Simbionte

XII. Sujeto de estudio

XII

Jacob odiaba ser un objeto de estudio, pero llevaba 3 años queriendo algo con Aya, y ésta parecía la única manera de estar con ella y que pudieran hablar sin pausas. Habían pasado 5 años desde aquel encuentro en el bosque en el que Aya lo había descubierto en su forma oscura, como él lo llamaba. Ahora él tenía 21, justo había terminado la universidad, se había vuelto alto y musculoso, incluso guapo, pensó. Y ni así Aya lo tomaba en serio, lo único que le interesaba era mirar sus células bajo el microscopio.

- Te traje algo.

Y sacó de su mochila un objeto hecho de maderas de los diferentes bosques que había visitado durante el último año. Dentro del objeto podías ver las historias escritas con anillos, dendrocronologías muy parecidas a la nueva escritura de Aya.

- ¡Gracias Jacob! ¿Es como un collar? ¿Lo puedo usar? ¿O lo guardo en mi cajón?

Jacob rio. De verdad era de las únicas personas que lograban sacar de Aya un comportamiento tan normal y alegre.

- Tranquila tranquila. No sé en realidad qué es, pero si trae una cuerda bastante larga como para ser un collar.

- Gracias... Ahora sí, ¿estás listo?

- Claro.

Jacob se sentó en una de las sillas de rueditas y se quitó la playera. No era necesario quitarse la playera, en realidad. Aya encontró la manera de ponerse el objeto de madera como collar y procedió a tomar pequeños frascos de vidrio y largos cotonetes. Ed entró sin hacer ruido dentro del laboratorio, un poco extrañado con la escena, pero ya había aprendido, no preguntaría nada, sintió ganas de vomitar al recoger el olor de perro mojado, pero aguantó la respiración, de cualquier forma, no tenía necesidad de respirar. Ella tomó células de diferentes partes del cuerpo de Jacob y fue haciendo anotaciones en cada frasquito.

- Ed, pásame el microscopio porfavor.

Aya puso una pequeña cantidad de células casi invisibles en un vidrio de unos 3 cm x 3 cm, lo puso debajo del exo-ojo, y se acercó a mirar. Las células estaban en constante movimiento, pero era normal por la temperatura corporal del cuerpo de Jacob.

- ¿Puedo echar un ojo?

Aya y Jacob voltearon a ver a Ed como si hubieran visto un fantasma.

- Claro que no.