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Cuando me subí a la camioneta de mis amigos, tuve el mismo presentimiento que el día de la pijamada, lo atribuí a mi pareja siendo detenido,  pero mientras nos alejábamos de la casa y de cualquier local donde pudiéramos comprar alcohol para hacer la fiesta de bienvenida, porque eso se suponía que  haríamos, mis instintos se ponían mas tensos, puedo decir que incluso escuche a ahn diciendo que las cosas iban mal.

Al reconocer el camino que estábamos recorriendo, lo entendí todo, tal vez será porque convivo con los chicos, también comprendí que hace mark aqui, fuimos traicionados, mi cuñado y amigo, es la presión para que no haga nada, canciones comenzaron a sonar en mi mente, mientras seguía viendo como me llevaban a mi propia muerte.

Fueron inteligentes, yo no haría nada para que mark saliera dañado, estaba resignado, no había forma de ganarle a bambam y jeongin, el nombre de yugyeom apareció en mi pantalla, conteste pensando en dejar un mensaje a jaebeom de que lo amaba, pero fue su voz la que me saludo.

Sirvió de dos maneras, una para darme cuenta que bambam no sabia nada de esto, pero también para darme fuerza, no puedo morir, no quiero estar lejos de jaebeom, entonces debo soportar, solo aguantar hasta que el llego o envié a los chicos, se que hará algo, el se dio cuenta enseguida de que algo me pasaba y no va a permitir traiciones, mucho menos que mark y yo salgamos heridos.

Bambam al darse cuenta de que las cosas estaban mal, reacciono, pero provoco que jeongin lo atacara con la culata de su arma, dejando al delgado inconsciente, mark dio un grito de susto, también, yo deje caer mi celular y escondí a mi amigo entre mis brazos, no podía permitir que jeongin lo lastimara, no conocía este rostro del que hasta hace poco era también un amigo, no se como pueda reaccionar, que acciones vaya a tomar, no voy a estar arriesgando, no por el momento.

— no hagas ningún maldito movimiento— 

El chico gruñe en nuestra dirección, solo asiento, no creo que este esperando alguna respuesta, además, ya estamos llegando al muelle, no es necesario preguntar para quien trabaja, tío ji sung siempre supo donde estaba, eso quiere decir que los dos estamos sorprendido, el nunca fue capaz de creer que haría algo en su contra, y yo pensaba que tenia la ventaja de mi paradero, no era de esa forma.

Los últimos tramos de nuestro viaje los paso con mark entre mis brazos, mis ojos puestos en bambam, para ver si reacciona, pero incluso cuando estacionamos, el no se mueve, solo esta ahí, con su cabeza apoyada en la ventana, jeongin estaciona la camioneta y baja, cerrando su puerta de un fuerte golpe, solo queda mirar a mark.

— tranquilo, solo mantente a mi lado, no te harán nada— 

El me mira unos segundos, pero despues asiente lentamente.

— tengo un arma, jackson me hace cargar con ella— 

Susurra suavemente, solo yo puedo oír esas palabras.

— si algo se sale de control me la pasas y te escondes en mi espalda, pero tranquilo, se que los chicos van a venir, solo debemos soportar— 

También hablo en susurros, mis ultimas palabras lo hacen tomar un fuerte respiro, el también lo sabe, jackson y jaebeom nunca nos dejarían a nuestra suerte, pero nuestra conversación es terminada cuando mi puerta es abierta y mi brazo es jalado con fuerza para obligarme a bajar.

Me toma todo mi fuerza y el equilibrio que no sabia tener, para no terminar en suelo, le doy una mala mirada a jeongin, pero el no parece registrar este hecho, mark sale tras nosotros y como dije antes, se mantiene a mi lado.

Jeongin casi nos arrastra por el lugar hasta quedar justo frente al muelle donde todo comenzó, no me sorprende ver a ji sung de pie ahí, se gira lentamente, como si esto fuera una mala película de mafiosos y el fuera el jefe de todo, siempre he dicho que no soy bueno en leer a las personas y sus miradas, pero la de el la entiendo por completo, esta desquiciado.

My StallionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora