parte salió de la casa para estirarse un poco y fumar un cigarrillo.

Enamorado de un gato ariscoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora